Intervención del Representante Permanente de la República Argentina, Embajador Martín García Moritán
6 de octubre de 2016
Excelencias, distinguidos invitados, damas y caballeros,
Buenos días y muchas gracias por estar aquí.
Permítanme comenzar expresando nuestro profundo agradecimiento al Comité de ONGs sobre Envejecimiento - Nueva York, el Subcomité de IDOP (Día Internacional de los Adultos Mayores) y a DESA (Departamento de Asuntos Económicos y Sociales) por la organización de este evento. Como cada año, es un gran placer para Argentina asociarnos con ustedes con el fin de conmemorar el Día Internacional de los Adultos Mayores, 1º de octubre.
También me gustaría dar las gracias al grupo considerable de Misiones Permanentes co-patrocinantes que se han unido a este muy significativo evento. La posibilidad de contar con el apoyo transregional es una clara indicación de que las cuestiones relacionadas con los adultos mayores son de suma importancia para la comunidad internacional y deberían transversalizarse en trabajo de la ONU.
También me gustaría dar las gracias especialmente al Excelentísimo Sr. Peter Thomson, Presidente de la Asamblea General, por su mensaje en la celebración del Día Internacional.
Este año, el tema del Día Internacional es "Enfrentando la Discriminación por Razones de Edad". Enfrentar a la discriminación por razones de edad debe comenzar por reconocer la contribución esencial que los adultos mayores hacen a las sociedades y al desarrollo en su conjunto. El papel de los adultos mayores en sus comunidades y familias y en la sociedad en general es fundamental y suele ser ignorado. Esto se ve agravado por los estereotipos negativos asociados a la discriminación, el abandono, la violencia y el abuso.
Asegurar la participación plena y significativa y la inclusión social de los adultos mayores sólo puede traer contribuciones positivas para el funcionamiento de las sociedades y su desarrollo. En 2016, después de la adopción de la Agenda 2030, es imperativo reconocer la contribución esencial que los hombres y las mujeres mayores pueden hacer para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, si las garantías adecuadas están en su lugar y si se puede asegurar su activa participación en la sociedad, la superación de las barreras impuestas por la discriminación por edad y los estereotipos negativos.
Con el fin de evaluar mejor no sólo la contribución de los adultos mayores, sino también los obstáculos que enfrentan para su plena inclusión y el disfrute de sus derechos, es clave el desarrollo de indicadores, recopilar y analizar datos desglosados por edad, para poder de forma más efectiva entender las experiencias, los desafíos, la evolución de las necesidades y las contribuciones de los adultos mayores, con el fin de diseñar respuestas apropiadas.
En ese sentido, es fundamental compartir experiencias, buenas prácticas y lecciones aprendidas que nos permitan comprender mejor los desafíos que enfrentan los adultos mayores debido a la discriminación que sufren por razones de edad y sean capaces de diseñar políticas y programas con el fin abordar tales desafíos y superar los obstáculos para la plena inclusión y participación de los adultos mayores en todos los aspectos de nuestras vidas.
Desde el punto de vista de Argentina, es evidente que los mecanismos existentes que apuntan a garantizar el completo ejercicio de los derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales de los adultos mayores tienen defectos; ya sea porque hay deficiencias en su aplicación, como algunos Estados mantienen, o porque hay un vacío normativo a nivel internacional que debe ser llenado por un instrumento universal, jurídicamente vinculante, para hacer frente a cuestiones tales como el maltrato, la exclusión, la estigmatización, la discriminación y la satisfacción de las necesidades básicas de los adultos mayores. Nos gustaría destacar en este sentido, la adopción de la Convención Interamericana para la Protección de los Derechos Humanos de las Personas de Edad en 2015 y su entrada en vigor en agosto pasado. Es sólo a través del desarrollo de un instrumento internacional universalmente vinculante que vamos a poder garantizar la adecuada protección de los adultos mayores contra la discriminación, la violencia, el abandono y el abuso.
Nosotros, como sociedad, no podemos darnos el lujo de perder las contribuciones increíblemente ricas que los adultos mayores pueden realizar a nuestra vida civil, política, económica, social y cultural. Enfrentar a la discriminación por razones de edad significaría abordar con eficacia la discriminación que enfrentan los adultos mayores en todos los ámbitos de su vida: en lo cultural, en los medios de comunicación, en el lugar de trabajo, dentro de las familias, en el sector de la salud y muchos otros.
En ese sentido, estoy seguro de que el evento de hoy representará una excelente oportunidad para crear conciencia sobre la cuestión de la discriminación por razones de edad, pero que también contribuirá a incorporar otras cuestiones del envejecimiento en nuestro trabajo aquí en Nueva York. En un mundo cada vez más envejecido, donde se espera que la población mayor de 60 años crezca en un 56% entre 2016 y 2030, y pase de 900 millones a 1.400 millones, no podemos darnos el lujo de apartar la vista de los desafíos presentes y futuros a los que los adultos mayores se enfrentarán.
Para finalizar y dar lugar a la palabra de mis colegas, me gustaría terminar con la renovación del firme compromiso de la Argentina para el avance de las cuestiones relacionadas con el envejecimiento en las Naciones Unidas y para abogar por la inclusión, la participación significativa y el pleno disfrute de los derechos humanos de los adultos mayores.
Estoy ansioso por escuchar las presentaciones de nuestra oradora principal y de los distinguidos panelistas, y estoy seguro de que vamos a tener una discusión muy fructífera en los temas de envejecimiento y discriminación.
Muchas gracias.