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Debate abierto de alto nivel del Consejo de Seguridad sobre la protección de civiles en las operaciones de mantenimiento de la paz

Interneveción del Vicecanciller Carlos Foradori

10 de junio de 2016

Señor Presidente,

Agradecemos al Ministro de Relaciones Exteriores y Desarrollo Internacional de Francia, S.E. Jean-Marc Ayrault, la organización de este debate abierto de alto nivel sobre un tema al que la Argentina otorga especial importancia, en su condición de país contribuyente de tropas y policías a las operaciones de mantenimiento de la paz desde hace casi 60 años, y de tradicional promotor del pleno respeto de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Asimismo, agradecemos las presentaciones del Sr. Presidente de la República Centroafricana, el Sr. Secretario-General y el Sr. Presidente de la Comité Internacional de la Cruz Roja.

Las tareas de protección de las Naciones Unidas tienen un lugar central en el nuevo énfasis dado por esta Organización a la prevención de los conflictos y al logro de una paz sostenible, a partir de las recientes tres revisiones llevadas a cabo en relación con las misiones de paz, la consolidación de la paz y la implementación de la resolución 1325 (2000) sobre la mujer, la paz y la seguridad.

No hay duda de que dichas tareas de protección, en particular cuando son llevadas a cabo por OMPs, resultan un elemento esencial para sostener la paz antes, durante y posteriormente a los conflictos. En esa tarea, cuya responsabilidad primaria corresponde a los Estados anfitriones, tiene fundamental importancia la participación de todos los actores nacionales pertinentes, en particular de la sociedad civil, teniendo en cuenta el papel relevante de las mujeres y los jóvenes en la prevención de los conflictos, el mantenimiento y la consolidación de la paz.

Señor Presidente,

La protección de civiles en OMPs tiene un enfoque diferenciado de su tratamiento en el marco del derecho internacional humanitario, habiéndose transformado en un tema de debate en los últimos años, en particular por su vinculación al uso de la fuerza armada.

En ese sentido, y de acuerdo con la recomendación que al respecto hiciera el informe del Panel Independiente de Alto Nivel sobre Operaciones de Paz (HIPPO), reconocida también en el último informe del C-34, entendemos que la protección de los civiles en las OMPs constituye un esfuerzo integrado de toda la misión, que requiere como primera medida esencial una estrecha cooperación entre los componentes militares, policiales y civiles, en coordinación con los gobiernos y comunidades locales y las organizaciones humanitarias en el terreno.

De manera consecuente, mi país entiende que este tema no debe ser considerado desde una perspectiva puramente militar sino desde una concepción política y humanitaria más amplia e integrada, centrada en la construcción de un ambiente de seguridad y protección en el cual el uso de la fuerza, si bien a veces necesario para evitar tragedias como las de Srebrenica y Rwanda, en las que las OMPs fallaron a quienes debían defender, constituye la última opción ante el fracaso de otras alternativas no militares.

Al respecto, y también en base a otra de las recomendaciones del informe del HIPPO, subrayamos la importancia de las estrategias no armadas de protección de civiles a fin de avanzar en los procesos de paz y en el establecimiento del mencionado ambiente de protección.

Señor Presidente,

Consideramos que existen numerosos aspectos perfectibles en la implementación de los mandatos de protección de civiles, entre los cuales quizás el más importante sea el del entrenamiento específico de los contingentes. Al respecto, reconocemos los esfuerzos de la Secretaría en la elaboración de marcos doctrinarios y guías, a la vez que reiteramos la necesidad de que los mismos sean ampliamente consultados con los Estados miembros, especialmente con los países contribuyentes de tropas y policías que habrán de utilizarlos.

Una eficiente protección de civiles en OMPs requiere también de una firme voluntad política, una efectiva cooperación a nivel regional, mejoras en el equipamiento de los contingentes, un planeamiento más específico y centrado en los desafíos del terreno, y el uso de nuevas tecnologías en concordancia con los principios de la Carta y del mantenimiento de la paz. Todo ello se encuentra, además, íntimamente ligado al adecuado financiamiento de dichas misiones.

Sr. Presidente,

Cuando los civiles en situaciones desesperadas se acercan a los cascos azules, lo mínimo y fundamental que esperan de ellos es protección. Nuestra responsabilidad como Estados miembros es crear los instrumentos eficaces para que las OMPs no defrauden esas expectativas y sirvan al establecimiento de un ambiente de protección sostenible. Debemos estar a la altura de las circunstancias y saber responder a quienes necesitan la protección de las Naciones Unidas. Ése es nuestro deber colectivo.

Muchas gracias