Intervención de la Representación Permanente de la República Dominicana ante las Naciones Unidas
3 de octubre
Señor Presidente,
Tengo el honor de hablar en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.
La CELAC reitera su condena total de todos los actos de terrorismo como criminales e injustificables y reafirma su compromiso de combatir el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, incluidos los casos en los que hay Estados directa o indirectamente involucrados, en estricta observancia de la Carta de las Naciones Unidas y otras normas del derecho internacional, incluidos los derechos humanos, humanitarios y las leyes para refugiados.
Como partidarios de la Estrategia contra el Terrorismo de la ONU, damos la bienvenida al quinto proceso de revisión llevado a cabo a principios de este año, que mantuvo en la luz lo más relevante de las nuevas tendencias del terrorismo internacional y destacó además el papel de la Asamblea General en este tema. La CELAC reitera la importancia de una aplicación integrada y equilibrada de los cuatro pilares de la Estrategia. También damos las gracias al Secretario General por su informe (A/71/182) y alentamos a todos los Estados Miembros a presentar información para el próximo informe.
Más que nunca, el terrorismo representa una grave amenaza para los Estados miembros, ya que altera las estructuras sociales dentro de las sociedades nacionales. El terrorismo es también una amenaza para la comunidad internacional, ya que, pone en peligro la estabilidad de las regiones y la seguridad global.
El terrorismo sólo puede ser contenido de manera efectiva por medio de una mayor cooperación internacional.
La prevención es crucial. Debemos hacer frente a las condiciones que favorecen su propagación, tales como los conflictos prolongados sin resolver, la discriminación de cualquier tipo, la deshumanización de las víctimas, la falta de estado de derecho, violaciones de los derechos humanos y la prolongada exclusión social, política, económica y cultural, entre otros, al tiempo que destacamos que ninguna de estas condiciones puede excusar ni justificar los actos de terrorismo.
Expresamos profunda preocupación por el hecho de que grupos terroristas han estado atrayendo a más reclutas. Fomentar la inclusión debe ser la base de los esfuerzos encaminados en las narrativas de lucha contra el terrorismo. Es crucial disipar los estereotipos que asocian el terrorismo con culturas específicas, grupos religiosos o étnicos y rechazar la xenofobia y los prejuicios. Las respuestas a la crisis de los refugiados deben disminuir, en lugar de aumentar los riesgos asociados con el extremismo violento que propicia el terrorismo.
Hacemos hincapié en la importancia de promover una cultura de paz, condenando todas las formas de discriminación y promoviendo el respeto a la diversidad cultural, religiosa y política, que son características de América Latina y el Caribe, como una herramienta para prevenir el terrorismo en la región.
Sr. Presidente,
Como la CELAC ha dicho una y otra vez, el respeto al derecho internacional es un requisito previo para el éxito de la lucha contra el terrorismo. Como se subraya en la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo, toda medida adoptada fuera del marco legal internacional no sólo es ilegal, sino también injustificable e inaceptable, traiciona los valores que trata de mantener y puede también, servir de combustible al extremismo violento que puede conducir al terrorismo. En este sentido, recordamos la Resolución 70/148 de la Asamblea General sobre la "Protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo", adoptada por Consenso el 17 de diciembre de 2015.
Entre los muchos temas que se abordan en dicha resolución, los países de la CELAC desean destacar el derecho a la intimidad, que es esencial para la dignidad humana y un derecho humano fundamental, y cuya protección es fundamental en la salvaguardia de las personas contra el abuso de poder. Seguimos profundamente preocupados por el impacto negativo que la vigilancia del Estado y/o intervención de comunicaciones, incluyendo las realizadas fuera del territorio, puedan tener sobre el ejercicio y el goce de los derechos humanos.
Por otra parte, cualquier interferencia o limitación del derecho a la privacidad deben ser reguladas adecuadamente por la ley de conformidad con el derecho internacional, sujeto a una supervisión eficaz, y para una reparación adecuada, incluso mediante la revisión judicial u otros medios, para asegurar que las medidas no son arbitrarias. En este sentido, damos la bienvenida al lenguaje fortalecido en la Estrategia Global contra el Terrorismo de la ONU.
Nuestros países han rechazado sistemáticamente las listas negras unilaterales que acusan a los Estados de supuesto apoyo y patrocinio al terrorismo. Tal práctica es incompatible con el Derecho Internacional y, por tanto, debe interrumpirse.
Nuestra región también ha sido víctima de actos terroristas. Nosotros los condenamos enérgicamente, así como las circunstancias que han permitido que las personas responsables de estos crímenes atroces evadan la justicia. Los responsables deben rendir cuentas, por lo que instamos a todos los Estados a cumplir sin demora con sus obligaciones en virtud del derecho internacional a cooperar activamente con el fin de llevar a los responsables ante la justicia y evitar la impunidad. CELAC recuerda la necesidad de llevar a todos los autores de actos terroristas a la justicia, tanto del pasado y como del presente. En este sentido, recordamos el 40 aniversario de un ataque contra una Aeronave de Cubana de Aviación.
La Comunidad reconoce las medidas adoptadas por el Comité de sanciones contra ISIL (Da"esh) y Al Qaeda dirigidas a lograr procedimientos más justos y claros. CELAC apoya firmemente el papel del Mediador que ha mejorado significativamente la equidad y la transparencia del proceso de exclusión de la lista. Estamos convencidos de que la posición del Mediador debe hacerse independiente y permanente, a fin de garantizar aún más el debido proceso. Esperamos con interés el informe del Secretario General sobre el estatus de los progresos para fortalecer la capacidad de la Oficina. Teniendo en cuenta su contribución a reforzar la dimensión del estado de derecho de nuestros esfuerzos conjuntos, todos los demás regímenes de sanciones del Consejo de Seguridad deberían incluir también un mecanismo del Mediador. Las sanciones no deben ser un fin en sí mismas: deben ser concebidas como parte de una estrategia más amplia, destinada a lograr una solución pacífica y política.
La CELAC se hace eco del llamado de la Asamblea General a través de la Estrategia contra el Terrorismo de la ONU, con respecto a la preservación del espacio humanitario y expresamos nuestra preocupación por las últimas violaciones del derecho internacional humanitario, incluyendo el uso de aviones dirigidos por control remoto.
Tomamos nota del aumento en el número de cartas dirigidas al Consejo de Seguridad en virtud del artículo 51 de la Carta presentada por algunos Estados, con el fin de recurrir al uso de la fuerza en el contexto de la lucha contra el terrorismo, la mayoría de las veces "a posteriori facto ". Reiteramos que cualquier uso de la fuerza, que no esté en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas no sólo es ilegal, sino que también es injustificable e inaceptable. Además debe considerarse la posibilidad de un debate abierto y transparente sobre este tema.
Sr. Presidente,
En los últimos años, los ataques terroristas han matado, mutilado y desplazado a demasiadas personas. Esto causa heridas y traumatismos a los que están directamente afectados, y también trastorna las vidas de los que no eran el objetivo directo. El terrorismo provoca un profundo Sentimiento de inseguridad y angustia en una sociedad en su conjunto. Es necesario aumentar el conocimiento en lo que se refiere a la protección de sus víctimas, prestando especial atención a las mujeres y a los niños. Condenamos que los grupos terroristas han estado deliberada y sistemáticamente recurriendo a la violencia sexual y a la destrucción de bienes culturales.
La CELAC expresa su grave preocupación por la amenaza aguda y creciente que representan los combatientes terroristas extranjeros, un problema que involucra a todos los Estados miembros, incluidos los países de origen, de tránsito y de destino.
También tenemos que redoblar nuestros esfuerzos hacia la supresión de la financiación del terrorismo, incluso mediante la cooperación judicial, asistencia jurídica y el intercambio de información. Igualmente, se invita a las entidades de las Naciones Unidas a cooperar con los Estados miembros y que continúen proporcionando asistencia, previa solicitud, para ayudarles a aplicar en su totalidad las obligaciones internacionales de lucha contra la financiación del terrorismo.
En este sentido, la CELAC desea reconocer el papel de las Naciones Unidas en la prestación de asistencia técnica para combatir el terrorismo y la bienvenida a sus iniciativas de creación de capacidad de lucha contra el terrorismo.
Aprovechamos esta oportunidad para reiterar que el terrorismo y el crimen organizado transnacional son problemas diferentes, cada uno de ellos regulado por diferentes marcos legales. A pesar de que una interrelación entre estos dos fenómenos puede surgir en determinadas circunstancias, no hay vínculos universales, automáticos o intrínsecos entre ellos.
Señor Presidente,
En los últimos años, se han utilizado las palabras "terrorismo", "extremismo", "radicalización", "combatientes extranjeros", entre otros. Sus contornos siguen siendo jurídicamente poco claros. Seguimos preocupados por el impacto negativo que la falta de una definición de terrorismo puede tener sobre los derechos humanos y el debido proceso. El logro de una definición legal internacional es la condición previa necesaria, con el fin de fortalecer aún más el estado de derecho en los planos nacional e internacional.
Ya no podemos darnos el lujo de posponer indefinidamente la celebración de una conferencia de alto nivel bajo los auspicios de las Naciones Unidas y el proceso que conduce a la Convención Integral contra el terrorismo internacional. Es esencial para superar este vacío legal injustificable. Ambas iniciativas fortalecerían el estado de derecho en la lucha contra el terrorismo internacional mediante el suministro de un régimen jurídico claro y una mayor coherencia de nuestros esfuerzos conjuntos.
Nuestra región mantiene su compromiso hacia la pronta conclusión de la Convención Internacional y la convocatoria de una Conferencia de alto nivel. Hacemos un llamamiento a todos los Estados a mostrar flexibilidad y redoblar sus esfuerzos, con carácter de urgencia, para resolver las cuestiones pendientes antes del final de la 725 Sesión de la Asamblea General, en particular en el ámbito del grupo de trabajo establecido por la Resolución 70/120. Estamos decididos a dedicar nuestros mejores esfuerzos en esta tarea.
Gracias, Señor Presidente.