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Elementos para intervención argentina en la reunión ministerial del Grupo de los 77 más China (26 de septiembre)

Felicitamos a Fiji por la manera eficiente y balanceada en que lidera el Grupo de los 77 más China. Estamos seguros que tendrá una Presidencia exitosa. Ello resultará en beneficio de todo el Grupo teniendo teniendo en cuenta las importantes negociaciones que tendrán lugar durante la Asamblea General, incluyendo las iniciativas del Grupo en materia de desarrollo social, desarrollo sostenible y otros temas. Asimismo, damos la bienvenida al nuevo integrante del Grupo, la República de Kiribati, incorporación que es prueba del dinamismo del Grupo de los 77.

En el Grupo debemos concentrarnos en los temas en los que existen fuertes coincidencias, rechazando la premisa que sostiene que la situación de crisis económica y financiera internacional justifica bajar los brazos con respecto a la inclusión social, los  derechos humanos y la cooperación para el desarrollo.

Nuestra región latinoamericana representa un modelo exitoso de implementación de políticas públicas que han resultado en un potenciado desarrollo económico, garantizando y ampliando la inclusión social de nuestra población, lejos de fórmulas impuestas y condicionalidades.

En los últimos diez años, la Argentina mantuvo un modelo propio de desarrollo económico centrado en el empleo como generador de inclusión social, que ha llevado a un crecimiento sostenido a pesar de la situación de crisis nacional en el año 2003 y del impacto de la crisis en 2008-2009.

La experiencia Argentina demuestra que el momento de crisis es justamente el momento para promover políticas anti cíclicas y reanudar los esfuerzos en cooperación internacional para el desarrollo para acelerar la recuperación y no profundizar las desigualdades.

Las llamadas reformas estructurales que algunos proponen para enfrentar la crisis actual – políticas de flexibilización laboral, devaluación fiscal, recortes presupuestarios, una menor regulación y presencia del Estado, ajuste fiscal (ahora llamado “consolidación fiscal”), entre otras – no tienen respaldo ni en la teoría, ni en la evidencia empírica. El propio FMI, en un estudio sobre 173 casos de ajuste/consolidación fiscal, concluye que estas políticas reducen el consumo privado y generan un efecto contractivo sobre el PIB.

En este contexto, es cada vez más crucial la actuación del Grupo de los 77 más China como la voz de los países en desarrollo en los grandes debates de las Naciones Unidas. Por eso celebramos que este año hayamos acordado una declaración con pronunciamientos claros sobre temas cruciales.

En particular, la Argentina destaca con satisfacción la postura adoptada por el Grupo en el párrafo 11 de la Declaración Ministerial sobre las negativas implicancias de las actividades desplegadas por los fondos buitre. Ejemplos recientes de perversas acciones llevadas a cabo por estos fondos en distintas instancias y particularmente en sedes judiciales han puesto de manifiesto su carácter especulativo y su mero fin de lucro.

Esto representa un riesgo para la agenda económica y política no sólo de los países en desarrollo sino también de los desarrollados, particularmente en su accionar en torno a los procesos de reestructuración de la deuda externa soberana, un tema crucial en los últimos años.

Señor Presidente.
Es necesario que las Naciones Unidas sean reconocidas como el foro universal para el debate de los temas socioeconómicos actuales que afectan a nuestras sociedades. El desarrollo sostenible es un medio y no un fin en sí mismo.

Creemos que es necesario enfocar el diálogo internacional sobre los aspectos de sustancia de la nueva agenda y no insistir en las definiciones formales cuando aún no hay claridad sobre las definiciones políticas.

Por ello, la Argentina se complace con los avances provenientes de Río + 20, en particular, el Foro Político de Alto Nivel, y espera que los mismos nos conduzcan hacia una agenda del desarrollo sostenible fuerte, consensuada y posible. Para ello es necesario contar con medios de implementación suficientes y previsibles, para conservar el debido equilibrio entre sus tres dimensiones: económica, social y ambiental.

La Argentina también hace un balance muy positivo de la experiencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como una herramienta ordenadora de la política social. Los países en desarrollo hemos alcanzado grandes progresos con esta agenda y muchos estamos en camino a lograr el cumplimiento de la mayoría de las metas que nos planteamos.

Entendemos que la nueva agenda de desarrollo post 2015 debe mantener a la erradicación de la pobreza y a la inclusión social como sus objetivos prioritarios, sin privilegiar un componente del desarrollo sostenible por sobre otros sino privilegiando en todo momento el desarrollo humano, con políticas sociales que tengan a la persona en su centro.

La Argentina espera que la próxima Conferencia de las Partes en Varsovia (COP 19) contribuya a avanzar hacia un nuevo instrumento de conformidad con lo establecido en la Plataforma de Durban conforme las disposiciones y principios de la Convención e incluyendo los cuatro pilares del Cambio Climático (mitigación, adaptación, desarrollo y transferencia de tecnología, y financiamiento).

Las consecuencias del cambio climático son sumamente graves, afectan especialmente a los países en desarrollo y requieren respuestas efectivas a nivel global cuya implementación no debe demorarse. La solución al problema del cambio climático debe ser justa y equitativa, bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.

Crucial será también que en la próxima IX Reunión Ministerial de la Organización Mundial de Comercio en Bali se logre un resultado balanceado, que incluya entre otros aspectos progresos en el comercio de productos agrícolas así como en desarrollo inclusivo.
En este contexto y particular momento de crisis que está experimentando el mundo desarrollado, se vuelve importante potenciar y profundizar la Cooperación Sur - Sur.

Esta modalidad de cooperación solidaria, horizontal, consensuada y no condicionada, que está en la tradición de nuestra cooperación, resulta una herramienta fundamental para que logremos generar vínculos más sólidos y estrechos, reduzcamos nuestras asimetrías y contribuyamos así a consolidar el desarrollo sostenible.

La Argentina promueve la Cooperación Sur-Sur porque entiende que es la forma de  asociarse para identificar y desarrollar juntos nuestras propias respuestas a los desafíos que plantea el desarrollo, fortaleciendo las capacidades de nuestros Estados e instalando nuevas capacidades que sin lugar a dudas surgirán de este renovado intercambio.

Esta modalidad refleja la posibilidad cierta de revalorizar nuestras experiencias y dejar de adoptar respuestas  impuestas por modelos ajenos a los nuestros, con matrices económicas y socioculturales foráneas a nuestra historia. Hemos aprendido la ardua lección acerca de la inutilidad de las recetas y sabemos el peso de este aprendizaje si lo ejercemos colectivamente para no aceptar fórmulas que sólo concluyen en los así denominados ajustes, que recaen sobre los grupos vulnerables de los que hemos hablado estos días.


- Quisiera aprovechar la ocasión para referirme a un tema de vital importancia para mi país: me refiero a la cuestión de las Islas Malvinas y agradecer el valioso apoyo del G77 a la búsqueda de una solución pacífica en esta cuestión, que se reafirma una vez más este año. Asimismo, deseo recordar la necesidad de que el Reino Unido se abstenga de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales de la situación y, en particular, las ilegítimas actividades unilaterales de exploración de recursos naturales no renovables de la plataforma continental argentina que realiza el Reino Unido, en abierta violación de lo dispuesto por la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.  Estas acciones unilaterales del Reino Unido afectan de manera permanente e irreversible los recursos naturales del área bajo disputa, sobre todo, aquellos no renovables, y las consecuencias de estos actos serán efectivamente sufridas por nuestro país aún al momento en que se restituyera a la Argentina el ejercicio pleno de soberanía sobre las áreas bajo disputa.

- Finalmente, quiero reiterar la plena disposición de la República Argentina a reanudar el diálogo con el Reino Unido incluso hoy mismo, sin precondiciones y sin exigencias, en la esperanza de alcanzar una pronta solución definitiva de la cuestión.