Intervención del Representante Permanente de la República Argentina, Embajador Martín García Moritán
6 de febrero
Permítame en primer lugar agradecerles la convocatoria de esta reunión, y reiterarles nuestras felicitaciones para presidir nuestros trabajos. Cuentan Ustedes Emb. Jinga y Emb. Khiari, con nuestra plena cooperación.
La Argentina se asocia a la intervención realizada por Italia, en nombre del Grupo Unidos para el Consenso, y reitera junto al resto de los miembros del Grupo que debemos trabajar para lograr una solución coherente y consistente con lo que por unanimidad hemos convenido ya hace más de dos (2) décadas.
Esto no implica que los países dejemos de lado nuestros intereses nacionales, sino que tengamos en cuenta los intereses igualmente legítimos de toda la membresía y procuremos lograr un amplio y legítimo acuerdo.
La Argentina confía en que todas las Delegaciones lo hagan, con un espíritu de flexibilidad y acuerdo, porque sólo con vocación multilateral basada en acciones concretas, capacidad de liderazgo y generosidad para mirar como propios los intereses de todas las naciones, es que se podrá lograr un Consejo de Seguridad más democrático, realmente inclusivo, eficiente, con profundas responsabilidades y no discriminatorio.
Es claro que como institución democrática, las Naciones Unidas enfrentan permanentemente la necesidad de construir legitimidad y representatividad en sus órganos. Y es por ello que somos los Estados Miembros los que debemos llevar adelante estas negociaciones, alcanzar los acuerdos necesarios y tomar las decisiones tanto de sustancia como de procedimiento sobre la Reforma del Consejo de Seguridad.
Es por ello que sólo en el marco de las negociaciones intergubernamentales, llevadas a cabo por los Estados Miembros de buena fe, con respeto mutuo, abiertas, inclusivas y transparentes, tal como fuera establecido por esta Asamblea en sus Resoluciones 48/26, 53/30 y en la Decisión 62/557, será factible encontrar una solución que pueda contar con la más amplia aceptación política posible.
Basados en la experiencia adquirida a lo largo de este extenso proceso de negociación, la Argentina continúa con su mayor disposición a encontrar fórmulas innovadoras y consistentes que aseguren una presencia más democrática, mejoren las perspectivas de rotación de los Miembros no permanentes, y reformulen los métodos de trabajo para que el Consejo sea realmente más transparente, interactivo e incluyente.
La Carta estipula que "a fin de asegurar acción rápida y eficaz por parte de las Naciones Unidas, sus Miembros confieren al Consejo de Seguridad la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales, y reconocen que el Consejo de Seguridad actúa a nombre de ellos al desempeñar las funciones que le impone aquella responsabilidad . . . "
Los vencedores de la Segunda Guerra Mundial se arrogaron esta responsabilidad con carácter permanente. Sin embargo, todo Estado que reconoce a la paz como elemento esencial para su desarrollo desea asumir dicha responsabilidad de modo activo.
De allí que la Argentina favorece sólo el incremento de miembros en la categoría de no permanentes, porque la perpetuidad es intrínsecamente antagónica con la noción de representatividad en un contexto democrático, donde la voluntad de los representados legitima en forma periódica dicha representatividad. Es bien sabido que todo sistema democrático legítimo y representativo que se precie de tal, tiene como elemento fundamental la elección.
La mejora de los métodos de trabajo ha sido y continua siendo un aspecto de la mayor relevancia para la Argentina y ha aprovechado toda oportunidad, como cuando en el ejercicio de la Presidencia del Grupo de Trabajo sobre Documentación y Métodos de trabajo, promovió que el Consejo trabaje de forma abierta y transparente y que rinda cuentas de sus acciones ante toda la Organización.
Para concluir, a fin de lograr la Reforma del Consejo de Seguridad que la comunidad internacional merece y necesita, es esencial que cualquier iniciativa sobre la misma respete los principios de transparencia, buena fe, respeto mutuo, apertura e inclusividad.
Al respecto, la Argentina considera que debemos alcanzar un consenso sobre la definición común de los principios que deben inspirar la reforma del Consejo de Seguridad. Una vez alcanzado este consenso, el siguiente paso de la reforma será más fluido, incluyendo la elaboración de un texto que sirva de base de negociación.
La Argentina reitera y reafirma su voluntad de considerar con un espíritu abierto, toda propuesta que, respetando los principios acordados por la Asamblea General, acerque las posiciones a fin de concretar la necesaria reforma democrática del Consejo de Seguridad.
Muchas gracias