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Políticas de atención en la Agenda 2030: Avanzar en el marco de la Triple R para reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidado no remunerado

Intervención de la Presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, Sra. Fabiana Tuñez

15 de marzo

Estimadas/os muchas gracias por atención y muchas gracias a las/os colegas del Gobierno de la Confederación Suiza por convocar a mi país a co-auspiciar este evento.

La Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 nos ofrece una mirada integral, transversal e intersectorial sobre el desarrollo y el reconocimiento de la importancia capital que tiene el logro de la igualdad de género. Su implementación, a su vez, nos da la importunidad de trabajar sobre objetivos y metas concretas para hacer realidad la igual sustantiva entre mujeres y hombres.

Sin dudas, si hablamos de propiciar la igualdad sustantiva, abordar el universo del cuidado resulta imperativo. Es allí no sólo donde se concentran las desigualdades más evidentes, sino también donde se naturalizan los estereotipos que hacen de la sociedad patriarcal la norma en todo el mundo. Las madres cuidadoras/ los padres proveedores; las mujeres exclusivamente a cargo de la casa “porque es lo que corresponde”. La publicidad, que sólo apunta a nuestro género cuando quiere promocionar productos de limpieza o cocina y que nos quiere convencer que nuestra felicidad pasa por esta tener la ropa blanca y sin machas. 
En ese sentido, cabe señalar que las políticas de cuidados tienen un fuerte impacto en la lucha contra las desigualdades entre varones y mujeres y son una herramienta clave para el empoderamiento de las mujeres, para garantizar su acceso al mercado de trabajo y el pleno goce y ejercicio de sus derechos.

En Argentina, según datos de la Encuesta del Uso del Tiempo , las mujeres dedican en promedio 3 hs diarias más que los hombres actividades no remuneradas. La medición en horas también muestra fuertes desigualdades: en promedio, por día, las mujeres dedican 5,7 horas a las actividades domésticas no remuneradas, mientras que los varones dedican dos horas cada jornada, menos de la mitad.

En función de ello, el gobierno argentino se encuentra desarrollando acciones tendientes a reducir las brechas y a favorecer distribuciones más igualitarias de las tareas de cuidado al interior de los hogares.

En primer lugar es dable mencionar que el gobierno nacional se ha fijado 100 objetivos de gobierno entre los que se encuentra las Políticas de Género, a saber:
“Buscamos implementar políticas que garanticen la participación de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo en todos los niveles de la toma de decisiones en la vida pública. También pretendemos emprender reformas y fortalecer leyes para promover la igualdad entre los géneros. Incluye el Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, con un presupuesto de 750 millones de pesos para los próximos tres años (…) ”.

, el mencionado Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (2017-2019) prevé acciones vinculadas directa e indirectamente a cuidados. Desde medidas educativas que implican transversalidad de género en los distintos niveles educativos para favorecer la erradicación de estereotipos patriarcales – trabajando así en el mediano y largo plazo a través de la educación, herramienta clave para el cambio cultural- hasta específicamente la creación de un Foro Nacional sobre Corresponsabilidad de cuidados en los que se trate la temática de licencias por maternidad/paternidad y parentales y la creación de una red nacional de cuidados, como también acciones en materia de comunicación.

Asimismo desde la Comisión Tripartita de Igualdad de Oportunidades (CTIO) espacio que funciona en el ámbito del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación se trabaja en forma intersectorial. Esta comisión, integrada por representantes del Estado, de las empresas y sindicatos tiene entre sus objetivos propiciar políticas en materia de cuidados, desde recomendaciones para la modificación de la ley de licencias, diseño de planes de igualdad para empresas e instrumentos de diagnóstico.

Este trabajo integral se vislumbra por ejemplo en la adopción de la Ley de obligatoriedad de la sala de 4 años y universalidad de la sala de 3. (Ley 27045, vigente desde el año 2015) la actual gestión ha presentado un proyecto de obligatoriedad de la sala de 3 años, que cuenta con media sanción en el Congreso.

La promoción de esta legislación se refleja, asimismo, en las políticas públicas que lidera el Ministerio de Desarrollo Social como ser el Plan Nacional de Primera Infancia, iniciativa que apunta a la construcción de espacios para el desarrollo integral de los/as niños/as y de esta manera colabora para que estos cuidados no recaigan sobre las madres (prevé la construcción de 4000 centros de primera infancia). También prevé programas de acompañamiento familiar y capacitaciones en todo el país con miras a promover la perspectiva de género en todo el entramado institucional.

De tal, suerte la máxima de: reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados no remunerados se encuentra contemplada por nuestra administración con miras a generar una red de servicios de cuidado que apuntale –con acciones concretas- el compromiso de lograr la igualdad de género en Argentina. 

Sabemos que falta es por ello que conocer de experiencias de otras latitudes resulta no sólo enriquecedor, si no también necesario para hacer mejores políticas en beneficio de toda la sociedad. Es por ello que les agradezco nuevamente su participación.

Muchas gracias por su atención.