La República Argentina entiende que la eliminación total de las armas de destrucción en masa, atento su poder devastador, debe ser la prioridad de los esfuerzos de la comunidad internacional en materia de desarme.
La Argentina aboga por una implementación equilibrada de los tres pilares del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP): el desarme nuclear, la no proliferación y los usos pacíficos de la tecnología nuclear. Argentina ha sido un país activo tanto en materia de no proliferación como en el campo de los usos pacíficos de la energía nuclear.
La Argentina apoya toda medida orientada a promover la completa eliminación de las armas nucleares, bajo los principios de transparencia, irreversibilidad, y verificación de las medidas de desarme nuclear. En ese sentido, es parte integrante de la primera zona libre de armas nucleares en una región geográfica densamente poblada, establecida por el Tratado de Tlatelolco.
La Argentina posee una tradición en materia de tecnología nuclear, habiendo sido el primer país latinoamericano en operar una central de energía nuclear. La Argentina ha completado exitosamente el proceso de reducción del uso de uranio altamente enriquecido en sus reactores de investigación y basa la totalidad de su producción en radioisótopos en uranio de bajo enriquecimiento. Asimismo, desarrolla una política responsable de cooperación internacional en los usos pacíficos de la energía nuclear y de exportación de materiales, equipos y tecnología nuclear, que se lleva a cabo de manera consistente con las Directrices del Grupo de Proveedores Nucleares, del cual es parte integrante.
La República Argentina ha manifestado un compromiso ineludible con la no proliferación de armas de destrucción masiva formando parte de los cinco regímenes de control de exportaciones: Grupo Australia, Comité Zangger, Grupo de Países Proveedores de Armas Nucleares, Acuerdo Wassenaar y el Régimen de Control de Tecnologías Misilísticas. Asimismo, promueve, mediante programas de capacitación, la implementación de la Resolución 1540 (2004) del Consejo de Seguridad, piedra angular de la arquitectura de no proliferación a nivel global.
La Argentina tiene la convicción de que una mayor transparencia en materia de armamentos, como la buscada a través del suministro de información al Registro de Armas Convencionales de las Naciones Unidas, aumenta la confianza, promueve la estabilidad y ayuda a los Estados a ejercer la moderación en sus políticas de transferencias.
En tal sentido, participa activamente del Programa de Acción para Prevenir, Combatir y Eliminar el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en todos sus aspectos y es Parte del Tratado sobre Comercio de Armas (ATT).
En adición, la Argentina presenta, cada dos años, un proyecto de resolución para la consideración de la Primera Comisión relativo a la “Información sobre medidas de fomento de la confianza en la esfera de las armas convencionales”. Desde la aprobación de la primera resolución sobre el tema en el año 2004, los Estados proporcionan voluntariamente a las Naciones Unidas información sobre las medidas de fomento de la confianza adoptadas, contribuyendo así a la paz y seguridad internacionales.