Sr. Presidente,
Tengo el honor de hablar en nombre de los Estados miembros del Mercado Común del Sur (MERCOSUR). Los Estados asociados de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam también se suman a esta declaración.
En primer lugar, me gustaría dar la bienvenida al Sr. Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.
Sr. Presidente,
Desde 1992, la Asamblea General ha aprobado cada año una resolución que pide el fin del embargo a Cuba, con el apoyo de la inmensa mayoría de los Estados miembros y de la opinión mundial. Los costos humanitarios y económicos que impone a la población cubana, así como el anacronismo del razonamiento detrás del embargo son evidentes para todos. A pesar de los reiterados llamamientos de la Asamblea General, sin embargo, estas resoluciones siguen sin aplicarse. Sin duda, señor Presidente, tal desprecio por la voluntad colectiva de la comunidad internacional socava la credibilidad de las Naciones Unidas y debilita el multilateralismo.
El MERCOSUR fue fundado sobre los principios de la solidaridad, la interdependencia y las relaciones de buena vecindad. Creemos que la tolerancia es la base que ha hecho posible la convergencia histórica en nuestro continente de los pueblos de todos los rincones del mundo. Estamos vinculados a nuestros vecinos de América Latina por el deseo de vivir en paz, promover la comprensión mutua, defender la independencia y la igualdad entre los Estados, incluyendo la soberanía, y promover el respeto del derecho internacional.
El MERCOSUR y sus Estados asociados creen que el embargo contra Cuba viola los principios de la Carta de las Naciones Unidas y las normas del derecho internacional, en particular la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos, la libertad del comercio internacional y de la navegación, y la solución pacífica de las controversias.
El embargo también viola los principios de la justicia y los derechos humanos. Genera escasez y sufrimiento para toda la población cubana. Limita y retrasa el progreso económico y social, e impide el logro de los objetivos internacionales de desarrollo, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Por lo tanto, lamentamos el hecho de que el embargo impuesto unilateralmente contra Cuba, que ha estado en vigor durante más de medio siglo, sigue sin cambios. También vemos con preocupación un aumento de las restricciones a las transacciones financieras de Cuba con terceros países, que impiden una mayor transparencia a través del diálogo directo.
Sr. Presidente,
Los Estados miembros del MERCOSUR y Estados asociados rechazan, por principio, las medidas unilaterales y extraterritoriales. Creemos que esas medidas causan un daño irreparable al bienestar de los pueblos y obstruyen los procesos de integración regional. También condenamos la aplicación de medidas coercitivas unilaterales que contravienen los principios del libre comercio. Al reafirmar nuevamente nuestro inquebrantable apoyo a este nuevo proyecto de resolución, el MERCOSUR y sus Estados asociados reiteran su compromiso con el multilateralismo como un instrumento legítimo para resolver las controversias y una manera eficaz de promover la cooperación internacional y el entendimiento entre los pueblos.
El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba no es más que un ejemplo de políticas obsoletas que no tienen cabida en el mundo de hoy. En este sentido, el MERCOSUR y sus Estados asociados creen que ha llegado el momento de poner fin a un embargo unilateral que es moralmente injustificable, legalmente indefendible y contrario al derecho internacional. Al adoptar este proyecto de resolución, la Asamblea General demostrará una vez más su voluntad política innegable para defender los ideales de la libertad, la solidaridad y el respeto a la soberanía y el derecho internacional.
Le doy las gracias.