Señor Presidente,
Es un honor para la República Argentina estar presente una vez más en este importante foro que tiene por objeto reflexionar acerca de los avances realizados y los logros alcanzados en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para las mujeres y las niñas. Esperamos que esta sesión nos permita alcanzar acuerdos que signifiquen aportes a la formulación de la nueva agenda de Desarrollo Post 2015. Finalmente, confiamos en que las Conclusiones Acordadas que esperamos alcanzar al final de esta Sesión recojan los desafíos pendientes, orienten nuestra acción futura y den cuenta del renovado compromiso de los Estados con los objetivos en materia de avance de las mujeres.
La Argentina celebra los logros obtenidos a nivel mundial en materia de equidad educativa y participación política de las mujeres que los ODM planteaban como metas para la igualdad de género. Sin embargo, reconocemos también que tal formulación no alcanzó a contemplar otras áreas fundamentales de la desigualdad estructural entre hombres y mujeres y que resultan asimismo obstáculos para el desarrollo de las mujeres y el ejercicio pleno de sus derechos. Por esa razón, creemos que la futura agenda de desarrollo deberá incluir temas críticos que hacen a la equidad de género tales como la eliminación de toda forma de violencia contra las mujeres, el acceso a una atención integral de la salud —incluyendo los derechos sexuales y reproductivos— y el reconocimiento del trabajo reproductivo y las tareas de cuidado, entre otros temas, como así también asegurar indicadores y metas específicas de género que sean transversales al resto de los objetivos de desarrollo.
En este contexto, Argentina acompaña la posición expresada por el Secretario General en sus informes a esta Comisión y comparte la afirmación de que la futura agenda del desarrollo debe recuperar el objetivo de la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres incluido en los ODM, pero esta vez contemplando la multidimensionalidad que tal igualdad implica y que abarca, entre otros, los aspectos recién mencionados.
Asimismo, afirmamos que la igualdad de género resulta esencial para alcanzar un crecimiento económico sostenido, equitativo e inclusivo fundamental para la erradicación de la pobreza y para el desarrollo sostenible. En ese sentido, reafirmamos que el desarrollo económico y el respeto y la promoción de los derechos humanos —incluyendo los derechos de las mujeres— están necesariamente vinculados.
Ahora bien, es fundamental advertir que las actuales discusiones acerca de la agenda internacional post 2015 plantean tanto desafíos como oportunidades para la agenda de las mujeres y es por ello que resulta prioritario acompañar y colaborar en su diseño. La Argentina forma parte del grupo de países que impulsan la necesidad de que los temas que favorezcan la igualdad de género estén reflejados de manera explícita en la nueva agenda de desarrollo, además de promover la integración de la perspectiva de género como elemento transversal en la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible, tal lo acordado en la reciente II Cumbre CELAC de países de América Latina y el Caribe y otros foros.
Otra discusión imperativa es la identificación de los medios de implementación que posibiliten la puesta en práctica de la nueva agenda de desarrollo. Al respecto, es necesaria una discusión franca y realista que establezca metas e indicadores cuantitativos para el objetivo de la cooperación internacional.
En lo que hace específicamente a la cuestión de género, no sólo debemos multiplicar nuestros esfuerzos para alcanzar y/o superar las metas establecidas en los ODM —particularmente, en lo relativo a morbimortalidad materna— sino también explicitar y operacionalizar otros objetivos fundamentales, en especial la erradicación de toda forma de violencia de género, dotándolos de mecanismos periódicos de rendición de cuentas.
En el plano nacional, en el año 2003 el gobierno argentino realizó una adecuación de algunas de las metas ligadas a los ODM volviéndolas más exigentes que las establecidas a nivel mundial y definidas de acuerdo a las necesidades y expectativas de nuestro país. Asimismo, a los objetivos internacionalmente convenidos, sumó el de “Promover el trabajo decente”, en la convicción de que una sociedad justa e inclusiva se construye garantizando empleo digno a todos sus habitantes.
A la fecha, la evaluación realizada por Argentina indica que fueron alcanzadas muchas de las metas previstas. Así y todo, se continúa trabajando en aquellas otras metas más ambiciosas y/o que presentaron obstáculos para su cumplimiento. En particular, podemos dar cuenta de la drástica reducción de la pobreza, de una cobertura educativa de nivel primario casi absoluta a lo largo del territorio nacional y equitativa para hombres y mujeres, uno de los índices más alto del mundo en lo que hace a la participación de las mujeres en el Parlamento Nacional y un reducciones en la tasa de mortalidad infantil y en la transmisión vertical del VIH, entre otros logros.
Asimismo, más allá de la agenda marcada por los ODM, Argentina ha encarado numerosas acciones destinadas a mejorar la situación de las mujeres, entre las que podemos mencionar:
- Avances en materia de prevención y sanción de la violencia de género.
- Avances en la protección y promoción de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, en particular en relación con la creación de protocolos de atención para abortos no punibles en el marco del sistema de salud.
- Avances en la protección de las trabajadoras mujeres, en particular el reconocimiento y protección de los derechos laborales y sociales de las trabajadoras domésticas.
- Profundización del compromiso del Estado Argentino con la comunidad internacional y los acuerdos con ella establecidos mediante el retiro de las declaraciones de reserva oportunamente formuladas a la Declaración y Plataforma de Acción de la Conferencia de Población y Desarrollo (El Cairo, 1994) en vistas de los avances nacionales en materia de normativa y políticas públicas.
Señor Presidente,
Sin descuidar el necesario y renovado esfuerzo a realizar para seguir acercándonos a las metas planteadas por los ODM para 2015, debemos también recordar que la nueva agenda del desarrollo brindará el marco global en el que se dirimirá la futura agenda de avance de las mujeres. Como dije anteriormente, sería deseable que esta agenda esté explícitamente visibilizada y cuente con objetivos y metas concretas, pasibles de monitoreo, evaluación y de los ajustes que resulten necesarios.
En ese contexto, Argentina quiere hoy reiterar su firme compromiso y su más decidida vocación por apoyar y acompañar todas aquellas iniciativas de la comunidad aquí reunida que apunten a seguir avanzando en el camino de un desarrollo sostenible e inclusivo y en el marco del más irrestricto respeto por los derechos humanos de todos y de todas.
Muchas gracias.