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Globalización e Interdependencia

Muchas gracias, Señor Presidente.

Mi delegación se asocia con la intervención pronunciada por la distinguida delegación de Bolivia en nombre del G77 + China y de Costa Rica en nombre de la CELAC. En capacidad nacional, me permito destacar algunos aspectos.

Sr. Presidente,

Tal como se destaca en el informe del Secretario General, seis años después del estallido de la crisis financiera mundial, la economía mundial aún  no se ha recuperado por completo, y grandes niveles de inequidad en material social, económica y ambiental afectan a nuestros pueblos. Es en este sentido que la Argentina se ha comprometido en la última década a generar un desarrollo inclusivo, a través de políticas de generación de empleo, seguridad social y respeto de los derechos humanos en pos de un desarrollo económico equilibrado y justo, con una política activa de protección y promoción social de los sectores más vulnerables, como son los niños, niñas y adolescentes, las mujeres y los adultos mayores.
Es en este sentido en que  consideramos de vital importancia fortalecer el rol del Estado y crear mecanismos de distribución de la riqueza entre las regiones y la población más necesitada.  Para esto, creemos firmemente en la construcción de una nueva arquitectura financiera global, que plantee alternativas viables a las instituciones financieras internacionales mediante estructuras democráticas que incluyan una justa representación de los países en vías de desarrollo. No podemos pensar en alcanzar la erradicación de la pobreza mientras no contemos con una regulación y una coordinación financiera y monetaria que garanticen la estabilidad económica, la sostenibilidad de la deuda externa, el acceso universal a la seguridad social y el acceso al crédito.

Sr. Presidente,

La Argentina entiende que las motivaciones de las migraciones residen en las fuerzas de la globalización y en las condiciones estructurales y políticas de los países de origen y destino. Por ello, no concebimos a los migrantes como simples factores de producción, sino que primordialmente destacamos su dimensión humana, su condición de personas que han debido abandonar sus países impulsados por aquellas fuerzas. A traves de la Ley de Migraciones 25.871/2004, incorporamos a los migrantes a la economía, al trabajo y a la producción, pero también a los derechos sociales y laborales, al acceso a la salud, a la educación, a la igualdad de trato, al respeto a su cultura y a la libertad, en el sentido más amplio de la palabra. Para la Argentina, a toda persona le asiste el inalienable derecho a migrar y todo migrante es un sujeto de derecho.
Argentina considera que la relación entre el desarrollo sostenible y la migración internacional va más allá del mero aspecto económico y debe ser abordado plenamente, incluyendo sus recursos humanos, la perspectiva social, cultural y ambiental. Por eso es imprescindible que los estados promuevan, respeten y garanticen los derechos humanos de los migrantes y sus familias, independientemente de su condición migratoria, en la discusión del nexo entre migración y desarrollo.
Sostenemos que las causas profundas de las migraciones internacionales radican en el subdesarrollo y sólo hallarán respuesta en un sistema internacional más justo, más solidario y más equitativo. Por ello, este tema debe ser abordado conjuntamente con la promoción del desarrollo de todas las naciones. Proponemos que la regularización migratoria sea concebida como un factor crucial para el desarrollo humano e integración solidaria de los migrantes a las sociedades de destino. El establecimiento de mecanismos para el fácil acceso a la regularidad en la Argentina, ha permitido un sustancial descenso del trabajo no registrado, así como el aumento del acceso a la seguridad social. Al respecto, instamos a los Estados que aún no lo hayan hecho, a ratificar la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares, de 1990.
En este sentido, la perspectiva de derechos humanos debe constituir un eje transversal que integre todos los mandatos y programas de los órganos y agencias del Sistema de las Naciones Unidas relacionados con las migraciones internacionales y sus causas estructurales.

Sr. Presidente,

Para nuestro gobierno la cultura es un derecho humano universal, y por eso, hemos trabajado en estos años para ampliar los derechos culturales de todos los argentinos, redistribuyendo los bienes e incrementando las posibilidades de acceso a las prácticas, al disfrute y a la producción de cultura. El respeto de la diversidad, la idiosincrasia e identidad de cada región, posibilita el desarrollo individual y comunitario de nuestras poblaciones.
En este sentido, reconocemos la centralidad del estado en el diseño e impulso de políticas específicas para instalar una definición de cultura más amplia en sus alcances y responsabilidades. Esto se asocia a la necesidad de incluir socialmente y de integrar culturalmente el país y la región, afianzando valores igualitarios, federalizando las políticas culturales, multiplicando las experiencias en el ámbito nacional y continental. Esto solo puede darse de la mano de un estado activo y comprometido que  priorice un modelo de desarrollo económico con inclusión social.
En el período que va de 2003 a 2013, se ha registrado en la Argentina un récord histórico en materia de construcción de espacios para la cultura. No solo se trató de poner en valor museos y espacios  preexistentes, sino de crear nuevos ámbitos culturales allí donde no las había. De este modo,  se pusieron en funcionamiento mas de 50 “Casas del Bicentenario”: se trata de espacios de socialización y de exhibición de la cultura, dotados de la tecnología y el acondicionamiento necesarios para su óptimo disfrute, distribuidos en ciudades medianas y pequeñas de 18 de las 24 provincias que integran la Argentina.
Asimismo, como mecanismo de democratizar el acceso a la cultura y los recursos culturales, se sancionó en 2009 la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, una norma de vanguardia creada con el firme objetivo de ampliar el acceso a la comunicación, entendida como derecho humano universal, ampliando los canales y las voces, permitiendo que nuevos grupos puedan hacer uso de los medios disponibles. La prioridad, es incrementar la presencia del Estado en el fomento de la producción cultural y afianzar a la cultura como herramienta de transformación social, en pos de federalizar la cultura e integrar socialmente a los sectores excluidos.

Sr. Presidente,

Solo a través de un estado activo y un sistema multilateral comprometido es que podremos encaminarnos hacia  la generación de un desarrollo sostenido e inclusivo, con generación de empleo, seguridad social y respeto de los derechos humanos.
En ese contexto, Argentina quiere reiterar su firme compromiso por apoyar y acompañar todas aquellas iniciativas que apunten a seguir avanzando en el camino de un desarrollo sostenible e inclusivo y en el marco del más irrestricto respeto por los derechos humanos de todos y de todas como piedra angular del desarrollo sustentable.

Muchas gracias.