Intervención del Representante Permanente de la República Argentina, Embajador Martín García Moritán
20 de junio de 2016
Señor Presidente,
Permítame en primer lugar felicitarlo por organizar estas consultas de carácter abierto sobre el examen amplio del estado de aplicación de la Resolución 1540 de 2004, puede contar con el total apoyo de la Delegación Argentina.
Doce años atrás, la Argentina dio la bienvenida a la adopción de la Resolución 1540 por el Consejo de Seguridad, por considerar que la misma es una clara señal de apoyo a las instituciones multilaterales internacionales; principio que promueve nuestro país en todos los ámbitos de su política exterior.
Al haber presentado su primer informe nacional el 26 de octubre de 2004, junto a sucesivas actualizaciones –la última de las cuales está en pleno proceso de elaboración–, la República Argentina ha manifestado un compromiso ineludible con la no proliferación de armas de destrucción masiva, constituyendo un activo miembro de los cinco regímenes de no proliferación (Grupo Australia, Comité Zangger, Grupo de Países Proveedores Nucleares [NSG], Acuerdo Wassenaar y el Régimen de Control de Tecnologías Misilísticas [MTCR]).
La República Argentina está convencida de que un sistema de control de exportaciones efectivo se debe sustentar sobre cuatro pilares fundamentales: (1) un sistema nacional de otorgamiento de licencias transparente y estandarizado; (2) el cumplimiento efectivo o enforcement de la legislación vigente aplicable al control de exportaciones; (3) la promoción de la conciencia empresaria acerca de la importancia de este sistema para el desarrollo industrial y para la seguridad del comercio internacional y (4) una estrecha cooperación regional.
Como país firmemente comprometido con la no proliferación y la eliminación de las armas de destrucción en masa, la Argentina celebra el desarrollo de este proceso de Revisión Global de la aplicación de la Resolución 1540 (2004) a fin de sentar las bases sobre las cuales continuar aunando nuestros esfuerzos ante el riesgo que representa que actores no estatales accedan a armas de destrucción masiva, sus vectores y tecnologías vinculadas, hoy quizás un riesgo aún mayor que al momento de adoptarse la Resolución.
En lo que respecta a nuestra región, es importante destacar el inalterable compromiso en materia de no-proliferación de los países de América Latina y el Caribe, quienes han sido pioneros en establecer una zona libre de armas de destrucción masiva.
En ese sentido, quiero destacar que este año se conmemora el veinticinco Aniversario de la Declaración de Mendoza (Argentina), suscripta el 5 de septiembre de 1991 por los Cancilleres de Argentina, Brasil y Chile, y a la que se adhirieron posteriormente Bolivia, Ecuador, Paraguay y Uruguay.
A través de la Declaración de Mendoza, los países firmantes y sus adherentes se comprometen a no desarrollar, producir, almacenar, transferir o utilizar armas químicas o biológicas.
Es cierto que existe una disparidad en los niveles de implementación de las obligaciones emanadas de la Resolución 1540 entre los países de América Latina y el Caribe. Entendemos las razones que explican tal divergencia, y reconocemos que ello representa una oportunidad para profundizar la cooperación entre los países de América Latina y el Caribe a fin de que todos los países de la región adquieran la tecnología y capacitación necesaria para responder a las amenazas de actores no estatales.
En tal sentido, deseo destacar que la Argentina es oferente de asistencia en el marco de la Resolución 1540 de las Naciones Unidas y desarrolla actividades de capacitación en materia de identificación de mercaderías estratégicas tanto a nivel regional y subregional como en el ámbito de la cooperación Sur-Sur con países de África. Nuestro compromiso con nuestra región es ineludible, y la Argentina seguirá brindando asistencia a aquellos países que lo soliciten, como señaláramos anteriormente.
Señor Presidente,
La Argentina enmarca la Revisión Global de la aplicación de la Resolución 1540 (2004) desde su tradicional perspectiva que se proyecta en dos planos: el primero de ellos es relativo al respeto del derecho al desarrollo y uso pacífico de las tecnologías avanzadas, y el segundo, es referido a la no proliferación de las armas de destrucción masiva, sean nucleares, químicas o biológicas, y sus vectores y tecnologías vinculadas.
En ese contexto, reafirmamos el derecho soberano al desarrollo de tecnologías de punta y sensitivas como la nuclear, química, biológica, farmacéutica y la de nanotecnología, entre otras, con articulación estatal y privada como mecanismo para lograr el desarrollo de nuestras industrias. Al mismo tiempo, colaboramos activamente con las acciones de la comunidad internacional para alcanzar un mundo libre de armas de destrucción masiva de todo tipo, sosteniendo el principio de prohibición absoluta de desarrollo, posesión, adquisición, transferencia o utilización de las mismas, tanto por actores estatales como no estatales.
Señor Presidente, como Miembro del Grupo de Amigos de la 1540, reitero el compromiso e involucramiento de mi país en este proceso de revisión. Celebro el intercambio de opiniones que este ámbito propicia y estoy convencido que culminaremos el proceso con una resolución actualizada y fortalecida de forma tal de hacer frente a los desafíos que la realidad internacional nos presenta.
Muchas gracias señor Presidente.