Intervención del Representante Permanente de la República Argentina, Embajador Martín García Moritán
4 de noviembre
Señor Presidente,
La Argentina quiere agradecer especialmente la presencia del Señor Embajador CHOI Kyong-lim, Presidente del Consejo de Derechos Humanos, ante la Asamblea General y dar la bienvenida al informe A/71/53 y sus addedums 1 y 2 sobre las actividades del Consejo durante el último año.
En primer lugar, queremos señalar que consideramos relevante mantener una fluida coordinación entre Nueva York y Ginebra en lo que respecta a la agenda de Derechos Humanos por lo que agradecemos esta oportunidad de expresar nuestra visión sobre el reciente trabajo del Consejo.
La Argentina siempre fue, y continuará siendo, un firme defensor de la independencia, el trabajo y los logros del Consejo de Derechos Humanos en la promoción, respeto y protección de los Derechos Humanos. Creemos firmemente que el Consejo debería estar en un plano de igualdad entre los principales órganos de Naciones Unidas.
Para la Argentina la promoción y protección de los derechos humanos es una Política de Estado que recoge las principales reivindicaciones de la sociedad argentina. Su defensa e impulso constituyen ejes centrales de la política exterior de nuestro país.
Señor Presidente,
La Argentina quisiera destacar en esta oportunidad el papel que ha tenido el Consejo en la jerarquización de los derechos humanos universalmente. Su creación ha permitido incrementar el diálogo y los diferentes canales de cooperación entre los Estados en la promoción del respeto universal de los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas, con su consecuente contribución al desarrollo y a la paz y seguridad internacionales.
En este sentido, la comunidad internacional debería continuar trabajando conjuntamente para fortalecer el rol del Consejo en los procesos de restablecimiento de la paz, post conflicto y justicia transicional. Los procesos destinados a establecer o perfeccionar planes nacionales y estrategias regionales deben complementarse y desarrollarse en cooperación con el sistema de Naciones Unidas.
Señor Presidente,
En particular, queremos expresar nuestra preocupación por las recientes acciones tendientes a desconocer el mandato del Consejo o a socavar su legitimidad como órgano principal del sistema de Naciones Unidas destinado a la promoción y protección de los derechos humanos.
En este sentido, nos preocupa seriamente que sea cuestionada la base jurídica que habilita al Consejo a crear el mandato del Experto Independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, constituido legítimamente por la Resolución 32/2 del Consejo de Derechos Humanos, y cuya designación tuvo lugar en la última sesión del Consejo.
Sin entrar en considerandos sobre la legitimidad de luchar contra cualquier forma de violencia o discriminación, de conformidad con lo establecido en el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, creemos firmemente que resulta inaceptable que se intente a través de una resolución de la Tercera Comisión de la Asamblea General desconocer un mandato especial legalmente establecido por el Consejo.
En lo substantivo, estamos convencidos de que la escala, gravedad y el carácter generalizado de la violencia y la discriminación contra las personas por su orientación sexual o identidad de género, real o percibida, requiere una respuesta específica de la comunidad internacional.
Señor Presidente,
Entre otras acciones del Consejo a destacar, queremos mencionar la iniciativa presentada conjuntamente con Brasil para la renovación del mandato de la Experta Independiente sobre los Derechos de los Adultos Mayores y la resolución presentada con Suiza y Marruecos sobre derechos humanos y justicia transicional.
Creemos relevante explorar la contribución de la justicia de transición a la prevención de las violaciones graves y los abusos de los derechos humanos y las graves violaciones del derecho internacional humanitario, incluido el genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa humanidad.
Señor Presidente,
Sin un respeto por las instituciones y los mandatos existentes de los órganos de las Naciones Unidas, muy difícilmente estaremos a la altura de las expectativas de nuestros pueblos para garantizar la defensa y protección de los derechos humanos. Es por ello que todos los Estados Miembros debemos comprometernos en respetar la independencia e integridad del mandato del Consejo de Derechos Humanos, de conformidad con la resolución 60/251 de esta Asamblea y otras resoluciones reveleantes.
Para finalizar, quisiéramos dar la bienvenida a los países recientemente elegidos a integrar el Consejo y reiterar nuestro compromiso inclaudicable en la defensa de la independencia y el trabajo del Consejo de Derechos Humanos.
Muchas gracias.