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Debate Abierto del Consejo de Seguridad sobre Violencia Sexual en Conflicto como Táctica de Guerra y Terrorismo

Intervención del Representante Permanente de la República Argentina, Embajador Martín García Moritán

15 de mayo

Muchas gracias señor Presidente,
                                              
La Argentina se alinea al discurso pronunciado por la distinguida Delegación de Canadá en nombre del Grupo de Amigos de Mujeres, Paz y Seguridad.

En primer lugar, quisiera agradecer al Gobierno de Uruguay, a través de su persona, Embajador Cancela, por la iniciativa de organizar este debate y por haber circulado la nota conceptual para orientar las intervenciones.

Del mismo modo, agradecemos las intervenciones de la señora Vice-Secretario General, Amina Mohammed; del Representante Especial del Secretario General para Violencia Sexual en Conflicto en funciones, Sr. Adama Dieng; y de la Sra. Mina Jaf, de Women´s Refugee Route, en nombre del Grupo de Trabajo de ONG´s sobre Mujeres, Paz y Seguridad.

Sr. Presidente,

La Argentina apoya firmemente los esfuerzos del Secretario General y de la Oficina de la Representante Especial sobre Violencia Sexual en Conflicto, agradece la publicación del último informe del Secretario General S/2017/249 y comparte plenamente las recomendaciones del mismo, tendientes a la prevención, el combate y la eliminación de todas las formas de violencia sexual en el marco de los conflictos armados, las situaciones post-conflicto y el accionar de grupos terroristas y extremistas violentos y la búsqueda de justicia y reparación para las víctimas.

En ese contexto, permítame expresar el agradecimiento del Gobierno Argentino a la labor de la saliente Representante Especial del Secretario General, Sra. Zainab Bangura, por su arduo y comprometido trabajo durante los últimos cinco años, durante los que se alcanzaron numerosos logros, entre los que se encuentra el establecimiento en el año 2015, a través de la resolución 69/293 de la Asamblea General, del 19 de junio como el “Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en Conflicto”. En dicho marco, permítame recordar que el próximo martes 20 de junio la Argentina organizará, junto a las Oficinas de las Representantes Especiales del Secretario General sobre Violencia Sexual en Conflicto y para Niños y Conflictos Armados y un grupo inter-regional de Estados Miembros, la segunda observancia formal del Día Internacional.

Asimismo, damos la bienvenida al nombramiento de la nueva Representante Especial, Sra. Pramila Patten, y le deseamos los mayores éxitos en la compleja tarea que tiene por delante, reiterando el firme apoyo de la Argentina durante su mandato.

Sr. Presidente,

El creciente uso y amenaza de crímenes de violencia sexual contra mujeres, niñas, hombres y niños, perpetrados por grupos armados no estatales, grupos terroristas y extremistas violentos y ciertos actores estatales como estrategia de reclutamiento, financiamiento y con el objetivo de aterrorizar, intimidar y estigmatizar a grupos específicos (mujeres, niños y niñas, minorías religiosas, personas LGBT, desplazados, entre otros), constituyen crímenes internacionales de la mayor gravedad. Diversos Tribunales Internacionales han tipificado la violencia sexual como un acto de tortura, un crimen de guerra, un crimen de lesa humanidad y un acto de genocidio.

Dichos crímenes deben ser prevenidos y sancionados en el estricto marco de la legalidad, haciendo uso de las herramientas y mecanismos a disposición, incluyendo los mecanismos de sanciones y la remisión de los casos a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional.

Reiteramos que es necesario continuar aunando y redoblando esfuerzos entre todos los actores involucrados a fin alcanzar soluciones efectivas e inmediatas en el terreno tendientes a respetar el derecho internacional y a prevenir, combatir y erradicar los crímenes de violencia sexual en situaciones de conflicto y post-conflicto y la trata de personas; llevar a la justicia a los perpetradores de tales crímenes de guerra y lesa humanidad; y proteger, contener, asistir y reinsertar a las víctimas de tales violaciones a través de la provisión de servicios de asistencia multi-sectoriales y multi-disciplinarios con perspectiva de género y medidas de reparación, protegiendo su dignidad y sus derechos humanos.

Una de las acciones clave para prevenir la violencia sexual en conflicto es abordar los factores de riesgo y las condiciones subyacentes que generan que determinados grupos se encuentren una situación de mayor vulnerabilidad frente a la violencia sexual, lo cual genera una doble victimización, traumatización, marginalización y estigma.

Por ello, la Argentina otorga especial importancia a las políticas de prevención de la violencia de género. La Argentina trabaja para superar las diversas formas de discriminación contra la mujer y promover condiciones sociales adecuadas que garanticen el pleno ejercicio de sus derechos. En ese sentido, se trabaja para una transformación social orientada a hacer efectiva la equidad de género, condición esencial para el fortalecimiento de la democracia y para ello la política prioritaria de género es la eliminación de la violencia contra la mujer.

La Argentina mantiene la importancia de seguir promoviendo el desarrollo de planes de acción nacionales que apliquen la Resolución 1325 (2000) y sus complementarias sobre eliminación de la violencia sexual en los conflictos. En el caso de la Argentina, la preparación y ejecución de su plan nacional de acción, aprobado en 2015, contribuyó aún más a profundizar la transversalización de las políticas de género a nivel nacional y tomó en cuenta la legislación y las políticas públicas prioritarias para la agenda de genero nacional, como son la participación política el empoderamiento económico, la lucha contra la violencia de género y la defensa de los derechos humanos de las mujeres.

Asimismo, es fundamental lograr una adecuada rendición de cuentas de los perpetradores de estos crímenes, mejorando la capacidad de documentación e investigación de los casos de violencia sexual y generando mayor cooperación e intercambio de información y buenas prácticas en las áreas de investigación, documentación, localización y asistencia a las víctimas, extradición y asistencia jurídica. En tal sentido, destacamos la labor del Equipo de Expertos sobre el Estado de Derecho y la Violencia Sexual en Conflicto y de la Lista de Expertos de Justicia por Violencia Sexual o Basada en Género de la asociación entre Justice Rapid Response y ONU-Mujeres.

Sr. Presidente,

Tales objetivos deben seguir siendo nuestra prioridad y deben ser tenidos en cuenta al definir los mandatos de las operaciones de mantenimiento de la paz y las misiones políticas especiales, así como también en los esfuerzos de consolidación de la paz del Consejo de Seguridad, integrando además especialistas en cuestiones de género, violencia de género y violencia sexual en las distintas misiones dispuestas por este órgano y en los equipos de mediación, así como la inclusión de disposiciones y compromisos concretos en la materia en acuerdos de paz y de cese del fuego y una mayor presencia de mujeres en componentes de fuerzas de paz y contingentes militares y policiales.

Sin perjuicio de ello, no podemos dejar de referirnos a los casos de explotación y abusos sexuales que continúan produciéndose en las misiones de paz. Dicha situación es de la mayor seriedad y constituye el máximo desafío para la legitimidad y el futuro de tales misiones y para la imagen de las Naciones Unidas. En dicho marco, la Argentina continua apoyando firmemente la política de tolerancia cero del Secretario General, así como las distintas medidas propuestas en sus respectivos informes y las contenidas en la resolución 2272 (2016) de éste Consejo de Seguridad y 71/278 de la Asamblea General, entre otras, así como el trabajo de coordinación, prevención y contención a las víctimas de la Coordinadora Especial para Mejorar la Respuesta de las Naciones Unidas a la Explotación y el Abuso Sexuales, Jean Holl Lute, y del Fondo para el Apoyo de las Víctimas de la Explotación y el Abuso Sexuales.

Para concluir, Sr. Presidente,

Reiteramos una vez más que la violencia sexual en conflicto representa una de las más atroces y terribles violaciones a la dignidad humana, lo que constituye una inconfundible e ineludible amenaza a la paz y la seguridad internacionales. Es por ello que debemos continuar aunando esfuerzos para asegurar la protección, promoción y pleno goce de todos los derechos humanos de hombres y mujeres, niños y niñas, en condiciones de igualdad, y redoblar nuestro compromiso con la prevención, la erradicación y la rendición de cuentas frente a tales crímenes, poniendo a sus víctimas en el centro de nuestro accionar.

Muchas gracias.