Intervención del Representante Permanente de la República Argentina, Embajador Martín García Moritán
8 de octubre
Sr. Presidente,
Mi Delegación se alinea con las intervenciones realizadas por Egipto, en nombre del G77 y China, y El Salvador, en representación de la CELAC, y desea realizar comentarios en capacidad nacional relativos a dos temas de gran interés para mi país.
Sr. Presidente,
Para lograr la erradicación de la pobreza, la protección de los derechos del niño y el empoderamiento de los jóvenes mediante la educación y el acceso al trabajo decente son factores claves para alcanzar el desarrollo sostenible.
Como reflejo de nuestro compromiso en la lucha contra todas las formas de trabajo forzoso, esclavitud moderna y trabajo infantil, en diciembre de 2017 fuimos sede de la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil co-organizada junto a la OIT, la cual contó con la participación de 134 países y tuvo como resultado la Declaración de Buenos Aires. Conscientes de los desafíos vigentes, tenemos como objetivo continuar trabajando activamente en Naciones Unidas para alcanzar la erradicación del trabajo infantil, por lo que impulsaremos una resolución para declarar el año 2021 como el Año Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, para lo que esperamos poder contar con el mayor apoyo posible de todos los países.
Sr. Presidente,
Hace 40 años, el Plan de Acción de Buenos Aires reafirmó que el propósito de lo que luego se convertiría en Cooperación Sur-Sur era obtener beneficios mutuos a través del intercambio de experiencias y conocimientos, instando así a trabajar de manera integrada para enfrentar los desafíos del desarrollo.
Desde su adopción, la Cooperación Sur-Sur ha continuado expandiéndose y evolucionando, floreciendo a diferentes niveles e involucrando a una multiplicidad de actores.
A pesar de importantes logros, los países del Sur aún enfrentamos importantes desafíos económicos, sociales y ambientales. En consecuencia, resulta de suma importancia reforzar la configuración institucional de la Cooperación Sur-Sur y Triangular en todos los niveles.
En este contexto, la Segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Cooperación Sur-Sur, que se celebrará en Argentina en marzo de 2019, brinda una oportunidad única para revisar las lecciones aprendidas en las últimas décadas, identificar nuevas áreas en las que la Cooperación Sur-Sur y la Cooperación Triangular pueden tener un mayor impacto, y establecer un seguimiento adecuado en el marco del sistema de las Naciones Unidas.
Sr. Presidente,
Desde el mismo tema de la Conferencia, los Estados miembros hemos decidido explorar formas para que la Cooperación Sur-Sur apoye mejor los objetivos de desarrollo de nuestros países y la participación en la transformación global prevista por la Agenda 2030.
Partiendo de este objetivo central, creemos que se debe prestar la debida atención a cómo podemos reflejar la integración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible y la naturaleza interrelacionada de los ODS en nuestras políticas y prácticas de Cooperación Sur-Sur.
Al mismo tiempo, la brecha de conocimiento sobre tendencias, patrones y niveles de cooperación, y el acceso desigual a las soluciones y recursos siguen siendo obstáculos importantes que dificultan el progreso y la plena realización del potencial de la Cooperación Sur-Sur y su impacto en el desarrollo sostenible.
Es muy importante que se aborden estas brechas, con miras a la mejora del intercambio de conocimientos Sur-Sur, el establecimiento de redes, la creación de capacidades mutuas y el intercambio de información y mejores prácticas entre países en desarrollo.
Dicho esto, el legado de la Conferencia también debe incluir un llamado a intensificar los esfuerzos en el desarrollo de capacidades y la transferencia de tecnología. En este sentido, la Argentina busca promover esquemas de trabajo que integren a diferentes actores de la cooperación internacional, aprovechando el enorme potencial de la Cooperación Triangular y las asociaciones de múltiples actores.
Asimismo, la Conferencia de Buenos Aires también debería contribuir a la ampliación de las plataformas regionales e interregionales, que pueden ayudar a identificar estrategias de desarrollo amplias e inclusivas.
Para concluir quisiera reafirmar que la Cooperación Sur-Sur debe asumir un lugar central en la agenda de desarrollo internacional, no como un sustituto de la Cooperación Norte-Sur, sino como un complemento relevante que necesita ser aprovechado, movilizado y desarrollado aún más.
Creemos firmemente que la Cooperación Sur-Sur puede contribuir a renovar el multilateralismo e impulsar la realización de la asociación mundial para el desarrollo sostenible.
Y con eso en mente, sería importante contar con un proceso regular de alto nivel para revisar las tendencias en la cooperación Sur-Sur y triangular, su contribución a la implementación de la Agenda 2030 y el progreso realizado por la comunidad internacional y el sistema de las Naciones Unidas.
Muchas gracias.