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Promoción y Protección de los Derechos Humanos: Derechos Humanos de Migrantes, Punto 72 (byc):

Intervención de la Misión de El Salvador ante las Naciones Unidas en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC)

 

Señor Presidente,

 

Tengo el honor de intervenir a nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC.

 

Hoy en día la composición de nuestras sociedades, es el resultado de los flujos migratorios históricos y contemporáneos. La migración es una realidad multidimensional y reconocemos la complejidad de los flujos migratorios y de los movimientos internacionales, los cuales se producen dentro y entre las regiones geográficas, incluyendo aquellas desde el Sur y hacia el Sur; en este sentido, instamos a un mejor entendimiento de los patrones de la migración y las realidades entre y dentro de las regiones y subregiones.

CELAC reconoce la importancia histórica de la migración internacional en el desarrollo de las naciones desde el punto de vista económico, político, social y cultural, y la necesidad de fortalecer las sinergias entre la migración internacional y el desarrollo a nivel mundial, regional y nacional; por lo que destacamos la necesidad de que los flujos migratorios en la región y desde la región sean, regulares, seguros y ordenados, de tal forma que se resguarden integralmente los derechos humanos y la dignidad de las personas migrantes y sus familiares.

Reconocemos que en un mundo cada vez más globalizado e interconectado, las migraciones humanas, con sus diversas características e implicaciones, deben ser abordadas de forma adecuada y sistemática por todos los países, así como por la comunidad internacional, contando con la valiosa contribución de las entidades y actores pertinentes en los diferentes niveles. Por tanto, se hace necesario que los Estados de origen, de tránsito o destino, trabajen en conjunto para aprovechar plenamente los beneficios de la migración, mientras se encuentran soluciones a los retos que impone la migración internacional en nuestro tiempo.

La CELAC reafirma “… la necesidad de promover y proteger de manera efectiva los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes, independientemente de su estatus migratorio, en especial los de las mujeres y los niños, las personas con discapacidad, personas de edad, los pueblos indígenas, y de ocuparse de la migración internacional mediante la cooperación y el diálogo a escala internacional, regional o bilateral y la aplicación de un enfoque integral y equilibrado, reconociendo las funciones y responsabilidades de los países de origen, tránsito y destino en la promoción y protección de los derechos humanos de todos los migrantes y evitando aplicar enfoques que pudieran exacerbar su vulnerabilidad,” tal y como todos nosotros acordamos en la Declaración del Diálogo de Alto Nivel sobre la Migración Internacional y el Desarrollo.

La CELAC reafirma que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. Recordamos que las obligaciones que hemos contraído en virtud del derecho internacional prohíben todo tipo de discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Sin embargo, en muchas partes del mundo observamos, con gran preocupación, respuestas cada vez más xenófobas y racistas ante los refugiados y los migrantes.

En ese sentido, los países de la CELAC, conscientes de que las causas de los flujos migratorios son múltiples, alientan a los países de tránsito y destino a promover y proteger de manera efectiva los derechos humanos y las libertades fundamentales de las niñas, niños y adolescentes migrantes. Asimismo, alentamos a los Estados a abordar la migración irregular desde una perspectiva humanitaria, de modo que las políticas que regulan el flujo de migrantes se ejecuten dando especial atención al principio del interés superior del niño, sobre la base del Derecho Internacional y a los instrumentos internacionales de derechos humanos, incluyendo la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.

Instamos a la comunidad internacional, y en particular a los países de origen, tránsito y destino, a garantizar el pleno respeto de los derechos humanos de todos los migrantes; para evitar procedimientos de detención inadecuados, que obstaculicen sus derechos legales, procesales y sustantivos y, cuando corresponda, para garantizar los procedimientos de retorno, con las garantías necesarias, sin importar su estatus migratorio, sin distinción o discriminación de ningún tipo, y con especial atención a las mujeres, adolescentes y niñas y niños no acompañados o separados.

También nos comprometemos a impulsar el desarrollo de políticas públicas encaminadas a crear condiciones que favorezcan el desarrollo integral de nuestras poblaciones, en particular de los niños y adolescentes, como una forma de salvaguardar sus derechos fundamentales y mejorar sus condiciones de vida y, por lo tanto, desalentar la migración insegura e irregular.

Sr. Presidente,

Acogemos con beneplácito la adopción de la Declaración de Nueva York sobre los Refugiados y los Migrantes, así como el proceso preparatorio en curso para el pacto mundial para una migración segura, regular y ordenada. Y la reunión regional de expertos de América Latina y el Caribe, realizada en la CEPAL en Chile, los días 30 y 31 de agosto de 2017, con el objetivo de generar insumos para los gobiernos en el proceso de negociaciones intergubernamentales para el Pacto Mundial.

Asimismo, damos la bienvenida a la oferta de México para organizar una reunión preparatoria, durante el proceso en curso para el pacto mundial para una migración segura, regular y ordenada, que se llevará a cabo en Puerto Vallarta en diciembre de 2017.

Sr. Presidente,

Nos comprometemos a fortalecer la cooperación y la coordinación para abordar las violaciones y los graves abusos de los derechos humanos de los migrantes, delitos graves como el contrabando ilícito y la trata de personas, y otros tipos de abuso y explotación.

Compartimos una visión integral de la migración internacional basada en un enfoque de derechos humanos, que rechaza la criminalización de la migración irregular, así como toda forma de racismo, xenofobia y discriminación contra las personas migrantes; que reconoce a la persona migrante como sujeto de derechos, independientemente de su estatus migratorio, y en condiciones de igualdad con los nacionales del país de recepción; que provee a la integración de las personas migrantes en nuestras sociedades; que promueve los vínculos con los nacionales residentes en el exterior; y que favorece la reintegración de las personas retornadas en sus países de origen.

Instamos a los países receptores de migrantes a poner fin a las políticas que dan tratamiento selectivo a los migrantes sobre la base de su país de origen.

La CELAC alienta a los Estados a implementar políticas y programas con enfoque de género para las mujeres trabajadoras migrantes. Este es el momento oportuno de emprender acciones concretas para proteger a los trabajadores migrantes, fundamentalmente a las mujeres, a la hora de afrontar las diversas formas de explotación y violencia, y asegurar maneras efectivas para que se respete su dignidad, condiciones justas, empleo productivo y trabajo decente, así como su integración plena a la fuerza laboral.

También reconocemos que los migrantes hacen contribuciones positivas y profundas al desarrollo económico y social de las sociedades de acogida y a la creación de riqueza global. Pueden ayudar a responder a las tendencias demográficas, la escasez de mano de obra y otras dificultades que afrontan las sociedades de acogida, y aportar nuevas habilidades y dinamismo a la economía de esas sociedades. Reconocemos los beneficios que genera la migración para el desarrollo de los países de origen, incluso a través de la participación de las diásporas en el desarrollo económico y la reconstrucción. Y reafirmamos el compromiso que todos asumimos en la Declaración de Nueva York de comprometernos a reducir los costos de la migración laboral y a promover políticas y prácticas de contratación ética entre los países emisores y receptores de trabajadores, así como promover transferencias más rápidas, más económicas y más seguras de las remesas de los migrantes tanto en los países de origen como en los receptores, incluso reduciendo los costos de transacción, así como una interacción más sencilla entre las diásporas y sus respectivos países de origen. Solicitamos que estas contribuciones sean más ampliamente reconocidas y fortalecidas en el contexto de la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

La CELAC reconoce también la importancia de que los migrantes tengan derecho a un regreso voluntario seguro a sus países de origen, y la necesidad de crear condiciones sociales y políticas en el nivel nacional que ofrezcan oportunidades para ellos. En este sentido, instamos a los países de origen a formular e implementar políticas y estrategias nacionales que desalienten la migración insegura, que puede acarrear la pérdida de vidas de migrantes.

Por último, subrayamos que la migración debe ser considerada de manera integral y que las Naciones Unidas es el Foro más amplio en el que se puede hacer frente a todas las facetas de este fenómeno, en vista de los desafíos que enfrentan los migrantes en todo el mundo.

 

Muchas gracias,