56° Sesión Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer
Tema 3: Seguimiento de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer y de la 23° Sesión Especial de la Asamblea General titulada “Mujeres 2000: igualdad de género, desarrollo y paz para el siglo veintiuno”
Intervención de la Embajadora Gloria BENDER
Representante Especial para temas de la Mujer en el Ámbito Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto
de la República Argentina
“El empoderamiento de las mujeres rurales y su función en la erradicación de la pobreza y el hambre, en el desarrollo y en los problemas actuales”
Sra. Presidenta,
Una vez más la República Argentina se complace en compartir con ustedes otra sesión de esta Comisión. En esta oportunidad nos concentraremos en reflexionar e intercambiar experiencias sobre el empoderamiento de las mujeres rurales y su función en la erradicación de la pobreza y el hambre en el contexto de las políticas de desarrollo.
La Argentina atraviesa un tiempo de grandes desafíos en el que la larga lucha de las mujeres se ve plasmada en avances legislativos, compromisos políticos y la construcción de una política integral, en la que las mujeres han tomado un creciente protagonismo.
Estos avances han sido posibles por la determinación política y la convicción del Presidente Néstor Kirchner que desde el 2003 ubicó el eje central de su gestión en el respeto a los Derechos Humanos, el desarrollo social y económico con equidad. Hoy nuestra Presidenta Cristina Fernández, impulsa la profundización de ese modelo, a la vanguardia en la región en relación a la ampliación de derechos y políticas públicas con inclusión e igualdad.
En ocasión del 46º Período de Sesiones del Comité de la CEDAW el 13 de julio del 2010 en Nueva York, fue presentado el Informe País 2004-2007. En la reunión, la República Argentina ha recibido un reconocimiento por las medidas, acciones y programas que han mejorado el status de nuestras mujeres en general y en particular de aquellas más postergadas, las que han tenido la oportunidad de acceder como sujetos de derecho a, programas de empleo, microcrédito, Asignación Universal Por Hijo y a derechos previsionales en forma masiva.
La Argentina desde el año 2003 experimenta un verdadero cambio de paradigma en lo económico y productivo, que nos ha puesto frente a desafíos y oportunidades para la inserción de nuestro país y de la región en un mundo globalizado con alta demanda de alimentos.
La Argentina se perfila como una potencia mundial agroalimentaria, es un país dotado de excelentes condiciones naturales (34 M/ha de área de siembra y 40 M/ha cultivables/aprovechables con buena temperatura, radiación y agua para realizar excelentes cultivos extensivos, pasturas, cultivos industriales y fruti/horticultura). El sector primario alcanzó en la campaña 2010-2011 el récord con una cosecha superior a los 100 millones de toneladas de granos y oleaginosas y con una superficie cultivada mayor a las 35 millones de hectáreas alcanzando los estándares de calidad requeridos por los mercados más exigentes Fuente: Estadísticas- Ministerio Agricultura, Ganaderia y Pesca de la Nación (www.magyp.gov.ar) – “Evolución del Sistema Productivo Agropecuario y Agroalimentario (INTA 2010-2011).
El Estado Argentino a través del Ministerio de Agricultura de la Nación destinó un financiamiento por un total de 5.286 millones de pesos, a tasas subsidiadas, para beneficio de los pequeños y medianos productores.
Estos indicadores confirman que el Estado ha asumido un rol activo y presente a través de las políticas públicas y el financiamiento puesto al servicio del productor agropecuario y ha sabido crear buenas expectativas, estimulando la inversión y el desarrollo en el sector.
En ese contexto, las mujeres rurales tienen un rol preponderante en el desarrollo rural y especialmente en el afianzamiento de la seguridad alimentaria, es destacable el nivel de organización que vienen logrando como productoras y suministradoras de alimentos y en muchas ocasiones constituyen el pilar de la agricultura de pequeña escala. Nuestro desafío es transversalizar la perspectiva de género y con ello lograr un mayor empoderamiento y un creciente protagonismo en la participación, en la toma de decisiones y el acceso a la tierra y a los mercados en igualdad de oportunidades.
Ámbito Institucional. Planes Nacionales de Desarrollo, Políticas y Programas
El Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial, Participativo y Federal 2010-2016 (PEA), es una política pública que además de su énfasis en el agregado de valor a la producción primaria, demuestra el compromiso asumido en pos de la seguridad alimentaria y el desarrollo productivo en proyectos como bioenergía, cambio climático, agricultura familiar y desarrollo rural sustentable entre otros.
La estrategia se encamina a generar conocimientos tanto en el nivel secundario —con las escuelas agrotécnicas— como en el ámbito universitario, a sumar actores internacionales como la participación de la FAO para encarar proyectos que apuntan a mejorar la agricultura urbana y peri-urbana y la calidad de vida de los agricultores familiares con una fuerte inclusión social y territorial. En este sentido se firmó un Convenio de Cooperación Técnica con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) a fin de elaborar indicadores conjuntos que puedan aportar más datos acerca de la cuestión agro-alimentaria y exportadora y su incidencia en América Latina y el mundo.
En este marco confluyeron la voluntad política del Gobierno Nacional y los reclamos históricos, la lucha de las organizaciones de pequeños y medianos productores y de los pueblos originarios, en especial aquellos que componían el Foro Nacional de la Agricultura Familiar (FONAF).
El Gobierno Nacional viene trabajando fuertemente en brindar mejores respuestas a la problemática de los pequeños productores, es por ello que dio lugar en 2008 a la creación de la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar de la Nación, en el ámbito de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPA).
En octubre de 2009 la SAGPyA pasó a ser Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP) con lo cual la Subsecretaría se constituyó en Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar .
Desde el comienzo, la tarea tuvo un claro objetivo social y económico: visibilizar y promover a un sector claramente ignorado, que además sufría los embates del avance de la frontera agropecuaria, en manos de grupos económicos vinculados al modelo agro exportador. La creación de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, produjo un salto en la calidad institucional de la Agricultura Familiar (AF) que tiene hoy una importante presencia en la estructura funcional del Ministerio.
La Agricultura Familiar (AF) ocupa un lugar protagónico en la producción de agroalimentos y garantiza la seguridad alimentaria de la población. De este modo, se transformó en uno de los ejes esenciales de la política pública para este sector. A partir de allí, se planteó la generación de empleo en las comunidades rurales; la promoción de la radicación en los territorios, el abastecimiento local y la dinamización de las economías regionales. Se trata de una política articulada a nivel nacional, provincial y municipal.
Las acciones con este sector han crecido ininterrumpidamente, tanto desde el aspecto social como el económico en forma sostenida con el aporte del Programa de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios (PROINDER), que financia a pequeños productores que se hallan registrados en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF).
El Ministerio de Agricultura de la Nación, proporciona apoyo especial a pequeñas y medianas productoras, abriendo el camino al comercio justo y la seguridad alimentaria. El rol de la mujer campesina ha crecido notablemente a partir de su mayor organización.
A partir del año 2008, distintos programas están dirigidos a atender las necesidades de la Agricultura Familiar. El Programa Social Agropecuario (PSA) sirvió como estructura base (por su alcance nacional, con delegaciones técnicas en prácticamente todos los territorios provinciales) para muchas de las acciones que se llevan adelante.
Programa Social Agropecuario (PSA)
Este programa se propone contribuir al mejoramiento de las actividades productivas y los niveles de ingreso de los productores minifundistas, generar un espacio de participación que facilite la organización de los pequeños apicultores para que puedan asumir su propia representación y desarrollar su capacidad de gestión y promuevan su participación en las decisiones de políticas, programas y proyectos a nivel local, provincial y nacional.
El PSA gestiona créditos para los agricultores a través de dos líneas de financiamiento:
1. Fortalecimiento del autoconsumo y;
2. Emprendimientos productivos asociados que propone estimular la reconversión productiva del sector a través de: intensificación de la producción, diversificación de la misma tanto para la canasta de cultivos como de los productos zonales, cambios de rubros productivos hacia rubros no tradicionales.
Analizando información del período comprendido entre el 1/06/1993 y el 31/03/2006, se observa que la participación de las mujeres titulares de crédito constituye el 29,3% sobre el total de los beneficiarios/as del país. Neuquén es la provincia que proporcionalmente tiene mayor cantidad de mujeres titulares con un 46,2%, seguido de Misiones, Jujuy y Chubut que tienen alrededor del 38%. En el otro extremo se encuentra la provincia de Chaco con apenas un 13% de participación femenina.
Proyecto Mujer Rural
Antecedentes
El Proyecto Mujer Campesina e indígenas se inició en el año 1989 en la Dirección de Desarrollo Agropecuario de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, como un programa pionero en temas de desarrollo dirigido a las mujeres rurales de las provincias del Noroeste y Noreste argentino. La Secretaría asume un perfil social no solo agropecuario, en los inicios con financiamiento del Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer (UNIFEM) , y luego con fondos del Ministerio. Posteriormente las actividades se ampliaron a otras regiones a partir de estrategias de alianzas con instituciones estatales y organizaciones no gubernamentales y se contó con otras fuentes de financiación.
El Estado a través de una política de Desarrollo Rural asume la atención integral de estos grupos, en un acto fundante, reconociendo sus derechos y favoreciendo el acceso a los recursos materiales y humanos que el Estado posee.
Las líneas de trabajo de la Secretaría de Agricultura Familiar son: inclusión social, capacitación, promoción y fortalecimiento de las organizaciones, y seguridad alimentaria.
El área tiene como objetivo general incorporar la perspectiva de género en el desarrollo rural para lograr un mejoramiento de la calidad de vida de las mujeres y una inserción más equitativa. De este objetivo general se desprenden objetivos específicos, tales como: que las mujeres participen en las decisiones que hacen a su situación productiva y reproductiva, logrando mejores condiciones de vida y una visión más profunda de su realidad.;que se conviertan en agentes de cambio de su propia situación, la de su familia y la comunidad a través de un proceso autogestionario y lograr un espacio propio y una organización propia, a través de las actividades de capacitación y encuentros periódicos entre ellas.
En el ámbito de la Secretaria de Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura se creó el área de género. Dentro del área funciona el proyecto mujer campesina e indígenas el cual se inició en el año 1989 como un programa pionero en temas de desarrollo dirigido a las mujeres rurales y trabaja con mujeres campesinas e indígenas de 18 a 60 años, que mayoritariamente cuentan con el nivel primario completo y tienen en promedio de 6 a 12 hijos. Desde su creación, el programa ya ha formado 10.000 mujeres con capacidad de organización y gestión —5000 indígenas de las distintas etnias y 5000 campesinas— y cuenta con una publicación que se distribuye en todo el país, la revista “campesinas”, 2000 ejemplares (por tirada).
En el marco del proyecto Mujer Rural, se conformó una organización de mujeres campesinas e indígenas de toda la argentina —MUCAAR— que representan a 2500 mujeres de 450 grupos de base- y se benefició a 23.000 mujeres con proyectos productivos. Además, se conformó una red nacional de técnicas —TRAMA— de la que participan 80 técnicas de diversas formaciones universitarias, siendo mayoritariamente agrónomas que forman parte de la subsecretaría de agricultura familiar. Esta red nacional tiene como objetivo capacitar y apoyar los procesos de las mujeres campesinas.
Plan Nacional de Seguridad Alimentaria
El Plan Nacional de Seguridad Alimentaria del año 2003 surge como respuesta a la crisis que atravesaba el país. Este plan, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social, intentó articular, en alguna medida, la práctica asistencial con la autoproducción de alimentos –en granjas y huertas, familiares o comunitarias- y con programas destinados a los pequeños productores, por ejemplo con el Programa-Pro Huerta.
El Plan busca brindar asistencia alimentaria acorde con las particularidades y costumbres de cada región del país; facilitar la autoproducción de alimentos, realizar acciones en materia de educación alimentaria y nutricional.
Dentro de este plan se destaca el proyecto Pro-Huerta, con 20 años de existencia, que promueve prestaciones básicas (insumos, capacitación) para que familias y grupos generen sus propios alimentos frescos de huertas y granjas. También busca que los/as productores/as participen en Ferias Francas, redes de trueque y micro emprendimientos.
Otros Programas
El Programa de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios (PROINDER) tiene dos componentes principales:
1. Apoyo a las Iniciativas Rurales y;
2. Fortalecimiento Institucional
Para el primer componente, el propósito está centrado en mejorar las condiciones de vida de 40.000 familias rurales pobres de Pequeños Productores Minifundistas y Trabajadores Transitorios Agropecuarios, mediante la financiación de iniciativas productivas agropecuarias o sus actividades conexas. La estrategia desarrollada combina criterios de selección para la población objetivo, priorizando áreas geográficas con índices elevados de pobreza rural, como así también procura garantizar la incorporación y rescatar el rol de los grupos vulnerables al interior de la pobreza rural agraria.
Los subproyectos que corresponden a mujeres rurales se incorporan a mediados del año 2005 y están destinados a brindar financiamiento y asistencia técnica a mujeres rurales, para la incorporación de tecnologías asistenciales para actividades domésticas. Sus destinatarios son mujeres rurales, independientemente de si ellas o algún integrante de su familia hayan recibido financiamiento anteriormente.
Sus objetivos son mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres y lograr una mayor eficiencia en el aprovechamiento de los recursos naturales y energéticos. Las donaciones están destinadas exclusivamente a la adquisición de insumos, bienes o equipos que aumenten la eficiencia en el aprovechamiento de la energía (solar, eólica, térmica) y que signifique un ahorro y alivio del trabajo doméstico de las mujeres. Este subproyecto ha financiado 269 proyectos de mujeres en el país hasta mediados del año 2006.
Programas de Desarrollo Rural (PRODERNOA y PRODERNEA)
El PRODERNEA es un programa de inversiones en el área rural cuyo propósito es contribuir a superar las condiciones que generan la pobreza rural, a través del aumento sostenible del ingreso y de la capacidad de autogestión de pobladoras y pobladores rurales e indígenas de las provincias del noreste argentino, que realicen emprendimientos productivos agropecuarios o no agropecuarios. Para ello brinda asistencia técnica y financiera, apoyo en la gestión de proyectos y capacitación para aumentar y diversificar las explotaciones existentes, facilitar cambios tecnológicos y capitalizar a las pequeñas unidades productivas y de negocios. El mismo se desarrolla en las provincias de Formosa, Corrientes, Chaco y Misiones. Siendo sus objetivos específicos:
• Aumentar el ingreso proveniente de las actividades productivas de las mujeres y varones y varones rurales, tanto agrícolas como no agrícolas, a través de la diversificación de la producción, el cambio técnico y el aumento de la productividad.
• Minimizar los costos económicos y sociales que implica la reconversión productiva necesaria para adecuarse a las nuevas políticas económicas y a los cambios institucionales del país. En particular se busca disminuir los costos y riesgos que para el pequeño agricultor tiene la inserción en nuevos mercados.
• Promover y consolidar las organizaciones de pequeños productores a fin de fortalecer la institucionalidad local y apoyar la sustentabilidad de las experiencias asociativas y autogestionarias en áreas como el acopio y la comercialización, la compra de insumos, la transparencia de tecnologías, el manejo de fondos rotatorios.
• Contribuir a la conservación a largo plazo del medio ambiente, a partir del manejo de los recursos naturales renovables.
• Ayudar a mejorar las condiciones de vida, y la conservación de los valores culturales de las etnias aborígenes, y a mantener y reforzar su dominio sobre sus territorios y recursos.
• Fortalecer las instituciones públicas y privadas de desarrollo rural de la región.
La perspectiva de género atraviesa todos sus niveles y acciones y el objetivo es lograr una mayor igualdad de oportunidades entre el hombre y la mujer en el acceso a los servicios del Programa. Específicamente se apunta a promover la activa participación de las mujeres en la gestión de sus proyectos y la del Programa; lograr un mayor nivel de participación y autogestión de las mujeres beneficiarias; potenciar la capacidad de gestión y demanda de las pobladoras rurales; instalar en el sector público la perspectiva de género en las acciones de apoyo a los pequeños productores y reforzar la capacidad de oferta de servicios especializados del sector privado, de apoyo a la resolución de la problemática de género de las familias de pequeños productores rurales.
En las provincias del noroeste argentino funciona desde hace menos de cuatro años el PRODERNOA, el cual también es un proyecto de inversión en actividades productivas y de servicios que busca potenciar los recursos disponibles de los pequeños productores y de los grupos. Al igual que el PRODERNEA, brinda asistencia técnica y financiera, apoyo en la gestión de proyectos y capacitación. Está destinado a las provincias de Catamarca, Jujuy, Salta y Tucumán, pero actualmente se ejecuta en las provincias de Catamarca y Tucumán.
Sus objetivos específicos son introducir mejoras en la productividad de actividades agropecuarias, agroindustriales y otras actividades económicas rurales no agropecuarias, diversificar las actividades económicas, fortalecer la capacidad de autogestión y de organización de los beneficiarios e impulsar mejoras en la gestión empresarial, el desarrollo de negocios y las vinculaciones con los mercados. A su vez busca facilitar el saneamiento de títulos fiduciarios; establecer mecanismos sustentables para la provisión de servicios de información, asesoría y promoción de negocios a los beneficiarios; asistir a grupos focalizados de las provincias caracterizados por carencias extrañas y fortalecer la perspectiva de género y la integración socio-productiva de los jóvenes a través de las actividades del proyecto.
Al igual que PRODERNEA, la perspectiva de género atraviesa todos sus niveles y acciones conteniendo los mismos objetivos.
En el ámbito del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) que es una institución pionera en el diseño y ejecución de programas de investigación y extensión dirigidos al desarrollo rural, se ha creado recientemente el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar que tiene entre sus ejes de acción el tema género.
Desarrollo Social y Salud
Desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación se han impulsado diversos programas y planes con alto impacto en las mujeres, aunque no estuvieron especialmente enfocados a las mujeres o mujeres rurales, tienen a éstas como principales beneficiarias. Entre ellos se cuentan: el Plan Nacional de desarrollo territorial y abordaje integral “Ahí en el lugar”; Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social “Manos a la obra”; Programa Nacional “Fondo Nacional de Microcrédito y Economía Social”; Programa de generación de empleo “Argentina Trabaja”; Programa de centros de desarrollo infantil en zonas rurales “Jardines de Cosecha. Sembramos Futuro”; Plan de Inclusión Previsional; Programa Nacional de Asignación Universal por Hijo (AUH)
Acciones en el ámbito de la Salud
En el año 2010 se puso en marcha la línea telefónica nacional, gratuita y confidencial 0800 Salud Sexual que brinda información sobre derechos sexuales y reproductivos y deriva a servicios de salud en todo el país. Está probado que las líneas telefónicas gratuitas se instalan y son utilizadas por la población sólo si se conoce su existencia. Por lo tanto, la implementación del servicio telefónico se acompañó de una estrategia de visibilización de una línea conformada principalmente por lanzamientos locales, con apoyo en un video elaborado especialmente y un compromiso de los referentes de los Programas Provinciales de Salud Sexual y Reproductiva y/o organizaciones de la sociedad civil. La línea cuenta con un mapa de los servicios especializados que brindan Consejería en Salud Sexual y Reproductiva, Colocación de DIU, hospitales que realizan vasectomía y ligadura, en permanente actualización, donde se especifica la ubicación, horarios de atención y profesionales a cargo de los distintos centros. Consideramos que esta es otra herramienta con la que cuentan las mujeres rurales.
Asimismo, desde el Programa se ha trabajado en actividades de formación de promotores y promotoras con los equipos técnicos de la Subsecretaria de Agricultura Familiar que trabajan con grupos y organizaciones rurales.
La revista "Campesinas: Juntas por nuestra identidad, dignidad y autonomía", incluyó un suplemento especial sobre salud sexual y reproductiva en el que se incorpora información sobre métodos anticonceptivos, anticoncepción hormonal de Emergencia, prevención del cáncer de cuello de útero y en el que se difunde la línea 0800 Salud Sexual.
En el año 2010 y en el marco de la Campaña Nacional "Derechos sexuales y reproductivos. Tus derechos", orientada a promover la difusión de los derechos sexuales y reproductivos y el interés de la población en acudir a los servicios de salud. Se elaboraron materiales gráficos (postal, calcos y afiche) con el concepto "Derechos sexuales y reproductivos. Tus derechos" y cuñas radiales en castellano y en tres lenguas de pueblos originarios, wichi, kón (toba) y guaraní. Hacemos mención a estos materiales ya que en nuestro país un porcentaje importante de la población de los pueblos originarios reside en las zonas rurales y su economía es del tipo agraria – rural.
Por último, algunas organizaciones de mujeres campesinas participaron del “Primer Encuentro Nacional de Mujeres Organizadas por los derechos sexuales y reproductivos: salud Sexual y prevención de cáncer cérvico-uterino" surgido de la necesidad de contar con un diagnóstico nacional de salud sexual y reproductiva, en el que se reflejaran las voces y experiencias de las organizaciones de mujeres.
Mujeres rurales en Argentina: acceso a derechos
Cuando se trata de comprender la situación por la que atraviesan las mujeres rurales es necesario reconocer que la asimetría de las relaciones de poder entre mujeres y varones atraviesa verticalmente toda la estructura agraria y que si bien, hombres y mujeres participan activamente de la actividad productiva en las áreas rurales no lo hacen desde la misma posición. Estas diferencias de género se traducen en importantes inequidades en desmedro de las mujeres y las afectan tanto en el acceso y uso de los recursos y de los bienes como en la diferencia de oportunidades, en la participación y en la toma de decisiones.
En el ámbito rural el sujeto agrario sigue siendo reconocido únicamente como masculino y se persiste en brindar asistencia técnica y crédito a los hombres. A la hora de acercar crédito, oferta técnica o capacitaciones muchas veces las mujeres no son identificadas como interlocutoras válidas ni como productoras aunque está demostrado que trabajan en la producción y toman decisiones respecto a ésta pero generalmente lo hacen al interior de sus hogares.
Es por esto que se insiste desde las políticas públicas en la necesidad de contemplar la perspectiva de género a fin de que los técnicos de campo, los capacitadores y los formuladores de las políticas rurales actúen como agentes de cambio y que los proyectos de desarrollo local contemplen el rol de las mujeres productoras como protagonistas del proceso productivo. Este enfoque redundará necesariamente en una mayor eficiencia de dichos proyectos.
Trabajo No remunerado de las mujeres rurales
En la mayor parte de las agriculturas familiares las mujeres, participan en la actividad de renta de la finca, elaboran productos para la venta (artesanías, quesos, dulces, pan, etc.) y, cuando es posible, comercializan los excedentes de su producción de autoconsumo. Cuando estas actividades las realizan en el hogar junto a la familia y no reciben remuneración, son consideradas como “ayuda”.
Su aporte a los ingresos de la familia, aunque no necesariamente como productora agropecuaria, es significativo y sus actividades de autoconsumo garantizan la seguridad alimentaria en los hogares rurales pobres. Sin embargo, las mujeres tienen una baja participación en la toma de decisiones de los recursos de la finca.
Cuando son jefas de hogar –en general, esto ocurre porque no hay un varón en el hogar por migración temporal o permanente o por la muerte del cónyuge–, existe una mayor fragilidad económica y social.
Las jornadas de trabajo de las mujeres rurales, considerando las actividades productivas, reproductivas y domésticas, suman entre 16 y 18 horas por día. La cantidad de tiempo dedicado al trabajo doméstico aumenta en las zonas donde hay problemas de acceso a los recursos naturales porque las mujeres ocupan más tiempo en la recolección de leña y agua.
En el contexto mencionado, las mujeres tienen una escasa valoración de su trabajo y no advierten la cantidad de horas que trabajan en el día ni como esto limita su participación en actividades comunitarias y sociales.
La fuerte asignación de las labores domésticas y la crianza y cuidado de los hijos a las mujeres y la poca valoración de su trabajo productivo, constituyen una de las fuentes principales de la inequidad en las relaciones de género, ya que es uno de los factores más importantes que las mantiene aisladas de las esferas públicas, lugar donde operan los procesos que contribuyen a generar el cambio tecnológico, económico, político y social de un país.
En cuanto a la situación de las mujeres en el mundo rural es necesario analizar su evolución conjuntamente con los procesos sociales y políticos, la ampliación de derechos de las mujeres y de la incorporación de perspectiva de género en los contextos históricos y culturales, considerando la importante labor de los diversos movimientos de mujeres campesinas.
El Gobierno Argentino continúa trabajando para seguir profundizando su política general de Derechos Humanos y dentro de los Programas y Proyectos que construyen un modelo político, económico y social basado en inclusión e igualdad de oportunidades. Sin duda, la introducción de la perspectiva de género es indispensable a fin de remover patrones y estereotipos, así como promover leyes que conducen a mejorar la condición y posición de las mujeres en la sociedad.
Avances Legislativos para las mujeres en Argentina
Ley 26.485: Violencia Contra las Mujeres
En materia legislativa se ha producido un avance significativo que ha puesto al país en un lugar de vanguardia en materia de prevención, protección y atención de la violencia basada en relaciones de género, al sancionarse “la Ley 26.485 Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres en los ámbitos que desarrollan sus relaciones interpersonales”. Esta legislación ofrece un marco integral para la atención y prevención de la violencia, e incorpora nuevas figuras (además de la violencia física, psicológica, sexual y patrimonial) , tales como: la doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva (la que vulnera el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente el número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos); la violencia obstétrica (ejercida sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales durante el embarazo, parto y postparto); y la violencia mediática que es la que se ejerce a través de los medios de comunicación.
Leyes Laborales
La Ley Nacional Nro. 24.576 que modifica el título II de la Ley de Contrato de Trabajo, al agregar el capítulo “De la Formación Profesional” que establece la promoción profesional y la formación en el trabajo en condiciones igualitarias en acceso y trato para todos y todas los y las trabajadoras/es.
La Ley Nacional Nro. 26.727 “Ley del peón rural” implica un avance significativo y un hito que pone fin a una norma de la dictadura militar y es un cambio absoluto en el sistema de contratación de los trabajadores/as, sobre todo los temporarios que son los más vulnerables del sector rural. Particularmente, significa un punto de partida en la promoción y reconocimiento de derechos específicos de las mujeres a fin de asegurar su participación en el ámbito laboral en condiciones de igualdad con los varones. En ese marco, cabe señalar los siguientes aspectos contemplados por la nueva ley:
• Formalización de la relación laboral, incluyendo a la modalidad temporaria, cíclica o estacional y la garantía de condiciones mínimas en cuanto a las condiciones salariales y no salariales de trabajo.
• Habilitación de espacios de cuidado infantil para niños y niñas a cargo del trabajador/a que no han cumplido la edad escolar, cualquiera sea la modalidad de contratación.
• Acceso equitativo a la formación y/o certificación de competencias laborales.
• Derecho a la jubilación ordinaria a los 57 años para varones y mujeres, en tanto acrediten aportes y 25 años de servicio.
• Licencias en general: rigen las establecidas por la ley 20.744, ley de contrato de trabajo y sus modificatorias. En cuanto a las licencias especiales, cabe destacara los avances en el reconocimiento por maternidad y paternidad. En el primer caso, se extiende este derecho a las trabajadoras temporarias, significando esto un avance en sus derechos y una equiparación con el resto de las trabajadoras. Esto implica la estabilidad en el empleo durante el período de gestación y el vencimiento de la licencia y el acceso a las asignaciones que confieren los sistemas de seguridad social.
Ley Nacional de Servicios de Comunicación Audiovisual
Profundizando el compromiso en pos de la erradicación de los estereotipos de género es de destacar la sanción de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisuales que, entre muchos avances apunta explícitamente a promover imágenes equilibradas y variadas de hombres y mujeres en los medios de comunicación así como considerar la diversidad cultural, lingüística y étnica de nuestro país.
Leyes y Programas para la educación
Ley de Educación Técnica No. 26.058 sobre la formación técnica profesional reconfigura la formación técnica en todo el país. En su artículo 40 se mencionan medidas específicas cuya aplicación garantizará a los jóvenes de ambos sexos el acceso a la formación técnica y agropecuaria la permanencia en ella en las situaciones de riesgo social o cuando hayan dificultades para lograr un aprendizaje. También afirma que se tomarán medidas para incorporar a la mujer a la formación técnica profesional. De acuerdo con el Censo de Escuelas Técnicas de los 230 mil estudiantes el 37% son mujeres, matrícula que históricamente no había superado el 11% de mujeres en estas escuelas.
El Programa “Una computadora para cada alumno” del año 2010 prevé la distribución de 250.000 netbooks en un total de 1.200 escuelas secundarias técnicas públicas (industriales y agropecuarias). Los beneficiarios de esta iniciativa serán 20 mil docentes del último ciclo de las escuelas técnicas.
El Plan Nacional de Telecomunicaciones “Argentina Conectada”, en el marco del Plan de Conectividad Satelital, alcanzó la instalación de TV Digital – Satelital en las escuelas primarias rurales en más de 9.600 escuelas de todo el país, previendo para el año 2012 llegar a las 11.500 escuelas rurales. Esto tuvo un importante impacto en los /las alumnos/as de las escuelas rurales.
Los Movimientos Sociales y Redes de Mujeres
La mayoría de las organizaciones no gubernamentales dedicadas a estos temas han ido incorporando la perspectiva de género en forma progresiva en sus programas institucionales. Estas instituciones reciben financiamientos de programas del Estado Nacional como así también de organismos internacionales y cada una de ellas tiene diferentes estrategias para la incorporación de las mujeres o de la perspectiva de género en sus actividades.
De las experiencias con más antigüedad se destaca la del Centro de Promoción Rural (CEPRU). Los ejes principales de su trabajo se pueden sintetizar en: mujer-género-desarrollo, entendiendo a éste último en sus diferentes planos: personal, familiar, laboral, social. La estrategia de esta institución para el trabajo con mujeres es reflexionar sobre su rol en la comunidad e identificar situaciones de discriminación y promover el empoderamiento.
Por afuera de las estructuras institucionales y como parte de un movimiento creciente existen diferentes formas de asociación y acción de grupos diversos que crecen en la búsqueda de reivindicaciones por el derecho a la tierra, el agua o a la producción, con una participación femenina activa.
El MML – Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha - surgió frente a la crisis del endeudamiento del sector, pero con el tiempo se fue convirtiendo en una fuerte voz crítica al modelo en su conjunto. Esta ruptura las habilitó para analizar y deconstruir sus propias deudas, plantear las irracionalidades de los montos que se fueron acumulando, y generar un nuevo discurso que pusiera en tela de juicio la legitimidad del endeudamiento y del modelo económico general. Asimismo, el MML aparece como un claro representante de la “nueva protesta social agraria”, y ello porque logra sumar a sus demandas económicas otras que dan cuenta de los problemas de la sociedad de fin de siglo. En este caso, el tipo de actor -una organización de mujeres chacareras o campesinas- condiciona esas otras demandas que logran expresar y simbolizar en la construcción del movimiento. La cuestión de género fue aglutinante, pero también aparecen cuestiones que hacen a la posibilidad de elegir una manera de vivir muy propias de nuestro mundo globalizado.
Existen algunas organizaciones de mujeres rurales de segundo grado, que reúnen a delegadas de grupos de base y también hay organizaciones mixtas que tienen su espacio específico para las mujeres o distintos sistemas que garantizan la representatividad de las mismas.
Asimismo, deben destacarse MUCAAR (Mujeres Campesinas y Aborígenes Argentinas) y TRAMA, mencionadas con anterioridad en el presente informe.
Existen dos experiencias sistematizadas por Mujeres Campesinas y Aborígenes (MUCAAR) y coordinadas por el Proyecto Mujer Campesina de la Subsecretaria de Agricultura Familiar con ayuda del Grupo Choriavi, institución que apoya procesos de aprendizaje social. Una primera experiencia en Salta con producción y comercialización de vinos artesanales y en Misiones con ferias y comercialización de yerba mate. Estas experiencias afianzan el rol económico de las mujeres y la sistematización de estas experiencias se hizo conjuntamente con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. En el caso de Salta se generó una comercialización a través de una RED de Turismo Campesino que ofrece degustaciones, alojamiento y venta de vinosa partir de la mejora de calidad del vino, aportes tecnológicos y capacitación de parte del INTA. Participaron doce comunidades diaguitas-calchaquíes que lograron obtener a través del Instituto Nacional de Vitivinicultura el reconocimiento de calidad artesanal del vino.
Por su parte, las mujeres de Misiones crearon la Cooperativa Río Paraná para la producción, comercialización de yerba mate en redes de comercio justo y venta de productos exentos de impuestos. Las experiencias con participación directa de mujeres generaron un impacto favorable en el sostenimiento de las políticas de seguridad alimentaria. Asimismo, las campesinas han logrado, a través de las oportunidades comerciales, su inclusión en la seguridad social y de salud.
También cabe destacar la experiencia aportada por la Red Puna. Se trata de una organización social que nuclea a 30 comunidades campesinas e indígenas de la Puna y Quebrada y forma parte del Movimiento Nacional Campesino e Indígena. La Red cuenta con apoyo de la Cooperación internacional especialmente para abordar temas de género. La Red Puna constituyó en 2002 un Área de Género que tiene como función transversalizar la perspectiva hacia las micro redes territoriales. La capacitación se dirigió en sus comienzos a temas vinculados a la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Estos contenidos no pusieron en conflicto a las técnicas mujeres ni a las campesinas con los varones. Es recién cuando se tratan los temas de violencia doméstica que las resistencias culturales de género se hacen conflictivas tanto con los campesinos como con los mismos técnicos.
Acciones del Consejo Nacional de las Mujeres
A continuación se señalan algunas de las actividades realizadas por el Consejo Nacional de las Mujeres, mecanismo para el adelanto de las mujeres de nuestro país, en relación con las mujeres rurales:
• Durante los años 2009 y 2010, el Consejo tuvo presencia institucional en varias reuniones y encuentros organizados por grupos de mujeres rurales y organismos de gobierno que trabajan el tema.
• En el año 2010 el Consejo financió y auspició la publicación de la revista “Campesinas. Revista de mujeres campesinas y aborígenes de la Argentina”, editada por la Subsecretaría de Agricultura Familiar (Secretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, MAGyP). La articulación con el área de Género y Juventud, Subsecretaría de Agricultura Familiar.
• En el año 2009 se firmó un convenio de coproducción con la productora La Brújula para la realización de un programa titulado “Se dice de Mí” conformado por trece capítulos temáticos. El mismo fue emitido a lo largo de 2010 y 2011 por el Canal Encuentro. El Consejo Nacional de las Mujeres se encargó de sugerir la temática de cada capítulo, ocupándose uno de ellos específicamente de la situación de la mujer rural “CAMPESINAS” para ello se contó con el apoyo de la Subsecretaría de Agricultura Familiar.
• Se financiaron Proyectos de Fortalecimiento Institucional a Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) que trabajan con comunidades campesinas en diferentes provincias.
En nombre de la República Argentina ansiamos que las jornadas de trabajo que hoy comienzan sean altamente productivas y nos permitan celebrar los logros alcanzados y dar cuenta de los desafíos que enfrentan las mujeres rurales en nuestros países sobre los que es preciso reflexionar. Confiamos en que el trabajo de esta Comisión constituya una inestimable guía para las acciones y estrategias futuras que emprendamos a nivel nacional.
Muchas gracias.
Misión Permanente Argentina ante Las Naciones Unidas
56 CCJSM, Nueva York, 29 de Febrero de 2012