Intervención del Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, Embajador Jorge Faurie
21 de junio
SEÑOR PRESIDENTE,
Antes de iniciar mi intervención permítame hacer un minuto para tener un pensamiento para el ex Ministro de Relaciones Exteriores, Dante Caputo, que fuera también presidente de la 43° Asamblea General de las Naciones Unidas. Fue el primer Canciller de la democracia y en esa calidad fue un comprometido luchador, por defender la libertad, la defensa de las ideas políticas, la capacidad de disenso y sobre todo, un comprometido luchador por los derechos humanos. Fue un hombre que trajo a la política exterior argentina un sentido de las relaciones regionales y convencido de la necesidad de crear un continente de paz y entendimiento entre los pueblos de nuestra área trabajó denodadamente por establecer ese vínculo y superar las hipótesis de conflicto que en nuestra historia habían permanecido con Chile y Brasil, sentando las bases para un proceso que hoy todos conocemos como el Mercosur.
Hecho este recuerdo, quiero agradecer a usted y a los miembros de este Comité la posibilidad de esta intervención.
En primer lugar, lo felicito a Usted por su designación como Presidente del Comité, desearle éxitos en su gestión y transmitirle, a Ud. y a todos los miembros de este órgano, que podrán contar, como todos los años con el pleno apoyo y la confianza de la República Argentina en sus labores.
Han pasado 57 años desde la adopción de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General, un verdadero hito en el proceso de descolonización llevado adelante por las Naciones Unidas. Desde entonces, y a través de la labor de esta Organización, más de 80 antiguas colonias han obtenido su independencia.
La “Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales” tuvo – pero sigue teniendo- la finalidad de eliminar del colonialismo en todas sus formas y manifestaciones, de conformidad con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el mandato de la Asamblea General.
Este desafío ha sido siempre alentado desde su génesis por mi país, cuando acompañamos con nuestro voto aquella resolución y el apoyo que dimos en aquel entonces se ve renovado año tras año, a través de nuestra contribución a los esfuerzos del Comité y nuestra participación en los Seminarios regionales.
El Comité puede sentirse satisfecho de los éxitos alcanzados pero su tarea aún no está concluida. Subsisten aún 17 territorios no autónomos cuyas situaciones coloniales permanecen pendientes de solución y son objeto de tratamiento anual en el seno de este Comité Especial.
Precisamente, entre esos 17 casos coloniales como ustedes conocen bien se encuentra, como usted bien sabe, la Cuestión de las Islas Malvinas, la cual tiene toda y la mayor importancia para mi país.
Los derechos de soberanía de la Argentina sobre estos archipiélagos y espacios marítimos circundantes se sustentan en sólidos antecedentes históricos y jurídicos como los peticionarios argentinos pudieron referir.
No creo necesario recordar en estos momentos la historia completa de esta disputa, pero sí – como lo hicieron quienes me precedieron en el uso de la palabra ante este Comité - quisiera remarcar que el paso del tiempo no ha disminuido en nada la validez de nuestro reclamo, ni modificado nuestra convicción de que esta disputa de soberanía debe solucionarse pacíficamente, mediante negociaciones bilaterales entre mi país y el Reino Unido.
Esta convicción está claramente plasmada en el más importante instrumento jurídico de la Argentina: nuestra Constitución Nacional.
Allí consta con total claridad el objetivo permanente de todos los argentinos de recuperar el ejercicio pleno de nuestra soberanía, de conformidad con lo que prevé el derecho internacional pero al así hacerlo –ciertamente – los argentinos hemos consagrado en nuestra constitución nuestro compromiso de respetar el modo de vida de los habitantes de Malvinas.
Esta es una cuestión que trasciende a los gobiernos y que está por encima de cualquier diferencia política y partidaria. Es una política de Estado. Por ello, me siento muy honrado de que la delegación argentina esté integrada por el Presidente Provisional del Senado de la Nación, senadores y diputados nacionales que representan distintas fuerzas políticas que trabajan y representan al pueblo argentino, como también la Gobernadora de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, que también está hoy con nosotros, acompañada ella por legisladores provinciales también de los diferentes partidos de esa provincia y altas autoridades fueguinas. Que muestran el compromiso de todos los argentinos con Malvinas.
Luego de escuchar a quienes me han precedido en el uso de la palabra, me parece importante recordar que la Cuestión relativa a las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes ha sido caracterizada por este mismo cuerpo como un caso “especial y particular” de descolonización, ya que en él subsiste una disputa de soberanía, lo que fue así reconocido por la Resolución 2065 (XX).
Esta disputa nace del quebrantamiento de la integridad territorial del Estado argentino en 1833, cuando el Reino Unido ocupó las Islas y expulsó a la población y autoridades argentinas allí legítimamente constituidas, desconociéndose el ejercicio de soberanía que ese momento detentaban las autoridades argentinas de entonces como legítimos herederos de España a partir de nuestra independencia. Como sabemos, luego las autoridades británicas procedieron a poblar el territorio con sus propios colonos e impidieron al mismo tiempo la llegada de ciudadanos argentinos.
Hay que destacar que ninguna de las Resoluciones de las Naciones Unidas ha incorporado el principio de libre determinación como criterio a seguir en el proceso de descolonización de este territorio. En 1985 la Asamblea General rechazó, por una amplia mayoría, dos propuestas de enmienda tendientes a incorporar en el proyecto de resolución una referencia a este principio.
El principio de libre determinación requiere, para poder ser esgrimido y aplicado, que exista un pueblo sujeto a dominación extranjera, es decir: se necesita un sujeto activo pasible de ser titular del derecho a disponer de su libre determinación.
Como reconocerán en el caso de las Islas Malvinas, difícilmente podría considerarse que sus habitantes hayan estado alguna vez sujetos a dominio colonial extranjero.
No existe en las Islas Malvinas un pueblo titular de este derecho, por lo que reconocerles a los habitantes de las Islas la potestad de decidir sobre el estatus del territorio que habitan, iría contra de la letra y espíritu de la Resolución 1514 (XV) así como contra el derecho internacional en materia de descolonización.
La Argentina siempre ha defendido la aplicación del principio de libre determinación pero en aquellos casos donde esta Organización entendió que así correspondía. Pero debe tenerse presente que “Descolonización” y “libre determinación” no son sinónimos. No todos los casos de descolonización encuentran su solución a través de la aplicación del principio de libre determinación y en la Cuestión Malvinas, la Asamblea General y este Comité Especial ya lo han dicho con toda claridad en diferentes ocasiones.
Al mismo tiempo que reconozco la validez del principio de integridad territorial y la inaplicabilidad del principio de libre determinación, tengo que señalar con igual énfasis que la Argentina no es indiferente a los intereses de los isleños, ni a su bienestar ni a su prosperidad.
La República Argentina tiene un compromiso en en su Constitución Nacional de respetar el modo de vida de los habitantes de las islas y, por ello, mantiene una actitud constructiva respecto a quienes allí habitan, teniendo en cuenta sus intereses, tal como lo ha pedido esta Organización en diferentes oportunidades.
Una muestra de ello fue que en el marco de las negociaciones entabladas con el Reino Unido luego que adoptáramos de la Resolución 2065 (XX), al mismo tiempo que se trabajábamos distintas propuestas para solucionar la disputa que contemplaban la restitución del ejercicio de soberanía a la Argentina, mi país en los años 70´ adoptó un conjunto de medidas orientadas a mejorar la calidad de vida de los isleños, incluyendo el establecimiento de conexiones aéreas, la provisión de combustibles, servicios y alimentos, entre otros.
Tal como en ese momento, aún hoy y siguiendo el compromiso que todos los gobiernos democráticos argentinos asumieran volvemos a reiterar el ofrecimiento a los habitantes de las Islas Malvinas de acceder y utilizar nuestro sistema de educación y de salud, en pie de igualdad con todos los argentinos que están en el territorio continental.
SEÑOR PRESIDENTE:
En el marco de este reclamo argentino de poder reanudar negociaciones, el Presidente Mauricio Macri ha impulsado una nueva fase en la relación con el Reino Unido.
Esta línea de trabajo se ha traducido en la realización de visitas recíprocas de las más altas autoridades de ambos países, al igual que misiones comerciales y empresariales, y también iniciativas en los campos de cooperación científica y cultural y coordinación en el ámbito multilateral.
En mayo pasado tuve oportunidad de recibir en Buenos Aires al Secretario de Estado de Relaciones Exteriores Boris Johnson, en lo que constituyó la primera visita de un Ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido a la Argentina luego de 22 años.
De la misma forma, inmediatamente luego de la visita del Secretario Johnson, el Jefe de Gabinete de Ministros de mi país, Marcos Peña, realizó una visita a Londres que tuvo una agenda bilateral rica en contactos y con importantes perspectivas para desarrollar la cooperación bilateral y en otros planos para la Argentina y el Reino Unido.
Con el mismo espíritu que el Presidente Macri encara las relaciones con el Reino Unido y a fin de promover una mayor conectividad entre el territorio continental argentino y las Islas Malvinas, permitiendo estrechar lazos con sus habitantes en las Islas Malvinas, ambos gobiernos hemos desplegado gestiones ante los países vecinos del MERCOSUR para poder establecer un vuelo adicional a la frecuencia semanal que hoy ya existe.
De la misma forma un mes atrás, y luego de catorce años, se ha vuelto a reunir el Subcomité Científico de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur alentados por la vocación compartida de preservar los recursos naturales y pesqueros en esa área.
Debo comentar que Argentina reconoce el apoyo dado por el buque de investigación antártico Protector en la hasta ahora infructuosa búsqueda del submarino ARA San Juan, gesto que apreciamos y valoramos. Pero en esos términos, nada más importante desde que tuviéramos la anterior encuentro de este Comité en junio del año pasado que los resultados alcanzados de la colaboración desarrolladas entre autoridades argentinas, el Reino Unido, con la colaboración del Comité Internacional de la Cruz Roja, para llevar adelante la identificación de los restos de soldados argentinos que permanecían enterrados en el Cementerio de Darwin como “soldados argentino sólo conocido por Dios”.
Este trabajo, que arrojara resultados muy positivos permitiendo identificar a la mayor parte a los que se sometieron a este trabajo, le dio un valor humanitario y una sensibilidad que todos los argentinos reconocemos, y particularmente quienes son familiares de caídos en Malvinas, que tal como fue mencionado, pudieron v viajar a las Islas Malvinas en marzo pasado y rezar cada uno de ellos ante la tumba de quien fuera su padre, su hermano, su hijo…. Destaco, en ese sentido la excelente predisposición y respeto con que los habitantes de Malvinas acogieron a los familiares de los caídos y es un gesto por el cual estamos particularmente agradecidos.
SEÑOR PRESIDENTE:
Como le comenté, la Argentina desea mantener una agenda abarcativa con el Reino Unido, que nos permita analizar todos los temas y construir entendimientos donde ella sea posible, donde tengamos intereses compartidos y oportunidades para ambos.
El gobierno del presidente Macri, mi gobierno, está convencido que a través de un diálogo franco, sustantivo y con espíritu constructivo con el Reino Unido, podemos alcanzar un clima de cooperación en temas de interés mutuo, a fin de generar el clima de confianza entre ambas Partes que nos permita reanudar las negociaciones que llevarán a resolver de manera pacífica esta prolongadísima disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
El marco de relacionamiento que le acabo de describir creo está creando condiciones favorables para poder avanzar en esta cuestión y superar los desencuentros.
Creemos firmemente en el valor de poder sentarse para analizar y debatir, con espíritu constructivo, las diferencias que existen.
Destaco que gran cantidad de países nos han acompañado en foros multilaterales apoyando la reclamación argentina. Nuestros socios del MERCOSUR, los miembros de CELAC, los miembros del Grupo de los 77 más China y los países participantes de las Cumbres Iberoamericanas, los países que integran la OEA, que han manifestado de manera reiterada su apoyo para que la Argentina y el Reino Unido reanuden estas negociaciones que permitan encontrar una solución justa y definitiva a esta disputa.
Por ello reiteramos nuevamente el llamado al gobierno del Reino Unido de poder alcanzar el objetivo de la negociación, sabiendo que es imprescindible en esta tarea que se eviten actos unilaterales en el área sujeta a disputa de soberanía, tal como lo dispuso la Resolución 31/49 de la Asamblea General.
No quisiera concluir sin dejar sentado nuevamente que mi país sólo quiere una solución pacífica para la controversia. Por ello, confiamos en las gestiones de buenos oficios que el Secretario General pueda desarrollar a partir del mandato que le ha concedido la Asamblea General en el caso de la disputa de soberanía de las Islas Malvinas.
Tenemos la firme convicción que, con voluntad política, siempre será posible lograr una solución definitiva a esta disputa de soberanía.
Los argentinos creemos firmemente junto con nuestros vecinos de la región de América Latina que nuestro continente es y continuará siendo un ejemplo de diálogo y para construir la paz como lo hemos venido haciendo desde tantos años atrás.
Agradecemos los esfuerzos de tantas décadas de este Comité para erradicar el colonialismo en todas sus formas pero muy especialmente la atención especial y particular dada a la Cuestión de las Islas Malvinas.
Le agradezco los apoyos a todos los miembros del Comité, y particularmente a Chile, que acaba de presentar el proyecto de resolución y que dejo a consideración de todos ustedes para recibir el apoyo pedido.
Muchas gracias.