Debate abierto del Consejo de Seguridad sobre
“La consolidación de la paz después de los conflictos”
Intervención de la Embajadora María Cristina Perceval
Representante Permanente de la República Argentina ante las Naciones Unidas
Sr. Presidente,
Agradezco a usted la organización de este debate abierto, así como las intervenciones pronunciadas por la Sra. Judy Cheng-Hopkins, Secretaria General Adjunta de Apoyo a la Consolidación de la Paz, y por el Sr. Representante Permanente de Bangladesh, Presidente de la Comisión para la Consolidación de la Paz.
Como dijéramos en nuestra intervención en el anterior debate abierto sobre el tema en el mes de julio, entendemos que este Consejo de Seguridad tiene un papel central en la organización del apoyo a los países después de los conflictos, promoviendo la construcción de una paz duradera y de un camino de desarrollo sustentable anclados en la restauración del estado de derecho, el respeto de los derechos humanos y el fortalecimiento de las instituciones democráticas. Se trata de una tarea que constituye uno de los mayores desafíos que enfrenta hoy la comunidad internacional y a la que mi país otorga una particular relevancia.
Frente a tal desafío, creemos necesario apoyar una estrategia para la consolidación de la paz después de los conflictos basada en tres elementos:
Primero, el principio de la “responsabilidad nacional” en las actividades de consolidación de la paz, con una perspectiva basada en la protección y promoción de los derechos humanos, garantizando el involucramiento de las sociedades concernidas a lo largo de todo el proceso de reconstrucción sobre la base de las prioridades establecidas por las autoridades locales, de modo de asegurar una acción consensuada que permita hacer frente de modo eficaz y legítimo a los desafíos que plantean las realidades posteriores a los conflictos.
Segundo, el papel coordinador de toda la ayuda internacional que deben cumplir las Naciones Unidas en la consolidación de la paz, aspecto que resulta imprescindible para el éxito de los esfuerzos tanto en dicho ámbito como en el del mantenimiento de la paz.
Tercero, el rol de las organizaciones regionales y subregionales de acuerdo con lo establecido en el Capítulo VIII de la Carta y la necesidad de reforzar las capacidades de los sistemas regionales en el apoyo a los países que deben recuperarse y reconstruirse luego de un conflicto.
En consideración de los tres elementos citados, agradecemos el último Informe del Secretario General sobre la consolidación de la paz después de los conflictos (documento A/2012/746). En particular, destacamos los avances logrados en la implementación del programa propuesto por el Secretario General en 2009, permitiendo a las Naciones Unidas atender de manera más coherente, oportuna y eficaz las actividades de consolidación de la paz, a través entre otras cosas de una mayor integración y colaboración de los equipos de la Organización en el terreno o el refuerzo de las alianzas con las organizaciones regionales.
No obstante los progresos mencionados, resulta evidente que queda aún un largo camino por recorrer. Por ejemplo, en el punto relativo a mujer, paz y seguridad, compartimos la preocupación expresada en el Informe del Secretario General por la lentitud de los avances en la implementación de su plan de acción respecto de la participación de las mujeres en las tareas y procesos de consolidación de la paz. Por otra parte, observamos una evolución positiva en la cuestión de la provisión de capacidades civiles a los países afectados, con un potencial de innovación en la cooperación técnica y en el fortalecimiento de la cooperación sur-sur.
Coincidimos asimismo con el Secretario General en cuanto a la necesidad de prestar mayor atención a un enfoque inclusivo de la consolidación de la paz que facilite un amplio involucramiento nacional en la construcción de una paz duradera. Sin embargo, debemos recordar que ninguna estrategia de reconciliación nacional resulta posible si incluye la impunidad de quienes perpetraron violaciones graves y masivas a los derechos humanos en el conflicto que se procura superar.
Finalmente, y en relación a las actividades de la Comisión de Consolidación de la Paz, destacamos el llamado del Secretario General a reforzar la estrategia de la misma con el objeto de promover una mayor coherencia y adecuación del apoyo de los donantes a los planes nacionales de consolidación de la paz. Apoyamos también la posibilidad de lograr una mayor cooperación entre dicha Comisión y este Consejo de Seguridad, incluso a través de la realización de diálogos interactivos con anterioridad a la renovación de los mandatos de las misiones de paz, de manera que la Comisión pueda cumplir cabalmente con el rol asesor que las Naciones Unidas le han asignado y que el Consejo consiga valerse más ampliamente de la experiencia que ella pueda brindarle.
Muchas gracias