Bajo el marco de la II Reunión de Estados Parte sobre la Convención para la Protección de todas las personas contra las Desapariciones Forzadas, la representación argentina ante Naciones Unidas co-organizó junto con la representación francesa un panel sobre el tema que contó con la participación de líderes de los derechos humanos en Argentina.
El encuentro para potenciar esfuerzos en pos de promocionar la adhesión universal a la Convención Internacional contra las Desapariciones Forzadas, contó con un panel integrado por la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la presidenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Marta Vázquez y Lidia Almeida, miembro de la misma organización, así como la presidenta de la organización Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Ángela Boitano.
Participaron, también la fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda; el representante ante la ONU de Amnistía Internacional, José Luis Díaz y el director de Human Rights división Tratados, Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos, Ibrahim Salama.
La embajadora argentina ante ONU, María Cristina Perceval, señaló al abrir la discusión que en Argentina y en Francia, los dos países que tomaron la iniciativa de la Convención, “se encontraron las voces tanto tiempo silenciadas de la sociedad que reclamaba por la plena vigencia de los derechos humanos y juicio y castigo a los culpables”.
Perceval, planteó el “debate jurídico” que existe en la figura de desaparición forzada recordando en ese sentido la frase del fallecido dictador Jorge Rafael Videla, quien “en conferencia de prensa dijo la definición más cínica y cruel” para la desaparición forzada de personas: “no están muertos, no están vivos, están desaparecidos”.
Videla, quien “negaba la desaparición forzada de personas, murió condenado como genocida por la Comisión de Delitos de Lesa Humanidad”, agregó la Embajadora al dialogar con Télam tras su intervención.
Al respecto, Estela de Carlotto, retomó las palabras de la representante argentina señalando que “la desaparición forzada de personas es responsabilidad de un gobierno por acción y omisión”.
“Por acción cuando un gobierno secuestra, mata o desaparece personas y por omisión es cuando no se firman” convenciones como la tratada hoy en el recinto de la ONU, siendo que “se está desechando un instrumento que va a ir controlando a los países en su accionar para que no se produzcan desapariciones”, explicó Carlotto a Télam.
Desde su puesta en marcha el 6 de febrero de 2007, la Convención cuenta actualmente con “38 países que la ratificaron y 95 que la firmaron”, por eso y bajo la “instrucción de la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) y el acuerdo con el gobierno de Francia, el día de hoy tiene como objetivo lograr que más países no sólo la firmen sino la ratifiquen”, afirmó Perceval.
Parte de ese esfuerzo “que hoy estamos trayendo con la convicción de que más países luchen contra la impunidad”, incluye la inauguración esta tarde de la exhibición fotográfica “Ausencias”, del artista argentino Gustavo Germano, dedicada a los detenidos-desaparecidos y asesinados por la dictadura cívico militar argentina entre 1976 y 1983.
Ubicada en la entrada de delegados Kuwait Boat Room de la sede central de la ONU en la Gran Manzana, la muestra permanecerá abierta hasta el 31 de mayo.
La Convención, entrada en vigencia el 23 de diciembre de 2010, prohíbe la desaparición forzada, sin excepciones, y establece que “en ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales tales como el estado de guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna o cualquier otra emergencia pública como justificación de la desaparición forzada”.