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Carta de fecha 28 de febrero de 2014 dirigida a la Presidenta del Consejo de Seguridad por el Representante Permanente de Ucrania ante las Naciones Unidas (S/2014/136) (12 de Noviembre)

Sr. Presidente: Quisie‑
ra, en primer lugar, agradecer al Sr. Toyberg-Frandzen
y a los Embajadores Tagliavini y Apakan por sus inter‑
venciones. Damos, asimismo, la bienvenida al Consejo
al Representante Permanente de Ucrania.
La firma del protocolo de Minsk, el 5 de septiem‑
bre, y del posterior memorando del cese del fuego, el 19
de septiembre, bajo los auspicios del Grupo de Contac‑
to Trilateral, fueron pasos que contaron con el amplio 
respaldo de la comunidad internacional y abrieron la
esperanza de que se pudiera comenzar a superar el con‑
flicto en Ucrania Oriental. Ambos acuerdos sentaron
las bases y fijaron los criterios amplios para una salida
negociada de la crisis y para reducir los niveles de vio‑
lencia, incluyendo la descentralización del poder y la
conducción de un diálogo nacional inclusivo.
Lamentablemente, la implementación de lo acor‑
dado ha sido muy lento y nos preocupan las informa‑
ciones que indican que el cese del fuego, que nunca fue
total, está en riesgo de colapsar completamente. Ello
sería trágico. Resultaría la pérdida de más vidas, en el
agravamiento de la situación humanitaria y en el en‑
durecimiento de las posiciones que solo conducirían a
prolongar el conflicto.
En este contexto, evitar cualquier nueva escalada
de las hostilidades resulta prioritario. Es necesario que
las partes exhiban moderación y se abstengan de reali‑
zar acciones unilaterales que contradigan las iniciativas
de paz. Todos los actores relevantes deben volver a la
letra y al espíritu de Minsk para restablecer las condi‑
ciones que posibiliten reanudar el diálogo.
Corresponde también a la comunidad internacio‑
nal hacer todo lo que esté a su alcance para ayudar a
ejecutar rápidamente el protocolo y el memorando de
Minsk, en el marco del respeto por el derecho inter‑
nacional y los principios de la Carta de las Naciones
Unidas, evitando cualquier intervención en los asuntos
que son de la jurisdicción interna de Ucrania, ya sea de
naturaleza militar, política o económica. Valoramos en
este marco, las acciones realizas por la Organización
para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Subraya‑
mos nuevamente la responsabilidad política e institucio‑
nal que tiene este Consejo de velar por el mantenimiento
de la paz y la seguridad internacionales.
Lamentamos que hasta el momento, y a pesar de las
numerosas veces en que nos hemos reunido para abor‑
dar esta situación, no hayamos sido capaces de jugar un
rol positivo y de superar las divisiones que impiden que
el Consejo pueda contribuir a que las partes encuentren
los puntos en común necesarios para avanzar hacia una
solución diplomática y para poner fin a los enfrenta‑
mientos que castigan en especial a la población civil.
Mientras se busca encauzar la crisis por los cana‑
les diplomáticos, es necesario seguir dando respuesta a
la difícil situación humanitaria que atraviesan las per‑
sonas afectadas por la crisis. Reconocemos el trabajo
que realizan los trabajadores humanitarios para garan‑
tizar el acceso de la ayuda a quienes lo necesitan, en
un contexto que presenta muchos desafíos de seguridad.
Llamamos a todas las partes a facilitar la distribución
de la asistencia sobre la base de la no discriminación y
cooperando plenamente con los actores humanitarios.
Al mismo tiempo, insistimos en que es esencial que
se lleven a cabo investigaciones independientes sobre to‑
das las denuncias de violaciones y abusos a los derechos
humanos y de violaciones del derecho internacional hu‑
manitario para que los responsables, sin importar a quie‑
nes respondan, rindan cuentas por sus actos.
Las partes ucranianas y quienes tienen influencia
sobre ellas están frente a un momento crítico y tienen
dos opciones bien claras. Tienen dos opciones bien cla‑
ras: trabajar de manera genuina para restaurar la calma
y resolver de manera pacífica esta crisis a fin de que
Ucrania pueda retomar la senda del crecimiento con in‑
clusión, o enfrascarse en un conflicto innecesario y es‑
téril. Aún no es tarde para que elijan el primer camino.
La Argentina seguirá apoyando decididamente todos los
esfuerzos de paz y las decisiones que se tomen para lo‑
grar ese objetivo.