Intervención del Representante Permanente de la República Argentina, Embajador Martín García Moritán
2 de agosto de 2016
Sr. Presidente,
En primer lugar, quisiera agradecer a Malasia, a través de su persona, por la iniciativa de organizar este debate y por haber circulado la nota conceptual como disparador para las intervenciones.
Asimismo, agradecemos las intervenciones del Secretario General, de la Sra. Zerrougui y del Sr. Lake.
A su vez, agradecemos al Secretario General y a la Oficina de la Representante Especial por la elaboración del informe S/2016/360 y sus anexos.
En dicho marco, quisiéramos expresar nuestro reconocimiento y firme apoyo a la tarea de la Representante Especial del Secretario General, Sra. Leila Zerrougui, en el cumplimiento de su mandato.
Sr. Presidente,
La Argentina apoya decididamente la tarea del Consejo de Seguridad tendiente a prevenir, evitar y detener las graves violaciones a los derechos humanos de los niños en el marco de los conflictos armados. Dicho compromiso fue demostrado en reiteradas ocasiones, al haber sido uno de los primeros Estados en ratificar el Protocolo Facultativo de la Convención de 2002 sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados, y haber apoyado la adopción de las Resoluciones 1261 (1999), 1612 (2005), 2143 (2014) y 2225 (2015).
Asimismo, destacamos los avances obtenidos en materia de prevención y protección de los derechos de los niños, por la acción coordinada entre el Grupo de Trabajo del Consejo de Seguridad sobre los niños y los conflictos armados y las tareas que desarrolla la Representante Especial del Secretario General con la colaboración del UNICEF y otros organismos del sistema de las Naciones Unidas y apoyamos firmemente la necesidad de acordar e implementar medidas para aumentar la presión sobre los actores estatales y no estatales que cometen violaciones de manera persistente, así como de continuar el relacionamiento con los actores no estatales a fin de separar, rehabilitar y reinsertar a los niños asociados con tales grupos. Respecto a este último punto, damos la bienvenida a los avances registrados durante el último año en el marco de los acuerdos de paz en Colombia.
Por otra parte, damos la bienvenida a los compromisos asumidos por distintos Gobiernos en el marco de la campaña “Niños, no soldados”, y llamamos a la plena implementación de los planes de acción en cumplimiento de tales compromisos.
Sr. Presidente,
La protección de la infancia desde un enfoque de derechos humanos tiene que seguir siendo nuestra prioridad y, por ello, debe ser tenida en cuenta al definir los mandatos de las operaciones de mantenimiento de la paz y las misiones políticas especiales, así como también en las acciones de consolidación de la paz del Consejo de Seguridad y los esfuerzos para combatir el extremismo violento. En tal sentido, es fundamental mantener y fortalecer la capacidad de las operaciones de mantenimiento de la paz de documentar y verificar las violaciones a los derechos de los niños.
Respecto a los casos de explotación y abusos sexuales de niños que continúan produciéndose en las misiones de paz, no podemos dejar de señalar que la situación es seria y constituye el máximo desafío para el futuro de las mismas y para la imagen de las Naciones Unidas. Al respecto, la Argentina continua apoyando firmemente la política de tolerancia cero del Secretario General, así como las distintas medidas propuestas en sus respectivos informes y las contenidas en la resolución 2272 (2016) del Consejo de Seguridad, destacando la importancia central de los esfuerzos de prevención y contención de las víctimas.
Sr. Presidente,
Expresamos nuestra preocupación y condenamos fuertemente la creciente utilización de las escuelas para fines militares y el aumento en los ataques contra escuelas y hospitales. Consideramos que esta cuestión merece una atención particular por parte de la comunidad internacional al afectarse de manera radical el derecho a la educación y a la salud de miles de niños en todo el mundo.
En tal sentido, destacamos la adopción de la resolución 2286 (2016) en lo que respecta a la protección de los hospitales de ataques armados, y reiteramos nuestro más firme apoyo a la Declaración de Oslo sobre Escuelas Seguras, adoptada en mayo de 2015 e impulsada por la Argentina y Noruega, la cual compromete a los Estados a aplicar las “Directrices para Proteger Escuelas y Universidades de su uso militar durante los conflictos armados”, asegurando así el derecho a la educación y la protección de niños y jóvenes en situaciones de conflicto. Hacemos un llamado urgente a los Estados miembros de Naciones Unidas, y en especial a los miembros de este Consejo, a endosar la Declaración, en vistas a la celebración en Buenos Aires, en marzo próximo, de la Segunda Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras.
Por último, Sr. Presidente,
Reiteramos una vez más la necesidad de adoptar un enfoque inequívoco que considere a los niños asociados con grupos armados, incluso aquellos asociados con grupos extremistas violentos, y a los niños desplazados por los conflictos armados, como víctimas y no como perpetradores ni como amenazas a la seguridad, ya que su reclutamiento, secuestro, desplazamiento y demás causas de su presunta vinculación en conflictos armados o con el extremismo violento es de naturaleza forzada. En tal sentido, los Estados deben otorgar un tratamiento que asegure la plena protección de sus derechos humanos, buscando alternativas a la detención, a fin de asegurar su efectiva rehabilitación y reinserción en la sociedad, aplicando los principios del derecho internacional humanitario, el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional de los refugiados.
Muchas gracias.