Intervención del Representante Permanente de la República Argentina, Embajador Martín García Moritán

3 de abril

Muchas gracias Sra Presidente,

Quiero comenzar destacando la importancia que tiene el tema especial de la 50º Sesión de Población y Desarrollo para mi país.

Mientras que la transición demográfica es un fenómeno universal, los efectos de la misma varían según la fase en la que se encuentren los países. Tal como consta en el Informe del Secretario General, el envejecimiento de la población refleja uno de los grandes logros de la humanidad. No obstante lo cual, estos cambios en la estructura etaria generan nuevos desafíos para los países.

Ante la tendencia universal del envejecimiento de la población es impensable un desarrollo sostenible que excluya a los adultos mayores. Teniendo en cuenta el incremento proporcional de la población adulta mayor, la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible resultará imposible sin la incorporación de los adultos mayores como agentes y beneficiaros del cambio, por lo cual consideramos que deben ser empoderados como sujetos activos de derechos. En tal sentido, la Argentina considera necesario el desarrollo de un  instrumento jurídicamente vinculante a nivel mundial que proteja los derechos humanos de los adultos mayores.

Para la plena implementación del Programa de Acción de El Cairo y de la Agenda 2030, es necesario adoptar un enfoque integral y transversal, que abarque los derechos humanos desde la niñez hasta la vejez, a través de una estrategia de desarrollo centrada en la persona, las familias y el entorno social y comunitario.
La última vez que la Comisión trató este tema fue en el año 2007. Diez años después tenemos a disposición nuevas herramientas para tratar esta temática: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Agenda de Acción de Addis Abeba, el Acuerdo de París, la Declaración de Nueva York para los refugiados y migrantes y la Nueva Agenda Urbana.

El Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo adoptado en 1994 fue un documento fundacional, en el que se reconoció que la población, la erradicación de la pobreza, las modalidades de producción y de consumo y el medio ambiente están estrechamente interrelacionados. Veintitrés años después de su adopción, más allá de que mundialmente se ha avanzado mucho en la consecución de tales objetivos, aún resta mucho por lograr.

La Argentina entiende que es imperioso prestar especial atención a los grupos más vulnerables y fortalecer la igualdad y la inclusión, con un enfoque basado en los Derechos Humanos y una perspectiva de género, tal como fuera reflejado en el Consenso de Montevideo, adoptado en la Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe de 2013. Dicho Consenso abarca el envejecimiento, la salud sexual y reproductiva, la orientación sexual e identidad de género, la desigualdad territorial, la situación de los pueblos indígenas y afrodescendientes, entre otros, y destaca la necesidad de lograr la igualdad entre países y al interior de ellos.

La Argentina espera que el documento a adoptarse en esta sesión sea un reflejo fiel de los avances que se han logrado durante estos años en materia de población y desarrollo, contemplando los tres pilares de desarrollo sostenible: social, económico y medioambiental y que reafirme la promoción y protección de los Derechos Humanos de todos los grupos de la población. Asimismo, esperamos que el consenso a alcanzar sea respetuoso de las diversas formas de familia; avance en términos de empoderamiento de la mujer; incluyendo la salud y los derechos sexuales y reproductivos; contemple la protección del medioambiente y la mitigación de los efectos del cambio climático.

Finalmente Sra Presidente, quiero agradecer su labor así como la del bureau y reafirmar la voluntad de la Argentina en trabajar constructivamente para que se logre un documento consensuado, reflejo de los avances logrados en esta sesión de la Comisión de Población y Desarrollo.

Muchas gracias.