“No será posible el desarrollo si seguimos haciendo lo mismo de la misma manera”. Con esas palabras, la Representante Permanente de Argentina ante Naciones Unidas, Embajadora María Cristina Perceval, se refirió a la necesidad de que los países desarrollados cumplan con destinar el 0,7 por ciento de su PBI a la asistencia oficial para el desarrollo y a la importancia de modificar “las disciplinas y la estructura de funcionamiento de la OMC, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, y el sistema financiero internacional”.
Perceval participó ayer de la reunión de alto nivel de la Asamblea General en la que se debatieron los medios de implementación para una agenda transformadora post-2015. Allí, los representantes de los distintos países discutieron sobre un nuevo esquema de alianzas para la aplicación de la agenda de desarrollo post 2015 y la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
La embajadora enfatizó fuertes las desigualdades entre países y dentro de cada país que obturan la posibilidad de planificar un desarrollo sustentable y luego subrayó las dificultades dentro de los organismos internacionales para fomentar un desarrollo más equitativo e inclusivo. “Un mundo donde el 80 por ciento de los habitantes vive con apenas el 5,5 por ciento de la riqueza global mientras que el 1 por ciento más rico posee el 81 por ciento de dicha riqueza global es la más clara evidencia de que debemos cambiar.” aseguró Perceval. Luego se refirió a la desigualdad de género y de edad: “Asistimos no a una brecha sino a un abismo de igualdad al reconocer que el 70 por ciento de los pobres del mundo somos mujeres o que los jóvenes tienen de 3 a 5 veces más posibilidades de estar desempleados que los adultos”, agregó.
“Pero para que el cambio sea real y sustentable no basta con coincidir con los fines, sino también con las causas y los medios necesarios para erradicar la pobreza y lograr un mundo más justo, incluidos los medios de implementación”, advirtió la Embajadora. Luego criticó la “falta de cumplimiento de compromisos asumidos en cumbres pasadas”. “Se destaca la lentitud de los progresos en relación con la transferencia de tecnología y la escasa movilización de recursos financieros y créditos puestos a disposición por los países desarrollados en función de los compromisos asumidos”. Ejemplificó esta idea con el caso de los medicamentos para las terapias para el tratamiento del HIV, los cuales, según aseguró, siguen siendo inaccesibles en los países en desarrollo. También ejemplificó esta idea a partir de la creación de conocimiento y el acceso a las tecnologías, que continúa siendo marcadamente desigual entre países.
A su turno, el representante del Grupo de los 77 y China y Representante Permanente de Sudáfrica, el Embajador Kingsley Mamabolo, sostuvo que un abordaje holístico de la agenda de desarrollo post 2015 implica “no solo recursos financieros y transferencia de tecnología, sino también la reforma estructural de las agencias internacionales de financiamiento”.
Agregó que el Grupo de los 77 y China abordará los retos que implica el financiamiento del desarrollo y a la vez que buscará cumplir con los objetivos de desarrollo --sobre todo la erradicación de la pobreza—promoviendo que exista una inversión doméstica destinada al cumplimiento de estos objetivos con un piso 0,15 y 0,20 por ciento del Producto Bruto Interno. En este sentido, sostuvo que las metas de desarrollo internacionales deberán estar alineadas con las agendas domésticas, de modo que las primeras puedan servir para empujar los propios procesos de los países, y el apoyo internacional a los esfuerzos domésticos sea dotado sin condiciones.
Por último, expresó que el Grupo buscará implementar políticas coordinadas en lo referido al financiamiento y la reestructuración de las deudas de cara a colaborar con un ambiente macroeconómico estable que facilite la inversión extrajera directa y la estabilidad a largo plazo.
Por su parte, el representante de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y Representante Permanente de Ecuador, el Embajador Xavier Lasso, reiteró la idea de que es importante cambiar el esquema de gobernanza global incluyendo a los organismos multilaterales. Luego expresó que es necesario aumentar y fortalecer la cooperación Sur-Sur y defendió el rol del estado en el financiamiento del desarrollo sustentable. “Aunque reconocemos la importancia del sector privado, el financiamiento público será el eje de la financiación de la agenda de desarrollo post 2015”, aseguró.
La agenda de desarrollo post-2015 es un proceso dirigido por los Estados Miembros de las Naciones Unidas cuyo objetivo es definir un marco de desarrollo global que sucederá a los 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio, los cuales funcionaron a lo largo de estos últimos 15 años como marco para la acción colectiva de todos los países orientada a la reducción de la pobreza y a la mejora de las vidas de las personas de pocos recursos. Los ODM se estructuran en ocho objetivos claros e incluyen 21 objetivos con fecha límite para medir los progresos en materia de reducción del hambre y la pobreza, así como en mejoras de salud, educación, condiciones de vida, sostenibilidad ambiental e igualdad de género.
10 de febrero de 2015