REUNIÓN DE ALTO NIVEL SOBRE LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO NUCLEAR, EN PARTICULAR SOBRE EL FORTALECIMIENTO DEL MARCO LEGAL
Sr. Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon
Señor Presidente de la Asamblea General Vuk Jeremić
Señor Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica Yukiya Amano
Distinguidos co-panelistas
Excelencias
Señoras y señores
En primer lugar deseo agradecer al Secretario General la invitación a compartir esta sesión y a poder compartir con tan distinguida audiencia los puntos de vista de la República Argentina sobre un tema tan importante y actual.
Señor Presidente,
En los últimos años la preocupación sobre el riesgo que representa el terrorismo nuclear ha venido creciendo, y la comunidad internacional ha reaccionado generando nuevas herramientas o mejorando las existentes.
A nivel multilateral, la Asamblea General mediante su “Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el terrorismo, ha destacado con regularidad la importancia de la adhesión a los diversos instrumentos en la lucha contra el terrorismo. En este sentido, las diversas convenciones sobre terrorismo, y más precisamente, el Convenio Internacional para la Represión de los Actos de Terrorismo Nuclear, adoptado por la Asamblea General de la ONU en 2005 que entró en vigencia en el año 2007 y que la República Argentina suscribió, evidencian la preocupación de toda la comunidad internacional.
En igual ámbito, la Convención sobre la protección física de los materiales nucleares aprobada en 1980, y su enmienda, aprobada por nuestro país en el año 2010, muestran un camino por el que transitamos, evidenciando que este tema es de vital importancia.
En el marco del Consejo de Seguridad, se ha destacado la importancia de este flagelo. La resolución 1373 (2001) ya advertía sobre la preocupación por la relación entre el terrorismo internacional y la vinculación con el tráfico ilícito de material nuclear. Por su parte, la resolución 1540 de 2004 exhorta a todos los Estados a asegurar que los agentes no estatales no obtengan acceso a las armas nucleares, químicas o biológicas y a sus sistemas vectores.
Al mismo tiempo, importantes iniciativas intergubernamentales sumaron su aporte en esta cuestión. En ese sentido, el proceso de las dos Cumbres de Seguridad Nuclear en Washington y Seúl, apuntó a dar una mayor visibilidad a la cuestión promoviendo acciones en la materia. Por su parte, la Iniciativa Global para Combatir el Terrorismo Nuclear estableció a partir de 2010 una nueva estructura a fin de avanzar en la recopilación y desarrollo de conceptos, buenas prácticas y potenciales lineamientos que consideren aspectos específicos de tan compleja cuestión.
A través de estas y otras herramientas en un esquema de geometrías variables, nuestros países abordan y promueven acciones para reducir los riesgos del terrorismo nuclear.
Señor Presidente,
La arquitectura de seguridad nuclear y lucha contra el terrorismo nuclear que hemos descripto posee sin duda una gran riqueza, y en todos los casos se plantea como una contribución a las tareas del OIEA, organismo intergubernamental que representa el ámbito natural para la consideración internacional del tema.
Al respecto, entendemos que en una próxima fase, debería impulsarse una consideración holística por parte del OIEA de la referida arquitectura, con miras a poder evaluar adecuadamente las áreas cubiertas y aquellas en las cuales pueda ser necesario aún completar eventuales carencias, con un enfoque que combine eficacia y eficiencia.
Es norma reconocida por la comunidad internacional que la protección física de los materiales nucleares es competencia primaria de cada Estado. En ese sentido, los avances que se logren en la coordinación internacional de esfuerzos deben seguir siendo respaldados por acciones en diversos formatos, y principalmente a través del OIEA, para poner a disposición de los países que lo soliciten instancias de generación de capacidad.
Para concluir, Señor Presidente, quiero agregar algunas reflexiones,
Las acciones que demanda la lucha contra el terrorismo nuclear, las cuales apoyamos y de las cuales participamos de manera activa, no deben convertirse en vías indirectas de limitar los derechos de los países a la autonomía tecnológica y a los usos pacíficos de la energía nuclear.
Mi país ha expresado en otras oportunidades que las acciones para contrarrestar amenazas terroristas deben corresponderse al riesgo real que cada país enfrenta. Desde esa perspectiva, entendemos que debe existir un especial cuidado respecto de la seguridad física de los arsenales nucleares existentes, cuya responsabilidad exclusiva corresponde a los Estados poseedores de armas nucleares.
Ese cuidado especial debe ser complementado con medidas concretas y adicionales de desarme nuclear, conforme los compromisos asumidos en el Tratado de No Proliferación. La mejor manera de asegurar que las armas nucleares no caigan en las manos equivocadas es su total eliminación.
Muchísimas gracias.
Misiòn Permanente Argentina ante Naciones Unidas