En su intervención acerca de la situación humanitaria en Siria, la Argentina pidió en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que en los casos en los que la justicia local no tenga la voluntad o capacidad de juzgar crímenes atroces, el Consejo remita estos casos a la Corte Penal Internacional.
Durante una reunión informativa del Consejo de Seguridad con los máximos responsables de las áreas de ayuda humanitaria, refugiados y derechos humanos de las Naciones Unidas, la representante Argentina, Embajadora María Cristina Perceval, remarcó que los “informes escuchados deberían ser sobre todo un llamado de atención sobre la urgencia de poner fin al conflicto,” y en ese sentido enfatizó que, más allá de los llamados generales a la paz, “los actores principales realicen esfuerzos genuinos y sinceros para que la Conferencia de Paz en Ginebra no se posponga, sino que se realice lo antes posible.”
En el encuentro, que se desarrolló el martes en Nueva York, los miembros del Consejo de Seguridad escucharon los informes sobre la situación humanitaria en Siria de parte del Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Valerie Amos; el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados, António Guterres; y el Subsecretario General para Derechos Humanos de la organización, Ivan Simonovic. “No se ha visto una ola de refugiados tan grande como la de que tenemos hoy en Siria desde el genocidio en Ruanda,” reconoció Guterres. Cerca de 2,8 millones de personas están en una situación desesperante a causa del conflicto que ya lleva dos años, pero tanto las agencias de Naciones Unidas como las organizaciones humanitarias que trabajan en la región encuentran cada vez más dificultades para tomar contacto con ellos.
En su intervención, la Embajadora Perceval llamó la atención sobre cómo la militarización se ha incrementado, en vez de reducido, durante los últimos tiempos. Señaló el hecho paradójico de que “casi en simultáneo con la apertura de la firma del Tratado sobre Comercio de Armas en las Naciones Unidas, el Consejo reciba noticias y anuncios sobre pasos adicionales para seguir armando a las partes.”
Frente al deterioro de la situación humanitaria, y la necesidad de “asegurar la reundición de cuentas por las graves violaciones a los derechos humanos y abusos que están teniendo lugar en Siria,” la Argentina reiteró el pedido hecho con anterioridad para poner más énfasis en la lucha contra la impunidad como un mecanismo efectivo para desincentivar esos abusos. Y en ese sentido, Perceval remarcó que la Argentina “reitera su posición de que en los casos en los que la justicia interna no tenga la voluntad o la capacidad de juzgar estos crímenes atroces, el Consejo de Seguridad pueda remitir una situación a la Corte Penal Internacional.”
Entre esos crímenes atroces se encuentran los asesinatos contra civiles, y dentro de ellos, aquellos en situación de vulnerabilidad. Simonovic remarcó que, “de los cerca de 92 mil muertos que el conflicto produjo entre marzo de 2011 y abril de 2013, no menos de 6500 son niños y niñas menores de 10 años.”
Con esos datos de fondo, Perceval señaló que “las urgencias son evidentes,” y concluyó con una mirada sobre el rol que las Naciones Unidas deben cumplir en el conflicto sirio: “El mismo día en que esta organización recibía a Malala Yousafzai y le rendía tributo a su trabajo a favor de la educación de niños y niñas en todo el mundo, uno de esos niños de 14 años, que vendía café en un puesto callejero, era decapitado en Siria por blasfemia. Malala había dicho ese día que este es un mundo con luces y sombras. Yo hago mías sus palabras, para decir que estas Naciones Unidas son, también, un mundo con luces y sombras.”
Para mayor información sobre la reunión del Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en Siria, visite: http://bit.ly/12GuBVP
18 de julio de 2013
Photo Credits: UN Photo/Eskinder Debebe