Intervención del Representante Permanente de la República Argentina, Embajador Martín García Moritán
26 de septiembre de 2017
Señor Presidente,
La Argentina ha otorgado tradicionalmente un tratamiento prioritario a la cuestión del desarme nuclear y ha realizado importantes esfuerzos en la materia, como reflejo de un compromiso claro y sostenido con el desarme y la no proliferación nuclear.
En este marco, nuestro país mantiene un activo programa nuclear con fines exclusivamente pacíficos, por lo que produce y exporta tecnología nuclear, en el marco del más estricto respeto a las normas consagradas en el Tratado sobre la No Proliferación Nuclear de las Armas Nucleares (TNP).
Para la Argentina, el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares continúa siendo la piedra angular del régimen de desarme, no proliferación nuclear y usos pacíficos de la energía nuclear.
Los tres pilares del Tratado son el reflejo del andamiaje jurídico y político que subyace a las estrategias nucleares de todos nuestros países, tanto poseedores como no poseedores de armas nucleares. Al mismo tiempo, este andamiaje recibe contenido substancial y significado del contexto internacional en que se inserta, que hoy está claramente repleto de desafíos y de preguntas sobre cómo avanzar como una comunidad global con objetivos compartidos.
La próxima Conferencia de Revisión es particularmente significativa ya que marcará el 25º aniversario desde la Conferencia de Revisión y Extensión de 1995. Como es de conocimiento, la Argentina presentó la candidatura del Embajador Rafael Grossi para presidir dicha Reunión.
Señor Presidente,
En materia de desarme nuclear, la Argentina comparte aquellos llamados a nivel internacional que exigen una reafirmación del compromiso político y de la adopción de medidas concretas por parte de los países poseedores tendientes a alcanzar un mundo libre de armas nucleares.
El desarme general y completo, verificable internacionalmente y que garantice su irreversibilidad es un desafío que, a fin de ser efectivo, la comunidad internacional debe abordar de forma constructiva y sobre la base de amplios consensos.
El proceso de revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear será la próxima oportunidad para promover este trabajo conjunto.
El compromiso argentino con la necesidad de continuar trabajando hacia la consecución de un mundo libre de armas nucleares hizo que mi país participara del proceso negociador del Tratado para prohibir las Armas Nucleares. El espíritu que sustenta dicho Tratado es compartido por la Argentina, razón por la cual votó a favor de su adopción el día 7 de julio pasado.
La Argentina se encuentra analizando el impacto que este Tratado podría provocar en otros ámbitos relevantes del régimen vigente en materia de no proliferación y los usos pacíficos de la energía nuclear, cuya piedra angular es el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Señor Presidente,
El espíritu de la Primera Resolución adoptada por la Asamblea General así como de las resoluciones y decisiones de la Primera Sesión Especial de la Asamblea General dedicada al Desarme, mantienen su plena vigencia. La cuestión del desarme nuclear ha sido siempre de carácter prioritario para la Argentina, y por ello ha participado de toda discusión, foro o negociación donde se tratara.
En este año, mi país será sede del quinto Plenario del Partenariado Internacional para la Verificación del Desarme Nuclear (IPNDV). Participamos de esta iniciativa convencidos de que para avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares resulta fundamental mantener un diálogo constructivo entre Estados poseedores y no poseedores.
Con respecto a la no proliferación, la Argentina considera que es esencial que los países cumplan con sus obligaciones bajo el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y los acuerdos de salvaguardias relevantes sin reservas y de buena fe, lo que implica una cooperación activa en la provisión de información relevante respecto de sus respectivos programas nucleares.
La Argentina reitera la continua y permanente relevancia y validez del sistema de salvaguardias que administra el OIEA como el eje de los compromisos de no proliferación plasmados en el TNP. En lo que hace a la no proliferación y al potencial uso hostil o no pacífico de materiales nucleares, la verificación es esencial.
Es por ello, señor Presidente, que una vez más reiteramos nuestra más firme condena a los ensayos nucleares llevados adelante por la República Popular Democrática de Corea. Hacemos un llamado para que este país cumpla con las Resoluciones del Consejo de Seguridad, que se reincorpore al Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), en la condición de Estado no poseedor y que retome el régimen de salvaguardias del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares se logrará solo cuando se cuente con la voluntad política y la flexibilidad de todos los Estados Miembros. En tal contexto, reiteramos la relevancia del Tratado para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN), y creemos que es una medida concreta que permitirá crear confianza y posibilitará avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares. Para ello es necesaria su pronta entrada en vigor, a través de la firma y ratificación del mismo por todos los países del Anexo II sin precondiciones.
Señor Presidente,
El día internacional para la eliminación total de las armas nucleares merece un llamado de atención y reflexión sobre el impacto humanitario que su potencial empleo provocaría. Hoy más que nunca, la Argentina reafirma su convicción de que no existe posibilidad ética alguna del uso o la amenaza de su uso y que la completa eliminación de dichas armas constituye la única garantía contra su potencial empleo.
Muchas gracias