Intervención del Encargado de Negocios a.i de la República Argentina, Ministro Alejandro Verdier.
16 de abril
Muchas gracias señor Presidente,
La Argentina se alinea al discurso pronunciado por la distinguida Delegación de Canadá en nombre del Grupo de Amigos de las Mujeres, la Paz y la Seguridad.
En primer lugar, quisiera agradecer al Gobierno del Perú por la iniciativa de organizar este debate, así como por haber circulado la nota conceptual para orientar las intervenciones. Del mismo modo, agradecemos las intervenciones de la señora Vice-Secretario General, Amina Mohammed; de la Representante Especial del Secretario General para Violencia Sexual en Conflicto, Sra. Pramila Patten; y el valiente testimonio de la Sra. Razia Sultana, en nombre del Grupo de Trabajo de ONG´s sobre Mujeres, Paz y Seguridad.
Sr. Presidente,
La Argentina continúa apoyando firmemente los esfuerzos del Secretario General y de la Oficina de la Representante Especial sobre Violencia Sexual en Conflicto, agradece la publicación del último Informe del Secretario General S/2018/250, y comparte plenamente sus recomendaciones, tendientes a la prevención, el combate y la eliminación de todas las formas de violencia sexual en el marco de los conflictos armados, con un enfoque especial en el abordaje de cuestiones relacionadas con la prevención, la alerta temprana, los factores conducentes y las respuestas rápidas frente a la ocurrencia de tales crímenes.
La violencia sexual en conflicto representa una de las más atroces y terribles violaciones a la dignidad humana, lo que constituye una inconfundible e ineludible amenaza a la paz y la seguridad internacionales. Es por ello que debemos redoblar nuestro compromiso con la prevención, la erradicación y la rendición de cuentas frente a tales crímenes, poniendo a sus víctimas en el centro de nuestro accionar, y aunando esfuerzos para abordar las condiciones estructurales y subyacentes que colocan a las mismas en un mayor grado de vulnerabilidad y riesgo.
El creciente uso y amenaza de la violencia sexual perpetrados por diversos actores y grupos armados estatales y no estatales contra grupos específicos (mujeres; niños y niñas, minorías; personas que tienen o son percibidas como que tienen una orientación sexual o identidad de género distinta a la de la norma, entre otros), constituyen crímenes internacionales de la mayor gravedad, y deben ser prevenidos y sancionados en el estricto marco de la legalidad, haciendo uso de las herramientas y mecanismos a disposición, incluyendo los regímenes de sanciones de este Consejo, los cuales deberían incluir a la violencia sexual como un criterio específico para la imposición de sanciones, y la remisión de los casos a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional.
Señor Presidente,
La prevención y el combate contra la violencia sexual en conflicto deben estar al frente de todos los esfuerzos de prevención y de mantenimiento, consolidación y sostenimiento de la paz por parte de la Organización y la comunidad internacional en su conjunto. En tal sentido, una de las acciones clave para prevenir este flagelo es abordar los factores de riesgo y las condiciones subyacentes que generan que las mujeres y determinados grupos se encuentren en una situación de mayor vulnerabilidad y riesgo frente a la violencia sexual. Tales factores incluyen, entre otros, la discriminación estructural, las formas de violencia basada en el género, y los climas de impunidad e inseguridad. De igual importancia son las acciones y los esfuerzos destinados a promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas, en toda su diversidad.
Respecto al acceso a la justicia y la rendición de cuentas por los crímenes de violencia sexual, es fundamental mejorar la capacidad de documentación e investigación y generar mayor cooperación e intercambio de información y buenas prácticas en las áreas de investigación, documentación, localización y asistencia a las víctimas, extradición y asistencia jurídica, a fin de poner fin al clima de impunidad que contribuye a la proliferación de estos crímenes.
Por otra parte, reiteramos que son las víctimas quienes deben estar en el centro de todos nuestros esfuerzos de prevención, erradicación y rendición de cuentas por los crímenes de violencia sexual. Por tal razón, es fundamental proteger, contener, asistir y reinsertar a todas las víctimas de tales violaciones, en colaboración con organizaciones de mujeres y otras organizaciones de la sociedad civil, a través de la provisión de servicios de asistencia y apoyo multi-sectoriales y multi-disciplinarios con perspectiva de género y medidas de reparación, atendiendo las necesidades y protegiendo la dignidad y los derechos humanos de las víctimas, por medio de medidas para eliminar las múltiples formas de discriminación, marginalización y estigmatización que a menudo sufren durante los procesos de reinserción socioeconómica y cultural en sus familias y comunidades de origen.
Sr. Presidente,
Tales elementos deben ser tenidos en cuenta al definir los mandatos de las operaciones de mantenimiento de la paz y las misiones políticas especiales, así como también en los esfuerzos de consolidación de la paz de este Consejo, en el marco de la Resolución 1325 y sus complementarias, integrando a las mujeres no sólo en condiciones de igualdad, sino también en lugares significativos de toma de decisiones, sobretodo asegurando su participación en las mesas de negociación.
Debemos asegurar la inclusión de especialistas en cuestiones de género, violencia basada en el género y violencia sexual en las distintas misiones dispuestas por este órgano y en los equipos de mediación, así como la inclusión de disposiciones y compromisos concretos en la materia en acuerdos de paz y de cese del fuego y una mayor presencia de mujeres en componentes de fuerzas de paz y contingentes militares y policiales.
Estamos convencidos que el desarrollo de planes nacionales para la implementación de la Resolución 1325 debe ser visto como un instrumento para construir la paz y prevenir la violencia sexual en todas las áreas, especialmente en situaciones de conflicto. Tal es el espíritu que alentó a nuestro país a unirse a la Red de Puntos Focales Nacionales sobre la Mujer, la Paz y la Seguridad, creada en el marco de este Consejo en 2016, y a decidir, este año, formar parte del Grupo de Amigos sobre Mujeres, Paz y Seguridad en Ginebra, así como adherir a la Iniciativa Elsie impulsada por el Gobierno canadiense para asegurar el incremento de mujeres desplegadas en las operaciones de paz.
Señor Presidente,
La prevención de la violencia sexual en conflicto debe comenzar por la construcción de sociedades más pacíficas que sólo se edifican sobre la base de la igualdad. De acuerdo a la Agenda 2030, no podemos dejar a nadie atrás. No hay paz sin inclusión como tampoco la hay sin justicia. Sociedades impunes perpetúan la violencia.
La Argentina tiene una visión integral de la paz, donde la equidad y la igualdad de género son una política de Estado que atraviesa todas las políticas públicas que se llevan adelante. Trabaja para una transformación social orientada a hacer efectiva la equidad de género, condición esencial para el fortalecimiento de la democracia y para ello la política prioritaria de género es la eliminación de la violencia contra la mujer. En ese contexto se implementaron las reformas en el sector de la defensa y seguridad en materia de género.
En dicho marco, la Argentina reitera su compromiso con la política de tolerancia cero de la Organización en relación a los casos de explotación y abuso sexual, así como su apoyo a las medidas adoptadas por el Secretario General en esta cuestión. En ese sentido, junto a más de 80 países se ha unido al Pacto Voluntario para la prevención y la lucha contra el abuso y la explotación sexuales.
Para concluir, Sr. Presidente,
Quisiéramos recordar que el próximo 19 de junio se observará el “Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en Conflicto”, establecido por la Resolución 69/263 de la Asamblea General. En tal sentido, alentamos a todos los Estados Miembros, entidades del sistema de las Naciones Unidas y las demás organizaciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil y a otros actores relevantes a sumarse a las actividades en conmemoración de dicho Día Internacional.
Muchas gracias.