Intervención de la Representante Permanente de la República Argentina, Embajadora María del Carmen Squeff
6 de octubre
Sra. Presidenta,
En primer lugar, quisiera señalar que mi delegación desea alinearse con la intervención realizada por Guyana en nombre del G77 y China, por Chile en nombre del Grupo de Amigos de las Personas Mayores y por Nepal en nombre del Grupo de Amigos LGBTI de Naciones Unidas.
La pandemia del COVID-19 ha ocasionado no solamente una crisis de salud, social y económica mundial sino también una crisis de derechos humanos que afecta a todos, exarcerbando las desigualdades estructurales preexistentes.
Las políticas económicas por sí solas no bastan para generar cambios profundos y de largo plazo si no tienen como componente esencial la inclusión. Es por ello que resulta fundamental concebir al desarrollo social como un proceso de transformación que garantice la plena realización de los derechos humanos. Para la Argentina, los sectores más desfavorecidos constituyen un eje prioritario para el abordaje de las políticas sociales.
Como señalara el Sr. Presidente de la Nación Alberto Fernández, “la lucha contra todas las formas de discriminación y el consecuente compromiso con los derechos de las personas y grupos vulnerables e históricamente discriminados, es política del Estado argentino que se proyecta en las numerosas iniciativas que la Argentina apoya y lidera”.
No es una expresión de deseos: la Argentina fue reconocida en el Rastreador Global lanzado por ONU Mujeres y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo como uno de los países que ha tomado más medidas con perspectiva de género en respuesta al COVID-19.
Sra. Presidenta,
El camino recorrido por el Estado argentino desde el advenimiento del régimen democrático en 1983 ha colocado a la Argentina en una posición de liderazgo a nivel global en la construcción de un orden internacional más justo a través de la promoción y protección de todos los derechos humanos. Como actual miembro del Consejo de Derechos Humanos, creemos firmemente en la necesidad de continuar fortaleciendo el sistema universal en esos capítulos.
En el marco de nuestra firme política de apoyo al desarrollo del sistema, mi país reafirma su fuerte compromiso con el respeto, la promoción y plena protección de los derechos humanos de los adultos mayores. En tal sentido, expresa su profunda preocupación por el grave impacto que la pandemia del COVID-19 tiene en la vida de las personas mayores y resalta la necesidad de fortalecer la solidaridad internacional e intergeneracional para promover e implementar medidas que protejan los derechos de todas las personas de edad.
Quisiéramos subrayar la necesidad de que las personas mayores sean reconocidas y empoderadas como sujetos activos y específicos de derechos. Lamentablemente, el marco legal internacional actual en materia de derechos humanos no es lo suficientemente coherente como para garantizarlos. Sólo un instrumento universal, específico y vinculante podrá otorgar los estándares suficientes para asegurar el pleno disfrute de nuestros derechos durante la vejez.
Por otra parte, la Argentina reitera su firme compromiso con el respeto, la promoción y protección de los derechos de todos los niños y niñas, de conformidad con las obligaciones establecidas en la Convención sobre los Derechos del Niño y los Protocolos Adicionales a fin de alcanzar su máximo potencial en la plena realización de la agenda 2030.
En el 25 Aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing es una prioridad para mi país garantizar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas en su diversidad. En ese sentido me complace destacar que por primera vez en la historia, el Presidente Alberto Fernández ha creado el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, así como un Gabinete Nacional para hacer transversales las Políticas de Género. En el escenario internacional, la Argentina participa activamente en la iniciativa Generación Igualdad y co-lideramos la Coalición que trabaja sobre la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
También destacamos el rol de liderazgo que la Argentina tiene respecto de la defensa y protección de los derechos humanos de las personas LGTBI. Los derechos de las personas LGTBI son derechos humanos.
Sra. Presidenta,
Finalmente, quisiera destacar que mi país se encuentra firmemente comprometido a avanzar hacia la universalización de la Convención internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas, instrumento crucial para la lucha contra la impunidad y la búsqueda de memoria, verdad y justicia.
Muchas gracias.