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Explicación de voto sobre proyectos de resolución del agrupamiento "Otras medidas de desarme y seguridad internacional"

Intervención de la Ministra Plenipotenciaria de la República Argentina, Maria Paula Mac Loughlin 

9 de noviembre

 

La Argentina considera que el futuro de las discusiones sobre comportamiento responsable del Estado en el ciberespacio y el avance de las TIC en el contexto de la seguridad internacional debería idealmente surgir de una decisión consensuada de los dos Grupos que actualmente se encuentran trabajando.

La experiencia de contar con un espacio de diálogo abierto, transparente, inclusivo en el marco de las Naciones Unidas ha evidenciado las ventajas y potencialidad que tiene dicho formato. Asimismo, si bien se valoran todos los aportes que ha realizado hasta el momento el Grupo de Expertos Gubernamentales (GGE), y apoyamos la visión de que hoy existen posibles complementariedades entre el Grupo de Trabajo de Composición Abierta y el Grupo de Expertos, lo cierto es que para el futuro es necesario generar un marco único que permita evitar el riesgo de fragmentación de las discusiones, duplicación y eventual contradicciones que puedan dificultar los avances en el tratamiento y logro de entendimientos comunes.

Asimismo, el trabajo de los sucesivos Grupos de Expertos (GGE) en los últimos 15 años, y desde 2018 también el Grupo de Trabajo de Composición Abierta, señalan la necesidad de contar con un marco de diálogo que tenga continuidad y que permita trabajar con mayor profundidad y flexibilidad las diversas cuestiones que han integrado los mandatos de los señalados grupos. Luego de 6 renovaciones del GGE y en un contexto en el cual se hacen cada vez más visibles las amenazas en el ámbito de la ciberseguridad para la paz y la seguridad internacionales, entendemos que se ha alcanzado un punto de inflexión a partir del cual resulta necesario darle mayor institucionalidad a las discusiones.

Junto con un importante número de países de diversas regiones, la Argentina copatrocina la propuesta del Plan de Acción para el avance del comportamiento responsable del Estado en el ciberespacio presentada por Francia y Egipto, en el entendimiento de que incluye buena parte de los elementos señalados: perspectiva de continuidad e institucionalización de las discusiones, flexibilidad para poder avanzar por etapas y paquetes temáticos en torno de los cuales sea posible lograr consensos, transparencia e inclusividad, y un mayor compromiso político en torno de la implementación del acervo de normas, reglas y principios recomendadas por la Asamblea General de las NNUU como guía del comportamiento responsable de los Estados en el ciberespacio, así como del desarrollo de aquellas que puedan resultar necesarias.

El hecho de tener dos Resoluciones sobre el mismo tema de agenda no es un escenario que favorecemos, ya que ahonda en la polarización y de alguna manera reproduce la duplicidad señalada anteriormente, que creemos que presenta riesgos. Sin embargo, frente a la realidad de que ambos proyectos se encuentran sobre la mesa, encontramos elementos positivos en ambos que merecen ser señalados:

Por una parte el Proyecto L.4 presentado por los EE UU, sostiene que la AGNU deberá considerar las conclusiones de los dos Grupos (GGE y GTCA) y decidir sobre el trabajo a futuro de la AGNU. Entendemos que ello es coincidente con la importancia de que el establecimiento del Plan de Acción pueda ser recomendado por los dos grupos a la AGNU a fin de que esta pueda establecer dicho Programa.

Por otra parte, el Proyecto L.8 presentado por la Federación Rusa, propone que la actual AGNU decida la creación de un nuevo Grupo de Trabajo de Composición Abierta para los años 2021-2025. Si bien es nuestra preferencia que el futuro de la discusiones pueda resultar de una decisión consensuada entendemos que no existe incompatibilidad sustancial entre el GTCA propuesto y la posibilidad de establecer el POA. El tipo de relación entre ambas iniciativas y el modo de compatibilizar los elementos que apoyan los países que copatricinan el POA con el nuevo GTCA podrían ser tratados e incluso surgir también del trabajo del actual GTCA.

Entendemos que como valor agregado el Proyecto de Resolución L.8 permite la no interrupción de los trabajos del GTCA en 2021, y a su vez garantiza la continuidad del formato de trabajo abierto, inclusivo y con visión de mediano y largo plazo que desde nuestra mirada es necesario.

En ese sentido, si bien hubiéramos preferido un escenario en el que sólo hubiera existido un proyecto, teniendo en cuenta que ambas Resoluciones tienen elementos que contribuyen al avance del tema en el sentido que estimamos necesario, es decir que las conclusiones de ambos Grupos expliciten la recomendación del establecimiento del Plan de Acción y que ello sea considerado por la AGNU y, al mismo tiempo, que el GTCA pueda continuar su trabajo sin interrupciones y estudiar el modo de establecer y/o implementar el Plan de Acción, ES QUE ENTENDEMOS QUE HA SIDO POSIBLE APOYAR AMBOS PROYECTOS.