Intervención del Representante Permanente Alterno de la República Argentina, Ministro Alejandro Verdier
4 de abril
Señores co-faciltadores:
Permítanme en primer lugar agradecer la convocatoria de esta reunión para intercambiar puntos de vista sobre los temas “relación entre el Consejo de Seguridad y la Asamblea General” y “tamaño de un Consejo ampliado y métodos de trabajo”, y señalar que mi Delegación se asocia con la intervención que formulara la distinguida Representante Permanente de Italia en nombre de “Unidos por el Consenso”.
Al mismo tiempo, quisiera poner de relieve algunas consideraciones.
Señores co-facilitadores:
Consideramos que el tratamiento de los dos temas sugeridos para esta reunión es absolutamente pertinente. Un órgano como el Consejo de Seguridad, que actúa en nombre de toda la membresía, es una totalidad integral que tiene una base jurídica y política que requiere un enfoque comprehensivo. Las negociaciones intergubernamentales tienen por mandato, de acuerdo a las Decisiones 62/557 y 72/557 referirse a las cinco dimensiones de la reforma.
Es por ello que esas cinco dimensiones deben ser pensadas y renovadas evitando enfocarse en alguna de ellas de manera aislada y parcial, a fin de lograr una reforma integral del Consejo de Seguridad, satisfactoria para todos los Estados Miembros.
Señores co-facilitadores:
En relación con el tamaño de un Consejo ampliado, y como señaláramos en anteriores oportunidades, la representación geográfica está ligada al tamaño del Consejo. Sobre este particular, Argentina está a favor de un aumento en la membresía sólo en la categoría de no permanente de los miembros del Consejo de Seguridad y cuando el número de miembros total permita que dicho organismo siga siendo ejecutivo. Es por ello que consideramos que un Consejo en el orden de los 26 miembros como proponemos en Unidos por el Consenso asegura una equilibrada representación regional y garantiza su efectividad y eficiencia.
No hay dudas de las mejoras que en los últimos años se han introducido a los métodos de trabajo de este órgano. Y como no podía ser de otra manera, ello ha sido producto del esfuerzo de los miembros electos, quienes con paciencia y empeño fueron y son los artífices de estos logros.
La Argentina ha propugnado históricamente la necesidad de que los esfuerzos por la mejora en términos de transparencia, inclusividad, apertura, democratización y eficiencia en el trabajo del Consejo de Seguridad sean constantes. En esa línea, nos guía la convicción de que, sin afectar la efectividad de la toma de decisiones, el Consejo puede y debe ser más transparente y democrático en su relación con la membresía ampliada.
En tal sentido en 1995, junto a Nueva Zelanda, Argentina propuso el establecimiento de las por todos hoy conocidas consultas mensuales del Consejo de Seguridad con países no miembros contribuyentes de tropas en Operaciones de Mantenimiento de la Paz.
Asimismo, cabe recordar que fue la Argentina la que, en febrero de 2000, durante su Presidencia del Consejo de Seguridad, urgió la adopción de una Nota del Presidente del Consejo por la cual los miembros recientemente electos fueran invitados a participar como observadores en las consultas informales durante el mes previo a la iniciación de su mandato como miembros electos de dicho órgano. También durante su mandato en 2005-2006 fue impulsor y apoyó diversas iniciativas encaminadas a lograr mayor transparencia y acceso de la membresía al Consejo.
En su última Presidencia del Grupo de Trabajo sobre la Documentación y Otras Cuestiones de Procedimiento, cargo que ocupó en el bienio 2013-2014, se adoptaron numerosas Notas de la Presidencia, sobre temas como el diálogo con los países no miembros del Consejo y otros órganos, la participación de los miembros del Consejo en la redacción de productos del Consejo y su responsabilidad más amplia de redacción, y la continuidad de la labor de sus órganos subsidiarios, entre otros.
Más recientemente, dimos la bienvenida a la adopción de la Nota S/2017/507 sobre métodos de trabajo del Consejo. Coincidimos con quienes sostienen que constituye un valioso instrumento para aumentar la transparencia, la inclusión y la eficiencia del Consejo, así como un texto equilibrado que puede servir de guía útil sobre las medidas o las mejores prácticas acordadas en relación con sus métodos de trabajo. Entre sus elementos nuevos, destacamos la referencia a la intención de los miembros del Consejo de solicitar, examinar y aprovechar regularmente el asesoramiento específico de la Comisión de Consolidación de la Paz.
El diálogo del Consejo con organismos, sean estos del sistema de las Naciones Unidas u otros es esencial para el cumplimiento de las funciones del Consejo de Seguridad. El Consejo de Seguridad tiene una multiplicidad de responsabilidades y, para cumplirlas, es menester cierta coordinación con otros actores. Ahora bien, la Argentina no favorece que el Consejo de Seguridad, cuya función es mantener la paz y la seguridad internacionales, absorba funciones de otros órganos.
Entre los aspectos en los que el Consejo no ha hecho progresos sustantivos, se encuentra el debido proceso en los comités de sanciones del Consejo. Otro tema es el seguimiento de las remisiones hechas por el Consejo de Seguridad a la Corte Penal Internacional. El Consejo periódicamente recibe los informes requeridos de la Fiscal de la Corte Penal Internacional por sus propias resoluciones, pero no toma ninguna acción en consecuencia, aún en casos en que la Corte informa de que no se ha dado la cooperación requerida por las resoluciones del Consejo. Ambas cuestiones comparten la característica de poder afectar la credibilidad del Consejo si no son abordadas a la brevedad.
Señores co-facilitadores:
No desconocemos, sin embargo, que lo que está en juego al mejorar los métodos de trabajo del Consejo es la cultura de este órgano en materia de adopción de decisiones y la eficacia de su desempeño.
Dicha tarea de revisión y actualización, en respuesta a las demandas de la comunidad internacional a favor de su democratización, mayor inclusión, rendición de cuentas y transparencia, continúa siendo un importante objetivo que mi país endosa. Todavía seguimos sin entender cómo ciertos países y grupos negociadores consideran que sus propuestas que incluyen nuevos miembros permanentes y extensión del veto dan respuesta a dichas demandas.
Señores co-facilitadores:
Quisiera concluir manifestando que Argentina apoya una implementación más efectiva de las disposiciones relevantes de la Carta relativas a la relación entre la Asamblea General y el Consejo de Seguridad.
En ese contexto el Consejo de Seguridad no debe ejercer competencias que no le han sido asignadas de conformidad con la Carta, y por su parte la Asamblea General debe ejercer su autoridad cuando resulte necesario, incluida en cuestiones vinculadas a la paz y la seguridad internacionales.
Es importante, además trabajar en la consistencia entre las acciones que encaran ambos órganos y enfatizar que la relación entre la Asamblea General y el Consejo de Seguridad no es, ni debe ser competitiva, sino complementaria en beneficio de la paz y la seguridad internacionales.
Para concluir deben continuar mejorándose no solo los informes del Consejo a la Asamblea, sino que también debe encontrarse el modo en que el Consejo de Seguridad rinda cuentas por sus acciones ante toda la Membresía de las Naciones Unidas.
Muchas gracias.