Evento Lanzamiento Notas Orientativas del Secretario General: "La justicia transicional como herramienta estratégica para las personas, la prevención y la paz"
Intervención de la Delegación Argentina
11 de octubre 2023, 15:00hs - 16:30hs, SALA 11
En el año que conmemoramos el 40º aniversario del retorno de la democracia en nuestro país, para la Argentina es un honor copatrocinar y ser parte de este evento tan importante junto a las Misiones Permanentes de Suiza y Marruecos, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ONU Mujeres, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la Oficina de Naciones Unidas de Coordinación para el Desarrollo, y la Oficina de Apoyo a la Consolidación de la Paz.
La Argentina siempre dirá presente cuando se trate de apoyar la causa de la justicia transicional. Por ello, es que damos la bienvenida a la Nota Orientativa del Secretario General sobre "La justicia transicional como herramienta estratégica para las personas, la prevención y la paz", como un documento clave para toda la comunidad internacional. En un momento signado por múltiples crisis, conflictos y guerras a lo largo de todo el mundo, el papel fundamental de la justicia transicional como herramienta de prevención y de promoción de la paz es innegable. Encomiamos el enfoque adoptado en el documento, en particular en relación con la participación y opinión de las víctimas, inclusive niños y niñas, prestando especial atención a la perspectiva de género en todos los procesos de justicia transicional y, en este sentido, el empoderamiento y liderazgo de las mujeres en el proceso.
En la noche más oscura de la historia argentina, cuando el terror se había apoderado del país y hasta la esperanza había huido, comenzó a escucharse la voz de lo que sería luego un grito que cambiaría para siempre la historia de nuestro país: “aparición con vida y castigo a los culpables”. Gritaron las madres, las abuelas de los desaparecidos y las otras agrupaciones que aún hoy, 46 años después de iniciadas, siguen marchando en la Plaza de Mayo. Durante décadas, verdad y justicia fueron el nombre de sus reclamos. Cuando estas hicieron su trabajo, se exigió reparación. Hoy cada paso que dan recuerdan el eterno desafío de asegurar la vigencia de las garantías de no repetición.
En 1985, el Juicio a las Juntas Militares condenó a los altos mandos y máximos responsables por los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la dictadura cívico-militar en Argentina. En su recordado alegato el fiscal Strassera sostuvo “ Los argentinos hemos tratado de obtener la paz, fundándola en el olvido y fracasamos basándolas en pasadas y frustradas amnistías. Hemos tratado de buscar la paz por vía de la violencia y del exterminio del adversario y fracasamos... A partir de este juicio…nos cabe la responsabilidad de fundar una paz basada no en el olvido, sino en la memoria, no en la violencia, sino en la justicia”.
Sus palabras resumen Un hecho histórico que marcaría las bases del futuro democrático de nuestro país: verdad, justicia, reparación y memoria. No fue el camino más fácil. Por el contrario, fue el más difícil. Y el más arriesgado. Sería interminable la enumeración de obstáculos y de fracasos que hubo que enfrentar y sobreponer.
Cuarenta años después, todavía se investiga, todavía se juzga y todavía se condena a los responsables. Con las mismas herramientas que cuando comenzó: con jueces ordinarios, con la aplicación de la ley penal ordinaria, sin tribunales especiales, con todas las garantías de la Constitución. Quisiera destacar que los datos de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad desde el año 2006 a junio de 2023 indican que hasta el momento se dictaron 301 sentencias por hechos cometidos durante la última dictadura cívico-militar. Las personas condenadas suman 1136. Actualmente se están llevando a cabo 17 juicios orales y públicos, mientras que 73 causas elevadas a juicio que aguardan para comenzar el debate oral; y otras 273 causas tramitan en la fase de instrucción.
Nos permitimos referirnos a la experiencia argentina como un ejemplo de la potencia de la justicia transicional. Pero es apenas un caso. No hay un solo camino. Cada país debe encontrar sus propias respuestas y usar las herramientas. Pero hemos aprendido que la denominada justicia transicional necesita que antes o después estén presentes esas columnas que las definen. No hay pacificación posible si la verdad no tiene memoria, y si la justicia no repara. No habrá reconciliación si la justicia niega la verdad o si simplemente se niega la justicia.
Si, son ya cuarenta años de vigencia de las instituciones democráticas. Hemos pasado pruebas durísimas que en otros tiempos hubiesen hecho caer gobiernos y desatados procesos de violencia. Así y todo, la Argentina sigue mostrando una de las más altas cifras de aprobación del sistema democrático de toda la región. Nada de ello hubiese sido posible si no hubiésemos asumido el compromiso de construir la convivencia a través de la verdad, la justicia y la reparación. Sin olvidar jamás, para jamás repetir el horror.
Colegas, amigos, cuenten con nosotros!