Sr. Presidente:
Como Representante recientemente designada para los temas de mujer en el ámbito internacional de la Cancillería Argentina, es para mí un placer participar por primera vez en esta Comisión.
Las políticas en pos del adelanto de las mujeres y la defensa de sus derechos ocupan un lugar prioritario en la agenda interna e internacional de mi país, prioridad que se inscribe en el marco del respeto por los derechos humanos, la libertad, la democracia y la solidaridad social.
A 15 años de Beijing hemos logrado muchos avances en relación con el respeto y promoción de los derechos de las mujeres pero a medida que avanzamos aparecen nuevos desafíos vinculados especialmente con la necesidad de empoderar a las mujeres para que puedan ser protagonistas de los procesos de desarrollo de sus países. En ese sentido, la consideración del acceso de las mujeres a la educación, la ciencia y la tecnología y su vinculación con el pleno empleo resulta fundamental.
Sr. Presidente:
La Argentina otorga especial importancia al acceso al trabajo decente entendiendo trabajo como medio para la subsistencia de las personas pero fundamentalmente como factor indispensable para la inclusión social y la autovaloración y por eso hemos sumado el logro del trabajo decente como un Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) adicional.
En los últimos años nuestro país ha venido impulsando fuertemente políticas de crecimiento para su sector científico y tecnológico, a través, entre otros, de la creación de un ministerio específico, del aumento del presupuesto destinado a ciencia y técnica y de la ampliación de la plantilla de investigadores en todas las universidades del país, poniendo especial énfasis en las aplicación de la innovación productiva.
El proceso de fortalecimiento del sector científico-tecnológico involucra también la reconstrucción de la educación media técnica. Con ese objetivo se otorgan becas para estudios de grado y tecnicaturas en ciencias duras y aplicadas — 47% de las cuales fueron obtenidas por mujeres —. A raíz de ello, la presencia femenina en educación se ha incrementado en los últimos años.
Efectivamente, las mujeres en Argentina tienen mayor matriculación a medida que aumenta el nivel educativo. El desafío consiste en que estos logros educativos se vean adecuadamente traducidos en términos de ingresos y de mayor acceso a los puestos decisorios. Además todavía persisten factores culturales que siguen provocando segregación horizontal en el mercado de trabajo.
Para la Argentina la educación constituye un derecho irrenunciable y una herramienta fundamental para el empoderamiento y la autonomía de las mujeres. Contamos con una Ley Nacional de Educación que garantiza la educación universal y gratuita para todos los habitantes del territorio nacional, un Programa Nacional de Educación Sexual que apunta a garantizar el derecho de niñas, niños y adolescentes a recibir educación sexual integral en todo establecimiento educativo —público o privado— del país y con la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, niños y adolescentes, que explicita sus derechos a no padecer violencia, discriminación, cualquier tipo de explotación o de trato degradante.
Hemos apuntalado a través de diversas medidas el acceso y permanencia de niñas, niños y adolescentes en los niveles educativos inicial y medio. Por su impacto y cobertura se destacan: la Asignación Universal por Hijo que impulsa el ingreso y permanencia de todos los menores de 18 años en el sistema educativo al establecer la escolaridad y la vacunación como requisitos para el otorgamiento de una pensión asistencial destinada a aliviar la economía de las familias de bajos ingresos o desempleadas; y el Plan “Conectar Igualdad” que apunta a reducir las brechas digitales mediante la entrega —en el período 2010 – 2012— de un total de 3.000.000 de netbooks a alumnos de escuelas secundarias públicas.
La Argentina entiende que la posibilidad de ejercer y exigir derechos sólo puede practicarse en una vida libre de toda forma de violencia, por eso hemos adherido a la Campaña del Secretario General y puesto en marcha campañas nacionales contra la violencia de género, contamos también con una oficina de asistencia a las víctimas dependiente de la Corte Suprema de Justicia que funciona todos los días del año las 24 horas, y en el ámbito del Consejo Nacional de las Mujeres, se ha creado una Unidad específica de coordinación para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra la Mujer. En el ámbito legislativo se adoptaron dos leyes fundamentales: ley contra la Trata de Personas para Fines de Explotación Sexual y Laboral en el año 2008 y ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en 2009.
Sr. Presidente:
Reiteramos nuestra disposición a trabajar para que esta sesión de la Comisión alcance los objetivos propuestos y confiamos en que los acuerdos que aquí se alcancen sirvan de guía para las acciones que habremos de llevar a cabo en cada uno de nuestros países.
Muchas Gracias
Misión Permanente Argentina ante Las Naciones Unidas