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Sexagésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General

Sexagésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General Comisión Política Especial y de Descolonización “Cooperación internacional para la utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos”

Intervención del Señor Gerardo Díaz Bartolomé, Consejero, Misión Permanente de la República Argentina ante las Naciones Unidas


Señora Presidenta:

La Argentina se asocia plenamente con la intervención pronunciada por la Delegación de la República Oriental del Uruguay en nombre de los Estados Parte del MERCOSUR y Estados Asociados, motivo por el cual limita esta intervención a destacar algunos conceptos en su capacidad nacional.

La Argentina desea renovar su pleno reconocimiento por la labor que realiza la Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos (COPUOS), bajo la presidencia del Señor Dumitru-Dorin Prunariu.

Como uno de los miembros fundadores del COPUOS, en el marco del firme apoyo de nuestro país a su labor, la Argentina se suma a las celebraciones del quincuagésimo aniversario tanto del primer vuelo espacial tripulado, como del establecimiento de la propia COPUOS, realizadas en el marco de las sesiones conmemorativas del 54º período de sesiones de la Comisión.

El espacio ultraterrestre, patrimonio común de la humanidad, debe ser usado racionalmente, con fines pacíficos, en beneficio colectivo de las generaciones presentes y futuras. En este sentido, reiteramos que el potencial de aplicación de la tecnología espacial debe beneficiar a todos. De allí la importancia del acceso universal a los datos espaciales. Para los países en desarrollo no se trata solamente del desarrollo tecnológico sino de una necesidad de desarrollo sostenible para aplicaciones en áreas de beneficio económico, social y ambiental.

Señora Presidenta:

La Argentina ha sostenido siempre que el espacio ultraterrestre, patrimonio común de la humanidad, debe ser usado racionalmente, con fines pacíficos, en beneficio de toda la humanidad y de las generaciones futuras. Asimismo, el acceso a la utilización del espacio ultraterrestre debe ser equitativo para toda la comunidad internacional. En esta tarea, resulta de fundamental importancia la vigencia plena del derecho internacional en todas las actividades espaciales, la igual que la cooperación internacional constituye un elemento imprescindible que debe estar presente en toda actividad espacial.

Señora Presidenta:

Es un orgullo para mi Delegación recordar, en este contexto, la reciente puesta en órbita del satélite argentino SAC-D Aquarius, el 10 de junio de 2011, desde la base Vanderberg en los Estados Unidos de América, mediante un lanzador Delta II. El SAC-D Aquarius es todo un logro de la tecnología espacial argentina y el satélite más grande y complejo construido en el marco del Plan Espacial Nacional.

El objetivo principal del SAC-D Aquarius es medir la salinidad de mares y océanos en forma global para elaborar modelos climáticos a largo plazo. También mide la humedad del suelo a gran escala, dato que permitirá elaborar alertas tempranas de inundaciones y aparición y/o dispersión de enfermedades. El conocimiento de la salinidad de los mares es de vital importancia para estudiar el cambio climático y entender los efectos de las interacciones entre el ciclo del agua, la circulación oceánica y el clima.

Se trata de la nueva misión satelital argentina desarrollada por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en cooperación con la NASA la Agencia Espacial de los Estados Unidos y la participación de entes del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y empresas de base tecnológica argentina. Incluye además contribuciones de las agencias espaciales: de Italia la ASI (Agenzia Spaziale Italiana), de Francia el CNES (Centre National d´Etudes Spatiales), de Canadá la CSA (Canadian Space Agency) y de Brasil el INPE (Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais).

El socio principal de la CONAE en este proyecto es la NASA, que aporta los servicios de lanzamiento del satélite y el instrumento Aquarius para la medición de salinidad superficial del mar y humedad de suelo. Los responsables de este instrumento son el Goddard Space Flight Center y el Jet Propulsion Laboratory (JPL).

Este satélite argentino es el cuarto satélite de la serie SAC (Satélite de Aplicaciones Científicas) desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de la República Argentina (CONAE). Se trata de un observatorio espacial para el océano, el clima y el medioambiente, que combina diferentes tecnologías para la observación de la Tierra. Lleva cámaras ópticas y térmicas, radiómetros de microondas y scaterómetros, sistemas de colección de datos e instrumentos para estudios de la atmósfera y el monitoreo de desechos espaciales. Así el SAC-D Aquarius está compuesto por ocho instrumentos de alta complejidad, con la capacidad de ser combinados entre sí, para potenciar o ampliar las posibilidades de aplicación de la información que obtiene sobre la superficie terrestre, la atmósfera y el espacio exterior cercano.

Este último satélite se suma al anterior, el SAC-C, que fue lanzado en noviembre de 2000, que fuera el primer satélite de observación de la tierra construido por completo en la Argentina. Se trata de un ejemplo casi único de alta integración: pesa sólo 460 kilogramos, lleva a bordo tres cámaras ópticas de gran utilidad para nuestro agro, industria y administración gubernamental. También transporta tres sistemas “de demostración” de nuevas tecnologías satelitales, dos de control y navegación; y otro de recolección de datos que se le transmiten desde estaciones automáticas terrestres de monitoreo ambiental. Desde su puesta en órbita cumple exitosamente su misión de monitorear y generar información desde el espacio que se usa en estudios de los océanos, agricultura, minería, geología, cartografía, y educación, entre otros temas.

Señora Presidenta:

Queda claro que, para la Argentina, la cooperación internacional contribuye al objetivo de la promoción del desarrollo de la ciencia y la tecnología espaciales y de sus aplicaciones; el fomento del desarrollo de una capacidad espacial pertinente y suficiente en los Estados interesados; y la facilitación del intercambio de conocimientos y tecnología entre los Estados, sobre una base mutuamente aceptable. Como queda demostrado por el más reciente emprendimiento desarrollado por la Argentina, la cooperación regional e interregional en la esfera de las actividades espaciales permite fortalecer la utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos y ayuda a los Estados a desarrollar su capacidad espacial y contribuir a la consecución de los objetivos que figuran en la Declaración del Milenio.

Reitero, una vez más, en el marco del cincuentenario del establecimiento del COPUOS, el firme compromiso de la Argentina en la labor de la Comisión y sus órganos subsidiarios para la difusión de la ciencia espacial y el progresivo desarrollo del derecho espacial.

Muchas gracias.

                                                     Misión Permanente Argentina ante Las Naciones Unidas