Comisión de Desarrollo Social
Erradicación de la Pobreza
Señor Presidente
Es para mí un verdadero honor tener la oportunidad de hablar, hoy aquí, en ocasión del 50ª Período de Sesiones de la Comisión de Desarrollo Social, representando al MERCOSUR y saludar a S.E. Sr. Jorge Valero, de nuestra querida República Bolivariana de Venezuela y por tal, hermano latinoamericano, que preside esta sesión.
Sr. Presidente,
En este semestre, la República Argentina tiene la alta responsabilidad de ejercer nuevamente la Presidencia Pro Tempore del MERCOSUR. Quisiera por ello, si usted me lo permite, comenzar esta intervención al hacer una breve referencia a lo que entendemos es un proyecto de "integración profunda y solidaria" en nuestra América del Sur.
Un proyecto que, a partir del año 2003, potencia los valores compartidos y una historia en común; que se basa en la plena vigencia de las instituciones democráticas y el respeto irrestricto de los derechos humanos y libertades fundamentales, condiciones esenciales e indispensables para la integración regional. Un proyecto que -en definitiva- se orienta a garantizar la igualdad de las condiciones de acceso a la educación, al trabajo digno y a la salud para todos nuestros ciudadanos.
Es en este sentido, que los países del MERCOSUR hemos venido trabajando -con una visión estratégica y multidisciplinaria-, desde Estados presentes y activos, en la adopción de políticas publicas destinadas a la erradicación de la pobreza y -en particular- a garantizar la inclusión social, política, productiva y económica de nuestras poblaciones, esto es, a garantizar el pleno ejercicio de los derechos de nuestros ciudadanos.
Sin duda, los pueblos de la región han sufrido por años los impactos directos de políticas que ponían el acento en el mercado, en la competitividad y en la eficiencia económica, rezagando a la “familia” y dejándola a merced de los vaivenes azarosos de lo que el mercado determinaba. El rol del Estado se limitaba entonces a “asistir” en la emergencia, otorgando una asistencia insuficiente a aquellos a los que el mercado desplazaba.
Hoy, esta situación ha cambiado profundamente. Los gobiernos comprometidos con el desarrollo humano e incluyente de sus pueblos vuelven a poner en el centro de sus políticas públicas nacionales, en ámbito social y económico, al “Ser Humano”; considerándolo como un “Sujeto de Derecho Pleno” y a reposicionar a un Estado capaz de implementar políticas dirigidas al bien común, desde la ética, la equidad y la justicia social.
Sr. Presidente,
En el MERCOSUR nos hemos comprometido con un desarrollo inclusivo para nuestras poblaciones; con una “Economía Social y Solidaria” que genere mayores puestos de trabajo; con el fomento de una “Seguridad Alimentaria y Nutricional” que permita garantizar el acceso real y oportuno a alimentos de calidad, en cantidad suficiente, y que tenga como base prácticas promotoras de la salud y de respeto a la diversidad cultural; con una política activa de “protección y promoción social” de los sectores más vulnerables, como son los niños, niñas y adolescentes, las mujeres y los adultos mayores.
Ese compromiso se base en tres ejes o postulados centrales: (a) la convicción de que el mayor bienestar y equidad social sólo serán alcanzados a través de un desarrollo económico, equilibrado y justo, que evite la disociación entre los aspectos económicos y sociales; (b) el reconocimiento de que este último debe garantizar una distribución equitativa que permita el desarrollo humano integral y reconozca a la “persona” como ciudadano sujeto de derechos civiles, políticos, sociales, culturales y económicos y; (c) el respeto de la diversidad, la idiosincrasia e identidad de cada región, lo que posibilitará el desarrollo individual y comunitario de nuestras poblaciones.
Estos ejes, Sr. Presidente, hacen del MERCOSUR un espacio integrado de inclusión social, política, económica y cultural, un espacio que nos permite articular políticas públicas regionales en materia de erradicación de la pobreza; asistencia humanitaria; universalización de la salud pública; así como el acceso al trabajo decente y la dignificación de los trabajadores.
Sr. Presidente,
En lo que respecta estrictamente a la República Argentina, luego de casi 9 años de continuidad desde el 2003 a la fecha, profundizando una política social integral y con perspectiva de derechos humanos, nos permitimos ir más allá de la erradicación de la pobreza, apostando por una política que busca principalmente la inclusión con equidad, elevando a la persona a la categoría de sujeto de derecho participativo y protagonista de su historia y de las políticas públicas.
En nuestro país la inclusión social guarda una relación estrecha con el ejercicio de los derechos humanos fundamentales. No concebimos un sistema plenamente democrático si el Proyecto Nacional y el modelo de acumulación es expulsivo y excluyente de una parte de la sociedad.
Señor Presidente,
Coincidiendo con el Informe del Secretario General sobre “Erradicación de la Pobreza”, Argentina está entre los países que, con la aplicación de respuestas políticas tempranas ante la crisis mundial, mostró la determinación de incorporar objetivos sociales en las estrategias de recuperación económica.
Así lo demuestra el crecimiento sólido y sostenido por 9 años consecutivos del Producto Bruto Interno, que en 2011 se elevó al 9,2% , mientras que el Producto Bruto Interno por habitante alcanzó un nuevo nivel record con un crecimiento real acumulado del 55.4% desde el año 2003.
Esta fortaleza, adicionalmente, permitió instrumentar políticas de ingresos de sesgo expansivo, recuperando de esta forma el crecimiento, el empleo, los salarios reales y los ingresos de la población. Esa misma robustez permitió también aplicar una clara política fiscal de carácter contracíclico que no solo contribuyó a minimizar el impacto de la crisis internacional, sino que a su vez aceleró la recuperación del crecimiento previo a la crisis.
Señor Presidente,
La República Argentina coincide en sus políticas sociales con lo sostenido por el Informe del Secretario General respecto de la centralidad del trabajo como la estrategia más eficaz para combatir la pobreza, distribuir la riqueza, dignificar a la persona y generar horizontes inclusivos de desarrollo, integración y realización personal, familiar y comunitaria.
Así, nuestro país, ha generado una serie de políticas y acciones tendientes a la inclusión, la promoción y protección de la Familia en su ámbito comunitario, sobre la base de dos ejes centrales de intervención: “ARGENTINA TRABAJA” y “FAMILIA ARGENTINA”.
En cuanto al primer eje, mencionamos, entre otros, el Programa Ingreso Social con Trabajo , como una nueva herramienta que contribuye a la inclusión y el desarrollo de las capacidades sociales y ocupacionales para personas en situación de alta vulnerabilidad socio-económica.
Se propone mejorar la calidad de vida de las familias y los barrios más vulnerables, así como el desarrollo de las capacidades personales y sociales de los destinatarios, con acciones de inclusión laboral, ingreso monetario con protección social, terminalidad educativa y organización.
Destacamos que, en este marco, el 68% de las cooperativas generadas están integradas mayormente por personas jóvenes de menos de 40 años.
Sr. Presidente,
La República Argentina considera a la familia como el primer espacio en el que las personas crecen, aprenden, construyen y comparten valores.
La protección y la promoción de la familia constituye el eje fundamental de las políticas públicas destinadas a impulsar la integración social, la protección de los derechos, el desarrollo pleno de todos sus miembros y la inclusión social, particularmente de niñas, niños y adolescentes, personas adultas mayores y personas con discapacidad.
En este sentido, quiero destacar la implementación desde el 2009, de la Asignación Universal por Hijo para la Protección Social, que constituye la política de transferencia de ingresos a favor de la niñez más importante de toda Latinoamérica, cubriendo a unos 3.562.000 niños, niñas y adolescentes (más del 90% del universo de potenciales destinatarios) que, reciben una suma de US$ 62.5 por mes.
Adicionalmente, en mayo de 2011 , se creó la Asignación por Embarazo para la Protección Social, que consiste igualmente en una prestación monetaria no retributiva mensual que se abona a las mujeres embarazadas, a partir de las 12 semanas de gestación hasta el nacimiento o interrupción del embarazo.
Estas medidas, en particular, han contribuido a una significativa reducción de la indigencia en las personas menores de 18 años y el aumento de la matrícula en el nivel medio de un 20% desde el lanzamiento de la medida.
Sr. Presidente,
Desde el 2003 venimos dando continuidad y profundización a los ejes de la Política Social con una fuerte impronta en la producción, la generación del trabajo decente y la superación de la pobreza, a través de un Estado nuevamente protagonista en la transformación de nuestra historia, que reposiciona a la política económica como la mejor política social.
La sostenibilidad y profundización de las políticas de inclusión, hizo que los índices y valores absolutos de población por debajo de la línea de pobreza y de indigencia, disminuyeran de manera ininterrumpida: desde el segundo semestre de 2003, hasta el primer semestre de 2011, la pobreza se redujo en un 82,6%, mientras que la indigencia se lo hizo en un 88,3% .
Respecto del desempleo, la tasa de desocupación se mantuvo por debajo del 10% por diecisiete trimestres consecutivos, alcanzando, en el cuarto trimestre de 2011, el 6,7%, siendo el valor más bajo de los últimos 20 años.
En materia de equidad distributiva el Coeficiente de Gini pasó de 0.447 en el primer trimestre de 2010 a 0.434 en el mismo período de 2011. Esta mejora fue posible gracias a importante incremento en los ingresos laborales producto de las negociaciones colectivas y al descenso del desempleo, junto con las mejoras en la calidad del empleo y la Asignación Universal por Hijo.
Para ir concluyendo, no podemos dejar de mencionar el momento de incertidumbre y de cambio estructural por el que está pasando el mundo desde el 2008. La tormenta financiera global, pone de manifiesto la crisis de un modelo que ha privilegiado el capital financiero por sobre la producción.
Sin embargo, toda crisis siempre plantea una oportunidad de realizar un verdadero cambio de paradigma, asumiendo plenamente que el crecimiento y el desarrollo económico sin justicia social, sin distribución del ingreso y sin propender al desarrollo integral de los países es vano.
Sr. Presidente,
Sabemos que aún resta mucho trabajo por hacer, pero estamos convencidos que el éxito sólo podrá ser alcanzado en la medida que podamos conjugar y aunar las fuerzas de todos los sectores de la sociedad en cada uno de los países de la región.
Nuestra apuesta no se limita a la simple atenuación de las consecuencias de la pobreza o a la reducción de un frío índice impersonal; nuestro desafío consiste en construir países sin excluidos. Este es nuestro proyecto colectivo, nuestra utopía, la cuál se construye y se hace realidad día a día con y para cada uno de los ciudadanos de los países del MERCOSUR.
Muchas gracias.
Misión Permanente Argentina ante las Naciones Unidas